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REPASO GENERAL

El orgullo de Heredia

La Junta sigue con su trilerismo de no provincializar sus cuentas. / María Gámez se la juega en territorio hostil, el de Teresa Porras. / El alcalde vuelve a su afición favorita: plantear rascacielos.

JAVIER RECIO

Domingo, 4 de noviembre 2012, 02:29

La noticia estrella de la semana, aunque no hay que tomarse al pie de la letra el calificativo, ha sido la presentación de los Prespuestos de la Junta para el año que viene. En Málaga ha sorprendido que se destinen 90 millones para el Metro. Y la sorpresa no es porque haya esa partida, que es justa y necesaria para que el metropolitano salga de su categoría de nonato, sino porque las inversiones no están provincializadas. Salvo que haya alguna medio digna de contar. Esta decisión de ocultar negro sobre blanco lo que se destina en cada provincia es de un trilerismo político inaceptable. No se puede tratar a la gente como si fuera idiota. Los ciudadanos saben que la situación es la que es, por lo que los dirigentes no tienen que estar asustados por decir la verdad. Es más, lo saben mejor que los propios políticos. Sí, sí. Solo hay que escuchar los comentarios que se hacen a los presupuestos. Por un lado, Elías Bendodo, presidente del PP, asegura que las cuentas andaluzas son una tomadura de pelo debido a su escasa inversión. Se ve que ha tenido un ataque de amnesia, porque los Presupuestos Generales del Estado, que elabora su partido, presentan los peores datos en la última década. Que con la que está cayendo es normal además. Por otro lado, está Miguel Ángel Heredia, secretario general del PSOE de Málaga. El líder socialista no solo no ha dicho que la cosa está cortita, sino que además se siente orgulloso de estos presupuestos. «¿Y por qué?», cómo diría Mourinho. Porque garantiza la sanidad, la educación y las pensiones, según dice. O sea, que tenemos que estar henchidos porque no se cierran los hospitales, ni los colegios ni las pensiones. Y el personal que trabaja en estos sectores sin enterarse. Mira que son tontos. No se sabe muy bien por qué un día sí y otro también están con las protestas. Ni que le estuvieran recortando. Lo que hay que oír. Hay quien dice que un tuitero 'malaguita' ya le ha creado el hastag #taslucíomiguelae. Antigua prisión. DOS MODELOS La antigua prisión provincial está dando que hablar, porque hay diferencias sobre cómo volver a llenarla sin que medie ya la orden de un juez. El alcalde, pese a estar en la semana de Halloween, se ha quitado la careta en este asunto y apuesta por la Universidad Católica de Murcia, que quiere abrir sede en Málaga. María Gámez ha emprendido una campaña no ya contra la institución docente (aunque se note un cierto tufillo anticlerical, para qué engañarse), sino contra el uso privado del antiguo presidio. La mayoría de los colectivos vecinales apoya las tesis del Ayuntamiento. Hay que tener en cuenta que esa es 'zona TP', o sea, un barrio 'controlado' por la concejala Teresa Porras, que tiene bastante predicamento por aquellos lares. Como si fuera la alcaidesa. Sobre el papel no parece una mala idea que Málaga cuente con una universidad privada y que sea en esa zona, pues destinar 14.000 metros cuadrados a asociaciones para jugar al dominó y al parchís parece un exceso, sobre todo si hay una entidad que puede pagar un alquiler, mantener el inmueble y revitalizar económicamente el barrio. El hecho de que sea o no una universidad ultracatólica no deja de ser anecdótico, pues aunque quiera instalarse en la antigua prisión, nadie iría allí obligado. Muchos estuvieron allí condenados en nombre de la libertad. Y ser libres incluye elegir dónde se quiere estudiar. Puerto. MÁS DELATORRISMO El Puerto sigue dando que hablar. El nuevo presidente del recinto portuario, José Sánchez Maldonado, mantuvo la primera reunión de cortesía con el alcalde. De la Torre, fiel a su estilo, aprovechó la ocasión para plantearle varios asuntillos. Uno de ellos fue el del supermercado en la esquina de oro, hasta ahora de oro de aquel... del moro, pues ese vértice no ha cuajado. Hace falta que a Muelle Uno vaya más gente que los aficionados a los cubitos de cerveza y por eso se quiere retomar la idea del súper. Los impulsores de la zona, que han invertido 50 millones en la misma, quieren poner un negocio en la esquina que sirva de locomotora para animar al resto de comercios, que pasan las horas vacíos. Es lo que tiene mirar por sus negocios. Veremos si les dejan esta vez. El regidor también aprovechó para plantearle uno de sus temas favoritos: la instalación de una torre. En esta ocasión se trata de un hotel de 170 metros que se instalaría junto a la estación de cruceros. Otra más, junto a las de Repsol, Térmica y Martiricos. Ninguna se ha levantado. No pasa nada. En eso consiste el delatorrismo. Torres más grandes se han presentado...

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