Huelguistas, escritores y cigüeñas abren las semifinales en el Cervantes

La noche comenzó con la actuación de dos agrupaciones infantiles, que actuaron fuera de concurso pero ayudaron a caldear el ambiente en el patio de butacas. Las primeras en subirse al escenario fueron el cuarteto infantil 'Reliquias del cuarteto' y la murga '30+1 Imparables'. Tras la actuación de esta última, sus componentes rindieron un sentido homenaje a la directora, Paqui Prieto, que puede presumir de ser la mayor defensora de la cantera al llevar 30 años sacando grupos de niños.

En lo meramente competitivo, las primeras agrupaciones a concurso mostraron un alto nivel interpretativo, pero también un carácter combativo y reivindicativo. La murga 'La murga de los protestantes' aprovechó su tipo de huelguistas para gritar que 'El Perchel no se vende'. Fue la segunda vez que se escuchó dicho lema durante la jornada, ya que por la mañana, en el Potaje Perchelero, un grupo de vecinos mostraron su rechazo al proyecto urbanístico planeado para esta zona de la capital.

De forma similar, el cuarteto 'El cuarteto está TOCao' aprovechó su tipo de enfermos mentales para decir que Faisem, la Fundación Pública Andaluza para la Integración social de Personas con Enfermedad Mental, 'no se vende'. «Las personas que estamos locas tenemos derecho a una sanidad pública», dijeron mientras se mostraba una pancarta alusiva al tema.

La primera comparsa de la primera semifinal fue 'Aquellas noches de Julio', agrupación que rayó a un gran nivel como ya hizo en preliminares. De ellos cabe destacar una preciosa y muy trabajada letra en la que relacionan al carnaval con la Semana Santa para reivindicar el perdido sábado de carnaval.

El buen rollo de la noche llegó desde Almería. Los murguistas ataviados como cigüeñas realizan una actuación muy entretenida con bastante más nivel que en su anterior participación en el concurso malagueño. En uno de sus pasodobles aseguran que su corazón está dividido entre dos amores: Málaga y Almería.

La encargada de cerrar la sesión fue la comparsa de Huelva 'El pregón', que comenzó su bonita actuación rindiendo homenaje al pregonero de la fiesta de Málaga.

Aprendices de Harry Potter a los que les encanta la fiesta de carnaval. El la parodia hablan con un 'muggle', un ser que no tiene ninguna habilidad mágica. En los cuplés cuentan que encuentran los disfraces por ningún sitio cada vez que actúan. «Si lo que tú quieres es que algún día lleguen los carnavales, te digo que estás como una cabra», cantan en el estribillo. Durante la recta final hacen magia sobre el escenario y animan a los espectadores.

Los duendecillos del carnaval tienen mucha guasa. Los componentes de la murga infantil de Paqui Prieto son traviesos y aseguran haber pasado muy buenos ratos en el teatro. En sus letras confiesan que su escenario va desde Alcazabilla hasta la Merced y critican a los políticos que roban desde los ojos de los niños de un currante y un político. «Aunque parezca mentira, 31 años contigo, más de 30 carnavales, nunca fallarán tus niños», cantan.

La murga de Cádiz se presenta en semifinales con un repertorio bastante menos localista y le canta a Málaga en diferentes momentos del pase. Su primer pasodoble sirve para defender la sanidad pública y a los profesionales que «lucharon en una guerra sin armamento ni artillería» durante los primeros meses del Covid. El segundo es un piropazo a Málaga en el que van recorriendo los diferentes rincones que tiene la ciudad. Entre coplas aprovechan para arengar al público con el lema 'El Perchel no se vende'. En los cuplés dicen que se saben ya mejor las calles de Málaga que un taxista y reconocen que el oso con la cabeza ladeada que salió en la cabalgata de Reyes de Cádiz eran ellos con tortícolis. Mejoran respecto a la primera fase..

Los cuarteteros evolucionan en su parodia de pacientes en la consulta del psicólogo. En este segundo pase dicen que el médico es muy malo porque les ha dejado todos los TOC que tenían y les ha añadido nuevos. Durante la parodia hablan sobre varios tipos que han pasado por el concurso y sobre otros que podrían haber salido este año como 'Médico de familia' o 'Héroes del silencio'. En sus cuplés hablan del Covid. El primero es para narrar la anécdota de un amigo que ha cogido el virus y el segundo para confesar que el Covid acorta el miembro. Durante el tema libre aprovechan para reivindicar mayor atención para la salud mental y se despiden con el ya famoso estribillo de «ketchup, mostaza, mahonesa».

Estos escritores de aventuras fantásticas al más puro estilo Julio Verne vuelven a hacer gala de grandes voces y un repertorio bien preparado. En su primer pasodoble hacen un precioso repaso sobre cómo es la vida de un coplero del carnaval relacionando sus vivencias con algunos de los tronos que salen durante la Semana Santa para terminar reivindicando el sábado de carnaval. La segunda es para hablar sobre un hombre que se acuesta con otro y en el que terminan desvelando que ese amor es el de un hijo. En los cuplés aseguran que el letrista ya no quiere incluir coplas hirientes y cantan en leguaje inclusivo. Durante el popurrí van hilando las cuartetas con los títulos y las historias de los libros del escritor nacido en la ciudad francesa de Nantes.

La agrupación de cigüeñas de Roquetas de Mar tiene uno de los tipos más graciosos de este certamen. Cantan con alegría y no dejan de moverse sobre el escenario. Cuentan diferentes viajes que han hecho desde Francia a lo largo de los años de trabajo. Sus pasodobles son para lamentar los niños que han traído con el mal metido dentro del cuerpo y sobre que tienen el corazón dividido entre dos amores: Málaga y Almería. Los cuplés les permite hablar sobre la Familia Real para decir que el Rey Emérito estaba en el famoso oso de la cabalgata de Cádiz, y sobre los efectos secundarios que ha dejado el Covid, como la acumulación de papel higiénico o el uso excesivo de lejía. «Las cigüeñas son los padres», dicen en el estribillo.

Los pregoneros de Huelva son los encargados de cerrar la primera preliminar. Aseguran que ha llegado «la hora de pregonar lo que siento y decirte que te quiero». Sus pasodobles son un canto de amor para las abuelas, que han pasado tantas penurias, y sobre otra abuela que lleva diez años confinada en una residencia y casi sin ver a su familia.