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Las profesoras Inmaculada Santos, Rocío Pascual y Dolores Madrid, en el Campus de Teatinos de la UMA. C. A.
Cómo fomentar el gusto por la lectura en Infantil y Primaria

Cómo fomentar el gusto por la lectura en Infantil y Primaria

Cuatro profesoras de la Facultad de Ciencias de la Educación participan en el proyecto europeo que pretende sensibilizar a las familias, al profesorado y a los centros educativos de la importancia de leer entre los más pequeños

CLAUDIA ARANDA

Martes, 2 de marzo 2021, 00:10

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El proyecto 'READ-COM' -Reading Communities from paper books to digital era- nace con la finalidad de sensibilizar a las familias, los centros educativos y el profesorado de lo importante que es leer, así como dotarles de recursos para que mejoren esas prácticas de lectura tanto en el contexto escolar como en el hogar. Las investigadoras Dolores Madrid, Rocío Pascual, M.ª del Mar Gallego e Inmaculada Clotilde Santos, de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga, participan en este proyecto europeo junto con otras siete instituciones. «Uno de los ejes fundamentales de nuestro proyecto es llegar a las familias con menos recursos», explica Dolores Madrid.

El proyecto se desarrolla en tres fases y actualmente se encuentra en la segunda. En esta fase se va a desarrollar una guía de buenas prácticas para fomentar la lectura. «Estamos elaborando la guía con la ayuda de docentes de numerosos centros educativos tanto públicos como concertados», cuenta Rocío Pascual, a lo que Dolores Madrid añade: «También hemos pedido a familias que han querido colaborar que nos hagan llegar sus buenas prácticas lectoras en casa». Las profesoras admiten que el proceso de trabajo con las familias ha sido muy emocionante, sobre todo el ver cómo algunas familias están comprometidas con la lectura y lo integran en su día a día. «Ha sido muy bonito ver cómo aprovechan la excusa de hacer la lista de la compra para que los niños lean, o cómo durante los viajes se llevan libros de lectura, algunas familias escriben notas de amor y es una excusa para que el niño escriba y lea esa 'notita', también cocinan juntos y eso implica que tengan que leer una receta de Internet o de un libro», narra Madrid.

En la primera fase, para detectar aquellas necesidades y buenas prácticas que se realizan en el contexto educativo, ya sea en el ambiente familiar como en el escolar, se han realizado cuestionarios. Esos cuestionarios iban dirigidos, por un lado, a las familias de alumnado de educación infantil y primaria, por otro, al profesorado en activo que imparte actualmente clases en centros de educación infantil y primaria; y al futuro profesorado, es decir, a aquellos estudiantes que están cursando en la Universidad de Málaga o en otras universidades de los países socios. «Esos cuestionarios son los que nos van a dar la visión en cuanto a las prácticas lectoras tanto en el ámbito familiar como en los centros educativos», afirma Inmaculada Santos. La docente M.ª del Mar Gallego no ha podido acudir a esta entrevista. Junto a la UMA, las otras siete instituciones que participan son: Universidad de Granada y Universidad Metropolitana de Manchester; CEIP Rosa de Gálvez de Málaga; Instituto Comprensivo Statale Giovanni XXIII de Terranuova Bracciolini; Associação Jardim Escola João de Deus de Lisboa; Centro Machiavelli de Florencia y Institouto Technologias Ypologistonkai Ekdoseon Diofantos de Patras.

Inmaculada Santos: «¿Cómo puede desarrollar un alumno el gusto por la lectura si lo lleva aparejado a un examen?»

Informes

A partir de esos informes cada socio de cada país ha realizado un análisis en profundidad. Se van a publicar en la página web del proyecto tres informes diferentes que contienen los resultados globales. Un informe analiza la situación de las prácticas lectoras en el contexto familiar, otro de los profesores en activo y otro del futuro profesorado. «De esta forma analizamos la formación que tiene el profesorado que ya está en los centros educativos y también incidimos en aquella formación inicial, porque consideramos que esta es fundamental para ayudarnos en este caso a mejorar las prácticas educativas en nuestros destinatarios finales que son los niños y niñas de los colegios», explica Santos. Las profesoras afirman que los cuestionarios arrojaron datos muy significativos. «Vimos, por ejemplo, que el trabajo individual era el que más se utilizaba en primaria, que el profesorado de educación infantil todavía no utiliza las nuevas tecnologías como los 'storie-books', que son cuestiones y herramientas que el niño utiliza en casa, y debemos aprovechar eso en el proceso de aprendizaje. Por eso vamos a crear una app educativa», cuenta Pascual.

Dolores Madrid sostiene que la aplicación estará enfocada a trabajar desde la comunidad educativa, de forma que una de las prácticas puede ser, por ejemplo, que el niño o la niña se levante, coja un libro y rellene algunos aspectos referentes al mismo en la app. «No es una aplicación solamente para jugar y estar pegado a la tablet o el móvil, hay interacción con las personas y el entorno», añade. Los grupos de centros educativos de los que se han recogido datos han sido muy diversos. «Hemos trabajado con colegios de difícil desempeño que hay en Málaga, de hecho hemos sido nosotras las que hemos ido al centro y hemos hecho las entrevistas con las madres», narra Rocío Pascual. Las profesoras aseguran que las familias que se encuentran en entornos más deprimidos muestran mucho interés en fomentar la lectura en sus hijos, pero que en ocasiones no saben cómo hacerlo. «Por eso esta guía con ejemplos y el desarrollo de la app les va a ayudar mucho a estas familias», explica Madrid.

Lecturas obligatorias

Respecto a las lecturas obligatorias en determinadas asignaturas, las tres profesoras coinciden en que la obligatoriedad lleva consigo el rechazo. «¿Cómo puede desarrollar un alumno el gusto por la lectura si lo lleva aparejado a un examen? No lo está leyendo por gusto sino con la finalidad de aprobar una asignatura», argumenta Inmaculada Santos. La docente cree que hay que cambiar ese concepto, para ello propone que sea el alumno el que elija el libro y que el propio profesorado se interese y le pregunte de manera informal durante cinco o diez minutos sobre el argumento o los personajes. Otra de las formas que propone es hacer 'booktrailers': los alumnos son los propios protagonistas y cuentan en forma de vídeo a otros alumnos en qué consiste esa historia. «Ellos ahí son los protagonistas de la historia, lo ven de una forma lúdica al mismo tiempo que se han tenido que leer el libro, hacer una sinopsis y conocer a los personajes. Pero no es el formato típico de 've a la biblioteca y relléname esta ficha'», sostiene Santos.

Para esta docente, el profesorado se debe plantear si se está acercando al alumnado con las lecturas obligatorias, y cómo se pueden abordar de cara a la era digital. «La lectura ya no es solo en papel, si un alumno está leyendo en papel y sale una canción, pues que pueda pinchar o leer a través de un código QR, que si hablan de un paisaje en Japón el alumno pueda acceder y ver en tiempo real esa imagen», explica.

Para Rocío Pascual la clave está en crear algo que después le sirva al alumnado en su vida diaria. «Está muy bien que lean clásicos pero, si esos clásicos hoy por hoy a los niños no les llegan, habrá que hablarles de ellos a través de otros recursos: radio, periódico escolar, teatro...», expone la docente. Y concluye: «Nosotros ahora no tenemos que dar un temario, tenemos que ayudar al niño a ser competente en todas las áreas y materias, y eso no es sinónimo de un conjunto de temario que está en un libro de texto. Se debe hacer desde todas las áreas de forma coordinada».

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