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ÁNGEL ESCALERA
Martes, 27 de abril 2010, 03:43
Disponer de un servicio de medicina intensiva potente, dotado de medios tecnológicos punteros y profesionales de experiencia es un aval de calidad para atender en condiciones óptimas a pacientes con dolencias graves. El Complejo Hospitalario Integral Privado (CHIP) o nueva clínica La Encarnación presentó ayer en sociedad a los seis facultativos que forman su servicio de medicina intensiva. El director médico del CHIP, Gustavo Nofuentes, explicó que son profesionales de una reconocida solvencia, lo que garantiza a los enfermos una asistencia de primer orden.
El doctor Nofuentes aseguró a este periódico que el área de cuidados intensivos es una de las más fuertes y mejor dotadas del hospital. Dispone de veinte camas para enfermos de observación de urgencias, cuidados medios y cuidados críticos. El servicio está coordinado por Juan Mora, junto a quien están los doctores Miguel Salguero, Gabino Jiménez, Inés Macías, Emilio Curiel y Javier Muñoz. Los seis trabajan también como médicos intensivistas en el Hospital Regional Carlos Haya.
«Es uno de los mejores equipos de profesionales de Málaga», aseguró el doctor Nofuentes, que fue el encargado de presentar el acto y dar paso a Juan Mora. Este pronunció una conferencia sobre la sepsis por Gram positivo, que es una de las causas más frecuentes de mortalidad en la unidad de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales. Para lograr que el enfermo que la sufre salga adelante es fundamental hacer un diagnóstico precoz y fijar un tratamiento adecuado. Al acto también asistió el gerente del CHIP, Jesús Burgos.
El servicio de medicina intensiva de la nueva Encarnación atenderá a unos 500 enfermos al año. «Como contamos con unos profesionales muy bien formados y acostumbrados a tratar este tipo de patologías, disponemos de unos medios tecnológicos de primer nivel y muy modernos, y las instalaciones son amplias y seguras estamos en condiciones de garantizar la asistencia de cualquier clase de urgencia o emergencia que se presente, así como posibles complicaciones postquirúrgicas que surjan, por muy graves que sean», subrayó Gustavo Nofuentes. Añadió que esperan no tener que derivar a ningún enfermo de medicina intensiva a otro hospital.
En la actualidad, unas 350.000 personas reciben atención cada año en las unidades de cuidados intensivos españolas, con una estancia media de cinco días. Los accidentes de tráfico, la insuficiencia respiratoria aguda, la patología coronaria crónica o los pacientes quirúrgicos de alto riesgo son las principales causas de ingreso en una UCI.
Especialidad desde 1977
La medicina intensiva, desde 1977, debe ser ejercida en España por especialistas en esa materia tras superar el examen MIR y formarse luego durante cinco años. Esos médicos prestan atención a los sistemas cardiovascular, nervioso central, endocrino, tracto gastrointestinal y nutricional, hematológico, microbiológico, renal, metabólico y sistema respiratorio. Para ello, se utilizan una serie de equipos y tecnología, como los aparatos de ventilación mecánica y equipos de hemofiltración y de monitorización cardiovascular, líneas endovenosas y sonda, así como una amplia gama de fármacos, explicó el director médico del Complejo Hospitalario Integral Privado.
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