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Antonio Gómez Yebra junto a Miguel y Antonio Pino. Eduardo Nieto
El Quijote y el carnaval: dos formas de confundir la realidad y la ficción

El Quijote y el carnaval: dos formas de confundir la realidad y la ficción

Antonio Gómez Yebra y los hermanos Pino ofrecen la conferencia inaugural del carnaval y relatan las similitudes entre la obra de Cervantes y la fiesta

Juan Soto

Málaga

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Jueves, 20 de febrero 2020, 21:53

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El Quijote, un libro que ha sido traducido a todos los idiomas que tienen escritura, bien podría considerarse el Don Carnal de la literatura. La obra maestra de Miguel de Cervantes está repleta de locura, de personajes ambiguos y en donde no siempre se sabe si lo que ocurre es realidad o ficción. Como en el carnaval. Desde sus personajes, el ingenioso hidalgo –que se disfraza de caballero–, su fiel escudero Sancho –que es un bufón como el Dios Momo– o la bella Dulcinea –que en realidad es una mujer basta e idealizada–, hasta los disfraces de la realidad, como los molinos convertidos en gigantes o los rebaños como ejércitos de turcos, cuentan con elementos propios de esta época del año. Y así lo ha desgranado este jueves el catedrático de la Universidad de Málaga, Antonio Gómez Yebra, que ofreció la conferencia inaugural del Carnaval de Málaga junto a los hermanos Pino y su pequeño héroe Peneque el Valiente.

El acto, organizado por el Aula de Cultura de Diario SUR con la colaboración de la Fundación Social La Caixa y la Fundación Ciudadana del Carnaval, contó con dos partes bien diferenciadas: Para comenzar, Gómez Yebra analizó las partes más carnavalescas del Quijote; y para concluir los hermanos Pino representaron un espectáculo de títeres con los mismos personajes. El acto fue presentado por el periodista Pepelu Ramos y concluyó con unas palabras del vicepresidente de la Fundación Ciudadana del Carnaval, Toni Vertedor.

Gómez Yebra comenzó recordando que la locura de don Quijote se produce por haber confundido realidad y fantasía, por suponer que lo leído en los libros de su biblioteca es histórico, algo muy carnavalero. A su juicio, la obra entera está marcada por el doble o triple sentido «como en todo lo que tiene que ver con el carnaval, donde no siempre lo visto es lo real y viceversa». Al igual que ocurre en diferentes episodios de la obra, en el carnaval «todos están dispuestos a perturbar el orden establecido, el orden impuesto, el orden que no siempre es el del sentido común«.

El catedrático recordó que don Quijote «es un loco bastante cuerdo, un hombre cuya presentación tiene no poco de caricatura, otra de las facetas propias del carnaval«. Del mismo modo detalló que al personaje principal se le permitía todo, incluso actuar como mujer, porque era buena persona. Además, en la obra se producen lo que Jorge Fernández Gonzalo denomina 'disfraces de la realidad', que aparecen en entidades no humanas, como los molinos gigantes o los rebaños-ejércitos de turcos.

Pero también ocurre con el otro gran personaje de la obra, Sancho Panza, un bufón coronado que puede ser agredido por representar a la autoridad (cambio de personaje) y bien podría ser una especie de Momo. O el propio Rocinante, que durante un episodio parece convertirse en el dios Priapo, dios de la fertilidad. O Dulcinea, que en realidad no es una princesa y da opción a la burla.

Para rematar esta histórica conferencia, los hermanos Pino sorprendieron a los asistentes con un espectáculo de títeres en los que participaron don Quijote, Sancho y Peneque y en el que fueron desgranando algunos de los secretos de esta profesión.

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