«¡Sí, quiero!... pero tras la crisis»
Los trajes, las flores, el convite... Los novios ya no pueden con los gastos de la boda y deciden retrasarla hasta que mejore la situación u optan por recortar el número de invitados
AMANDA SALAZAR
Domingo, 11 de enero 2009, 04:02
Tras años de novios, Juan y Yolanda por fin se han decidido a pasar por la vicaría. Acababan de entregarles la casa que con ... tanto esfuerzo han estado pagado durante dos años de promoción. Juan le propuso matrimonio a Yolanda con anillo de brillantes incluido y después de pasar el mal trago de pedirle a su futuro suegro la mano de su hija. Pero, después de dar este importante paso, llegó la hora de hacer números.
A pesar de la bajada de tipos de interés, la hipoteca se lleva casi todo el sueldo de la pareja y la situación laboral de Yolanda no es nada estable porque en su empresa están empezando a despedir a trabajadores, incluso a los que tienen contratos fijos. Así que, en lugar de casarse en 2009 como habrían deseado, Juan y Yolanda han decidido posponer la boda, al menos, hasta 2010. «Así veremos cómo está la situación de Yolanda en el trabajo y tendremos el doble de tiempo para ahorrar para la boda», indica Juan, un poco decepcionado porque su proyecto de pareja dependa tanto del ruin dinero.
Y es que todo el romanticismo que tiene el planear una boda se borra de un plumazo cuando los novios echan mano de la calculadora. Las cuentas no terminan nunca: las flores, los trajes, las invitaciones, los detalles para los invitados, el convite, el coche de los novios... Pero la cosa no está para derroches y muchos novios, al igual que Juan y Yolanda, se han visto obligados a dejar el 'sí, quiero' para otro momento, ahogados por los gastos de la hipoteca y, en muchos casos, afectados por recortes de plantilla en sus trabajos. Y los que se embarcan en celebrar el enlace lo hacen recortando todos los presupuestos.
Así lo asegura Vanessa Cobos, responsable de la empresa de organización de eventos Emotiva, que fija en un 15% la caída de reservas en la provincia con respecto al pasado año. «El aumento del paro es lo que más echa para atrás a los novios», indica Cobos, quien explica que las parejas esperan ahora hasta el último momento antes de empezar a organizar el enlace y de contratar el lugar del convite. «El tiempo medio de antelación en la preparación de las bodas en Málaga ha descendido desde los catorce meses hasta los ocho meses actuales», explica Cobos. La inestabilidad laboral está detrás de este dato, que todavía es sólo una previsión hasta ver cómo se comporta el sector a partir del próximo enero.
Enlaces más íntimos
Además, los que se deciden a celebrar la unión, lo hacen reduciendo al mínimo el número de invitados. Atrás quedaron los grandes convites de más de 300 invitados y donde muchos eran compromisos, no sólo de los novios, sino también de los padres de estos. El banquete, sin duda la parte más costosa de una boda, es también la que sufre más recortes por parte de los novios en tiempos de crisis. De una media de 145 invitados se ha pasado a poco más de cien personas, según explican desde Emotiva. «Las bodas son más íntimas y asisten las personas que realmente conocen de cerca a los novios», dice Cobos.
Las salas de banquetes también atestiguan el descenso en el negocio de las bodas. Santiago Arcos, responsable de la Finca El Alamillo, en Alhaurín de la Torre, indica que sus previsiones para el año 2009 han bajado un 50% y que la ocupación ha pasado de los 350 invitados hace un par de años a menos de 200 para el próximo. «Antes en estas fechas incluso teníamos muchas bodas contratadas con dos años vista y ahora apenas tenemos unas pocas; se nota mucho la mala situación económica y esperamos que pronto mejore», explica Arcos. En otra sala de banquetes de Alhaurín de la Torre, El Romeral del Rocío, aseguran que las bodas programadas para 2009 han bajado un 40% y que los novios llegan pidiendo todas las rebajas posibles. De hecho, en muchos lugares de celebraciones se ofrecen ya descuentos desde el 10% y otra serie de ventajas para animar a los posibles novios a darse el 'sí, quiero'.
Menús económicos
Otra forma de ahorrar es eligiendo un menú más asequible para el convite. El precio medio por menú que elegido por las parejas ha descendido un 4%, pasando de 62 a 59 euros por invitado, según el estudio elaborado por Emotiva. Aunque para esto, se dan dos tipos de parejas, según explica Vanessa Cobos: «Hay novios que prefieren mantener la calidad a costa de reducir la lista de invitados y otros que prefieren invitar a todo el mundo, pero con un menú más económico», asegura.
La gerente de Emotiva comenta que algunos clientes incluso han tenido que cancelar la boda por problemas económicos. «Es muy triste, porque se supone que es el día más feliz de sus vidas y cuando les ocurre algo así se sienten muy decepcionados, sobre todo porque muchas parejas vienen con la ilusión de casarse en una fecha o año concreto y se sienten muy frustrados cuando no pueden cumplir sus previsiones», dice Cobos.
Los caprichos también sufren la crisis. Los detalles extravagantes u originales que antes eran muy habituales en los enlaces también se han visto reducidos. «Por ejemplo, ya nadie nos pide carroza de caballos para la iglesia, coches de época o limusinas y utilizan su propio vehículo o el de algún familiar para recortar», añade la responsable de Emotiva. también se reducen los regalos a los invitados y si antes se ofrecían dos o tres distintos tras el convite, ahora la tendencia es hacer sólo uno, y buscar la mejor relación calidad-precio.
Donde parece que los novios no están dispuestos a hacer recortes es en los trajes. Sobre todo los de la novia. «A las chicas les hace ilusión el vestido y cuando encuentran el que más les gusta no miran el precio», señala Cobos. Aunque el sector de los trajes de novia sí está notando la escasez de ceremonias. La tienda de Carla Sposa no ha resistido la crisis y se han visto obligados a echar el cierre, según explica una de sus trabajadoras, que continúa en la tienda liquidando las existencias.
Tendencia a la baja
Además de las previsiones para 2009, el número de bodas también ha descendido en los últimos años, sobre todo las religiosas. Los últimos datos de 2006 del Instituto Nacional de Estadística revelan que, frente a las 4.406 bodas por la iglesia que se registraron en Málaga, otras 3.192 se celebraron de forma laica, recortando todavía más las diferencias entre ambas. Durante 2008, se celebraron 225 enlaces civiles entre el Salón de los Espejos y el jardín de La Concepción en Málaga capital. Todavía queda por ver cómo afectará la crisis económica a las cifras de uniones y si se cumplen las previsiones que marcan las empresas del sector.
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