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JOSÉ MIGUEL RAMÍREZ
MÁLAGA.
Martes, 26 de noviembre 2019, 00:08
Solo el 8% de los graduados en los distintos grados de ingenierías que oferta la Universidad de Málaga son mujeres. La catedrática y profesora titular del Departamento de Lenguajes y Ciencias de la Computación en la E.T.S.I. de Telecomunicaciones, Lidia Fuentes, intenta revertir este dato. «Estamos haciendo todo lo posible, creando proyectos a nivel internacional y local», admite la profesora.
De hecho, gracias a esta labor, la profesora fue galardonada con el premio 'Reconocidas 2019' de la Diputación de Málaga. «Me lo dieron porque querían visibilizar a una mujer en el mundo de la tecnología, ampliamente dominado por hombres», explica la investigadora. Fuentes es la primera catedrática de Ingeniería Telemática de Andalucía y la segunda a nivel nacional. La profesora ha ofrecido durante estos meses charlas en las que analiza las causas por las que hay más hombres que mujeres en este ámbito profesional. «Siempre llego a la conclusión de que es una cuestión de educación», confiesa. Fuentes sostiene que a las niñas siempre se les anima a realizar una carrera de mayor implicación social. De hecho, a pesar de haber estudiado una ingeniería, Lidia Fuentes se dedica a la enseñanza. «A mí lo que me gustaba era la enseñanza, y aquí en España o te quedas en la Universidad o vas al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)», declara Fuentes.
Actualmente, las empresas tecnológicas están sometidas a mucha presión, ya que deben hacer frente a los continuos cambios de las TICs. «Es una profesión que a nivel empresarial es muy dura, competitiva y estresante, por lo que es imposible pensar en la conciliación familiar», aclara. Sin embargo, la catedrática lanza un reto a las empresas del sector y anima a que propicien un entorno más amable. «Hay que cambiar el mercado laboral, las propias empresas deben hacer algo, de lo contrario nunca atraerán a mujeres», sostiene la profesora.
A pesar de todas las iniciativas que se realizan actualmente para erradicar esta situación, no hay un gran cambio al respecto. «Aquí tenemos titulaciones de ingeniería informática, del software y de computadores. Luego está la ingeniería de la salud, ¿dónde van todas las chicas? A esta última», pone de relieve la catedrática.
Lidia Fuentes comenzó su labor como investigadora en 2004 cuando financiaron su primer proyecto como investigadora principal. Actualmente está muy centrada en los sistemas ciber-físicos, desarrollando programas informáticos que consuman de forma sostenible. «Intento desarrollar aplicaciones que consuman el mínimo de energía, porque al final el programador o incluso el ingenierio diseña una aplicación informática, pero no suelen tener en cuenta que hay determinados mecanismos que se utilizan y que consumen mucha energía», relata Fuentes.
La solución pasaría por aplicar técnicas que permitan desplegar una parte de la aplicación, la que el usuario necesite en el momento, de tal forma que se consuma la menor batería posible. «Esto permitiría que la batería durase más y favorece la sostenibilidad del planeta», confiesa. Bajo el paraguas de la sostenibilidad del software, Lidia Fuentes está desarrollando todos sus proyectos.
La investigadora apuesta por los proyectos de calidad. «En el departamento tenemos unos estándares de calidad que deben cumplirse para leer las tesis», confirma. Y es que Fuentes considera que un buen proyecto requiere de varios años de trabajo, y que lo más difícil es arrancar y establecer las líneas de investigación. «En el primer año hay que leer y empaparse. En el segundo año uno ya va haciendo sus pinitos y ya después se consiguen poco a poco los resultados», explica. De hecho, todas las becas de investigación que ofrecen desde el Departamento de Lenguajes y Ciencias de la Computación son de tres años, con la posibilidad de ampliar un año más.
En ocasiones, tienen problemas para encontrar alumnos comprometidos con un proyecto. «Algunos ya tienen trabajo antes de acabar la carrera y somos muchos grupos de investigación. Además, casi todos los estudiantes están pillados», aclara. Esta investigadora, que es una de las científicas más citadas de la UMA, ha contado siempre con los alumnos para elaborar sus proyectos y, actualmente no tiene ninguno. «Muchos buscan la comodidad, no todos están dispuestos a sacrificarse y estar más horas volcados en la investigación», se lamenta.
A pesar de esta tendencia, Lidia Fuentes siempre recomienda al alumnado integrarse en estos grupos, ya que tras una buena investigación siempre hay una publicación en un medio, lo que favorece y le otorga más valor al expediente del estudiante.
A pesar de que ahora Lidia Fuentes está más centrada en sus proyectos de investigación, es coordinadora de un master e imparte la asignatura 'Redes y sistemas distribuidos' en el Grado de Ingeniería de Computadores.
«Hay un fenómeno que se está dando en los últimos años que me preocupa, y es que todos los alumnos asisten a clases con sus portátiles y se despistan con mucha facilidad», sostiene. Al comenzar sus clases, siempre recomienda tomar apuntes a mano porque esto tiene varias ventajas. «La capacidad de síntesis que hace el estudiante al escuchar, sintetizarlo y escribir a mano no la realiza en el medio digital. Hay algo que está fallando», confirma. La profesora piensa que existe una total dependencia a los dispositivos y que esto acarrea problemas de atención.
Muchos docentes han puesto todo su empeño en ofertar algunas asignaturas en inglés, como es el caso de la profesora Fuentes, pero no consiguen que los alumnos se matriculen de forma masiva a ellas. «En estos estudios el inglés es fundamental, si lo que quieres es aprender a programar es muy difícil encontrar tutoriales en español», afirma Fuentes.
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