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Un arzobispo en el banquillo

La gestión de Javier Martínez ha estado jalonada de momentos de tensión por su autoritarismo y su integrismo doctrinal

PEDRO ONTOSO

Domingo, 23 de noviembre 2014, 01:52

En 1978, Javier Martínez era un joven y aplicado estudiante de 31 años en Jerusalén, en la Escuela Bíblica Francesa, donde reforzó sus conocimientos sobre ... las Sagradas Escrituras y el sustrato arameo de los Evangelios. Su pasión por la antigüedad la ha mantenido hasta hoy, con la traducción de las obras de San Efrén, un Padre de la Iglesia del siglo IV al que dedica muchas horas. Es como volver a la esencia y a la tradición, a la pureza del Cristianismo, que en la Ciudad Vieja se percibe en cuanto entras por la Puerta de Damasco. Al arzobispo de Granada, hoy en el punto de mira del Vaticano por el escándalo de la pederastia en su diócesis, siempre le ha gustado más mirar hacia atrás que hacia adelante, profundizar en sus estudios orientales que en pastorear una comunidad. Lo del «olor a oveja» que predica Francisco nunca ha ido con él.

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