Nzosa pasa a un contrario en presencia de Rivero durante el partido ante el Burgos. ÑITO SALAS

El Unicaja y sus complejos escenarios económicos

La situación más pesimista le obligaría a desprenderse de todos sus jugadores salvo Alonso, Guerrero y Nzosa

Martes, 6 de abril 2021, 00:49

Complicado panorama. El Unicaja se encuentra en una situación desconocida en su historia reciente tras la decisión de la Fundación Bancaria de retirar la subvención para el equipo profesional ... que aportaba al presupuesto del club. Sin presidente y a la espera de un recambio, el club ya se ha puesto a analizar los distintos escenarios presupuestarios y deportivos con los que tendrá que acometer la próxima temporada. Sin la posibilidad de contar con los tres millones que aportaba su propietario y con las dudas sobre el regreso del público, los gestores del club hacen cálculos sobre la hoja de ruta que hay que tomar para mantener la viabilidad de la entidad en términos económicos y deportivos.

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Hay distintos escenarios, con alguna situación drástica y dolorosa, pero también se espera que el «contexto» varíe, así es como se refieren en la cúpula cajista a un posible cambio de opinión por parte de la Fundación, quizá forzada por la presión de las administraciones que, de momento, no ha movido ficha pese a lo delicado de la situación.

Hasta ahora, lo único seguro es lo que se decidió en el consejo de administración de la semana pasada, con una economía de guerra que implicará una transformación radical. Sin los tres millones de la Fundación, el Unicaja está abocado a desprenderse de casi todos los jugadores que tienen contratos de larga duración, quizá se podría plantear alguna renegociación, pero parece complicado. De este modo, sólo Nzosa, Francis Alonso y Rubén Guerrero podrían continuar. Los tres tienen el salario más bajo y, en el caso de los dos últimos, siempre que se hagan efectivas las opciones de renovación que tiene el club. Con Guerrero se planteó hace meses un contrato de larga duración en el que no se ha avanzado. Hay buena predisposición, pero curiosamente sus agentes estuvieron hace dos semanas en Málaga y se fueron de vacío, algo que les extrañó... Al margen de estos tres casos, el resto de los jugadores con contratos largos (Díaz, Fernández, Suárez, Abromaitis, Bouteille y Brizuela), ninguno podría continuar. Así de duro.

Nadie en el Unicaja quiere pensar en este primer supuesto, por lo que casi que se cruzan los dedos porque se avance en la vacunación y el público pueda regresar al Carpena a finales de septiembre cuando arranque la temporada 2021-2022. Esto permitiría ingresar una cantidad importante por venta de abonos, aunque no se sabe de qué porcentaje del aforo se podrá disponer. Con los más de dos millones que se podrían ingresar, el impacto en la plantilla sería menor, aunque también importante si la Fundación no cambia de opinión.

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Por último, en el Unicaja también cuentan con que la situación se normalice y que se alcance un consenso, por llamarlo de algún modo, en esa reunión que su propietario anunció con Unicaja Banco, patrocinador del club, a raíz de la información de SUR, para analizar el próximo presupuesto. Algunas fuentes apuntan a que quizá entonces la Fundación aporte algo más de dinero y que también el banco vuelva a dar un paso al frente, como ya hizo en pleno confinamiento asumiendo la totalidad del presupuesto de la entidad. Pero este es un supuesto sin fecha y que carece de seguridad según se están desarrollando los acontecimientos. Y el problema es que la vida del Unicaja continúa. Hay que planificar cómo será la próxima temporada, tanto a nivel deportivo como institucional y sin olvidar el papel que tendrá el equipo femenino, que queda excluido de la subvención de la Fundación (600.000 euros), que debe ser invertida en la cantera.

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