Nuevas huellas del cocodrilo de Mijas corroboran su traslado a otra laguna
La Guardia Civil investiga a los propietarios de especies exóticas de la provincia cuya pertenencia deben tener legalmente catalogada
MARI CARMEN JAIME
Viernes, 5 de abril 2013, 11:44
La subida de las temperaturas de los últimos días ha despertado al cocodrilo que habita en el paraje mijeño de Majada Vieja, ubicado cerca del límite con los términos municipales de Ojén y Marbella. El animal ha aprovechado las recientes jornadas soleadas para calentar su cuerpo, según Enrique Prieto, propietario del Cocodriles Park de Torremolinos, que ayer avistó una nueva marca del aligator. A diferencia de la encontrada anteriormente, ésta no está en la laguna principal, sino en otra de las cinco que acumula la parcela en la que el pasado mes de febrero un vecino alertó de la presencia de esta especie a la Guardia Civil.
Según Prieto, la huella corresponde a principios de esta misma semana «ya que las lluvias de Semana Santa borra los rastros más antiguos». La marca se encontró sobre un talud de tierra alejado de la laguna principal y junto a otra de menor tamaño. «Es un aplastamiento de hierba y un hundimiento del lodo donde están marcadas las patas traseras, una delantera y el tronco del reptil», describe el experto.
En su opinión esta especie de caimán ha optado por cambiar su ubicación debido a que el carril terrizo que discurre junto a la balsa de mayor tamaño es muy empleado por coches y otros vehículos a motor para conectar La Mairena con La Cala de Mijas a través del paraje del Puerto de Los Gatos. «Los aligatores no se acercan a los seres humanos, su presencia les hace sentir incómodos y siempre optan por refugiarse en entornos tranquilos», argumenta.
Prieto localizó estas marcas dentro de una ronda de visitas que ha realizado en las últimas semanas por el entorno. El objetivo de éstas pasa por acotar el entorno donde se mueve el reptil. Y es que, la parcela donde se ha avistado suma cinco lagunas que están conectadas por arroyos. Pese al nuevo hallazgo, ni el propio experto ni la administración local consideran oportuno modificar los protocolos de búsqueda actuales porque insisten en que «la presencia del aligator fuera del agua no será habitual hasta que las temperaturas se estabilicen en 25 grados, no antes del mes de mayo». Así, de momento el Ayuntamiento ha aplazado la presencia de un vigilante en la torreta ya instalada en el entorno, cuyo uso inicialmente se anunció para después de Semana Santa.
El método de captura más recomendado por el propio Prieto pasa por colocar piezas de carne putrefactas a unos palmos de altura sobre la orilla del agua para que el olor atraiga al caimán. Según fuentes municipales, de todas las actuaciones planteadas al equipo que investiga el caso es la que mayor probabilidades de éxito, y que además permitiría dar caza al animal sin que su vida corra peligro. Eso sí, la puesta en práctica de este método requiere que el aligátor salga de su proceso de letargo y tenga hambre, situación que no se producirá hasta bien entrada la primavera.
Otra de las complicaciones que presenta este protocolo es que la fauna que habita la parcela -insectos, reptiles y aves pequeñas, principalmente- «sacien» sin problemas al reptil, cuyas huellas delimitan un rango de doce años de edad, 70 kilos y alrededor de dos metros de longitud.
Catálogo de especies
La investigación en torno al cocodrilo no se limita a trabajos de campo que realizan tanto el gerente del parque torremolinense como Policía Local y miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. La benemérita trabaja desde hace semanas comprobando la población de especies exóticas y protegidas de la provincia en base a un catálogo de propietarios legales. En él aparecen todos los datos de especies alóctonas que se tienen como mascotas o en zoológicos así como en otros parques de animales.
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