Lissavetzky: «El dopaje de Gurpegui se ha demostrado incluso judicialmente»

Jaime Lissavetzky se defendió ayer de las recientes acusaciones lanzadas por el antiguo jefe de los servicios médicos del Athletic, el doctor Sabino Padilla, quien aseguró que el dopaje de Gurpegui «fue un montaje del CSD para inhabilitar a algunos médicos pensando en que Madrid iba a ser la sede de los Juegos de 2012». «Los resultados del positivo de Gurpegui se han demostrado incluso judicialmente», recordó el secretario de Estado para el Deporte.

«Sabino Padilla tendrá sus razones para decir lo que ha dicho», afirmó Lissavetzky, que garantizó la limpieza y transparencia del CSD en el proceso que llevó a castigar al centrocampista con dos años de suspensión. «En esta casa no se ha intentado nunca hacer nada contra nadie en temas de dopaje», afirmó.

Ante las numerosas muestras de apoyo al futbolista que la medianoche del jueves cumplió su sanción por un positivo por 19-norandrosterona, un metabolito de la nandrolona, Lissavetzky comentó que «Gurpegui tiene todo el derecho del mundo a ser reivindicado y a que se le trate de forma excelente en todos los estadios», aunque insistió en que «si cometes un error tienes que pagar».

También aprovechó para elogiar la figura del futbolista del Athletic fuera de los terrenos de juego: «Gurpegui no es sólo un jugador excelente, sino también una persona excelente».

Declaraciones

Mientras tanto, Carlos Gurpegui explicó ayer que, una vez cumplida la sanción, a partir de ahora lo único que quiere es «disfrutar del fútbol». «Ya está todo. Ya ha pasado. A partir de aquí me he quitado el lastre que llevaba encima y ya sólo quiero disfrutar del fútbol. Ojalá empiece el domingo y sea una etapa de muchos años», dijo el jugador, que comenzó agradeciendo la ayuda recibida durante el tiempo de sanción.

«Lo he pasado con mi familia de casa y mi familia que es el Athletic», resumió por parte de quien se ha visto apoyado y defendido, si bien destacó especialmente a un psicólogo, quien en su momento le «hizo ver las cosas de otra forma». No obstante, se acordó también de quienes recibió palabras que no le gustaron, entre ellos el Secretario de Estado.