La comunidad gitana premia en Torremolinos a sus andaluces de oro
En esta gala se reconoció a tres malagueños: la delegada de la Junta Ruth Sarabia; la maestra y escritora Lola Cabrillana y el juez Andrés Rodero
Ondeó la bandera romaní y se impuso el arte este martes en el Auditorio Príncipe de Asturias de Torremolinos, porque este año, la ciudad costasoleña ... fue la encargada de acoger la XII edición de la Gala de los Premios Gitanos Andaluces, organizada por la Federación Andaluza Hermandad Gitana y el ayuntamiento torremolinense y con el apoyo de la Junta de Andalucía y el ayuntamiento de Málaga. Un evento en el que reinaron las sonrisas, la música y la alegría, pero que también sirvió para recordar el trabajo y la fuerza de todos los gitanos que desde que entrasen en Andalucía un 22 de noviembre de 1462, lucharon y siguen luchando por defender los derechos de su pueblo
Precisamente para reconocer el apoyo, la promoción y el desarrollo de esta comunidad, se escogieron y reconocieron a nueve personalidades o instituciones. El premio Gitana Andaluza fue a parar a Ruth Sarabia, actual delegada de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía en Málaga. Un premio homónimo como Gitana Andaluza de esta edición se le adjudicó a una estrella de los escenarios: Rosario Montoya, 'La Farruca', hija de Farruco, madre de Farruquito y reconocida bailora sevillana que ha llevado su arte por todo el mundo.
Por su parte, el premio Gitano Andaluz fue a parar a las familias gitanas que sufrieron los ataques racistas en Peal de Becerro (Jaén) en el mes de julio; fueron desterradas injustamente de la localidad por el homicidio del portero de un pub por parte de otros dos varones de su misma etnia. El premio a la Promoción del Arte y la Cultura Gitana recayó en dos figuras con gran trayectoria y reconocimiento nacional, como son las del cantaor gaditano Antonio Reyes y la cantaora nacida en Madrid pero asentada en Cádiz, Mara Rey.
Continuó la Gala con el Premio a la Divulgación de la Cultura e Historia del Pueblo Gitano que fue a parar a otra malagueña: Lola Cabrillana, maestra de Educación Infantil y autora de libros como Voces de Color Canela, una novela que refleja el situaciones de rechazo a las que, por desgracia, aún se enfrenta la comunidad gitana.
Acciones
También se otorgaron dos premios a la Solidaridad y Bienestar Social. El primero de ellos, al Ayuntamiento de Cádiz. El por qué lo explica el secretario general de la Federación, Guillermo Carmona: «Cambió el nombre de su calle 'El Marqués de la Ensenada', por la Avenida del Pueblo Gitano. Este (Zenón de Somodevilla y Bengoechea) impulsó 'La Gran Redada', un intento de exterminio de la comunidad gitana en el siglo XVIII». El segundo premio recayó en un asturiano de nacimiento pero malagueño de corazón, asentado en la provincia desde hace décadas. Andrés Rodero, no es gitano, pero es juez y presidente de la sección tercera de la Audiencia Provincial de Málaga; el pueblo gitano quiso premiar su implicación, respeto y 'buen hacer' hacia la comunidad.
Para concluír, el Premio a Toda una Trayectoria se concedió a a Federico Pablos, un activista (no gitano) sevillano que trabaja con asociaciones gitanas desde hace 30 años, defendiendo sus derechos y acercando la cultura gitana las aulas de todo el país.
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