Decano de los hermanos mayores
José Losada lleva 28 años al frente de la Cofradía de los Gitanos y al menos espera estar cuatro más porque, según dice, tiene proyectos importantes que desarrollar
ÁNGEL ESCALERA
Viernes, 26 de marzo 2010, 15:49
A sus 68 años, José Losada Cambló sigue al pie del cañón tanto en su puesto de funcionario de la Consejería de Igualdad de la Junta de Andalucía como en el de hermano mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Columna y María Santísima de la O (Gitanos). Lleva 28 años en el cargo, lo que lo convierte en el decano de los hermanos mayores malagueños. Una vez acabado su actual mandato, va a presentarse a la reelección para continuar cuatro años más. Le gustaría seguir hasta los 75 y celebrar de hermano mayor el LXXV aniversario de la bendición del Señor de la Columna. «Nací el mismo año en que Juan Vargas Cortés hizo el Cristo», recuerda. Y añade que no está cansado, que se encuentra muy a gusto con el equipo cofrade que dirige y que tiene pensado llevar a cabo varios proyectos para engrandecer más a su hermandad.
La vida de José Losada gira en torno a su familia y a la Cofradía de los Gitanos. Tanto una como otra son lo más importante para él. Ocupa el cargo de hermano mayor desde octubre de 1981, cuando sustituyó a Juan Soto, el hombre que le llevó a los Gitanos y con quien vivió estrechamente los tiempos malos de la cofradía, cuando apenas tenían enseres y poner la procesión en la calle cada Lunes Santo era una odisea. Juan Soto lo nombró secretario de la cofradía y lo designó mayordomo del trono del Cristo de los Gitanos. Losada acababa de concluir su servicio militar. Llegó a la Agrupación de Cofradías en 1966 como delegado de los Gitanos. Desde esa fecha no la ha abandonado. Ahora es vicepresidente segundo del ente agrupacional.
Durante cuatro Semanas Santas ejerció de mayordomo del Señor de la Columna. Dejó de hacerlo en 1970 cuando empezó a procesionarse María Santísima de la O. Losada fue a Sevilla, al taller de Francisco Buiza, a recoger a la Virgen. Desde entonces, no se ha separado de ella. En estas cuatro décadas ha sido su mayordomo de trono, cargo que piensa mantener mientras que el cuerpo aguante y los hermanos de su cofradía quieran.
Al ser preguntado sobre cuándo piensa retirarse, afirma que está a disposición de su hermandad y que todavía le quedan muchas cosas por hacer. «A las elecciones se puede presentar cualquier hermano que cumpla los requisitos para ello. Sin embargo, nadie da el paso. Yo lo que hago es pedir permiso al Obispado para continuar y decírselo a mis hermanos. Si tanto uno como otros están de acuerdo, ¿por qué no voy a seguir si me encuentro bien y con fuerzas?», se pregunta.
Losada va camino de alcanzar la longevidad en el cargo de hermanos mayores del siglo veinte como Enrique Navarro (Expiración) y José Lara (Estrella). Aunque no es frecuente que la misma persona esté tanto tiempo en el puesto, el caso de los Gitanos es diferente. El mismo Losada lo explica. «Nosotros somos una cofradía muy popular, pero humilde. Tradicionalmente, nuestros hermanos mayores han estado muchos años, porque no ha sido un puesto muy apetecido. En el pasado, a veces, el cura que era párroco de los Mártires tuvo que designar a una persona para que ocupase el cargo al no ofrecerse nadie de forma voluntaria».
Casa hermandad
Losada indica que está muy a gusto con la junta de gobierno que dirige. Todos trabajando codo con codo, esforzándose para mejorar la cofradía y dotarla de un mayor patrimonio. En sus 28 años de hermano mayor se han conseguido importantes logros. En primer lugar, destaca la construcción de la casa hermandad, situada en la calle Frailes. Para hacerla, los hermanos no sólo desembolsaron dinero, sino que aportaron infinidad de horas de trabajo físico poniendo ladrillos, pintando o encofrando.
Además de contar con un edificio de propiedad, la cofradía ha incrementado notablemente el número de sus enseres. Así, sobresale el trono de la Virgen, dotado con un manto espectacular y con un palio muy llamativo, que en nada recuerda a aquellos primeros años en que María Santísima de la O iba en un trono muy modesto.
José Losada deja claro que el día en que deba dejar el cargo lo hará sin poner ninguna objeción. «Reconozco que me gusta lo que hago y creo que la gente está contenta conmigo. Desde luego no me encuentro aburrido y considero que puedo aportar aún mucho a mi cofradía».
Una de las cosas de las que más se alegra es de haber tomado la decisión de adelantar el horario de salida de la procesión. Gitanos era la última hermandad en pasar por el recorrido oficial, lo que hacía que la Virgen fuese casi sola por las calles. Ahora es la segunda cofradía en la tarde del Lunes Santo. «Hemos mejorado muchísimo con ese cambio», asegura Losada.
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