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El equipo de OWO en el 'stand' de la CES de Las Vegas esta misma semana SUR
La malagueña OWO y su revolucionario chaleco sensitivo hacen las Américas

La malagueña OWO y su revolucionario chaleco sensitivo hacen las Américas

La 'start-up' malagueña triunfa en la Consumer Electronics Show (CES) de Las Vegas, donde las multinacionales se 'pelean' por distribuir su innovador producto premiado en esta feria internacional

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Viernes, 7 de enero 2022, 18:08

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Año 2045. En un futuro totalmente distópico, los seres humanos viven su vida real dentro de 'Oasis', un mundo virtual en el que todo es posible; aunque para ello precisan de unas gafas de realidad virtual, una cinta parecida a las de correr y un chaleco háptico para sentir en su propia piel todo lo que sucede a su alrededor. Este pequeño texto bien podría servir de sinopsis de 'Ready Player One', una película que Steven Spielberg dirigió en 2018 y que mostraba un desarrollo tecnológico lejano para nuestra sociedad... hasta ahora. Desde hace unos días, el sector tecnológico mundial ha descubierto el chaleco háptico fabricado por OWO, una 'start up' malagueña que se ubica en el Polo Nacional de Contenidos y que acaba de recibir el Premio a la Innovación en la Consumer Electronics Show (CES), la mayor feria electrónica del mundo que se celebra en Las Vegas (EE UU) esta semana. Eso sí, hay un matiz en la comparación. La idea de Spielberg precisaba de un cable, el invento malagueño, no.

Desde la 'ciudad del pecado' atiende a SUR su máximo responsable, José Fuertes, que define la visita a la feria y el interés causado entre las grandes empresas y medios de comunicación como una «auténtica barbaridad». «Nos han destacado en el 'Washington Post' y nos han entrevistado medios japoneses y 'France-Presse'. Está siendo increíble», asegura Fuertes, que explica que la principal conclusión que se ha derivado de su presentación está muy clara: «Por fin el metaverso cobra sentido».

Más allá del premio en cuestión, este viaje tiene un objetivo muy marcado para Owo: conseguir un 'partner' para pasar a fabricar y vender decenas o centenares de miles de chalecos por todo el mundo. «Hay mucho interés de varias multinacionales en nuestro producto. Tendremos que sentarnos a decidir con cuál queremos trabajar para distribuir el chaleco», señala Fuertes. El CEO de la empresa -que en este viaje ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga, Promálaga, el Polo Digital y el Ministerio de Cultura- prefiere ir «sin pausa, pero sin prisa», y espera que el chaleco se pueda vender de forma masiva en el mundo a lo largo de 2022. «Pensamos que tendrá un precio de menos de 400 euros», avanza.

Además del uso recreativo para los videojuegos y para el cine, el producto tiene otras utilidades. «Se están interesando el ejército y la policía americana, pero también para investigación», enumera Fuertes, que pone como ejemplo las universidades. «En Florida están esperando a que vayamos para poder ver de qué manera podemos trabajar con el ámbito universitario», añade. Este tipo de ofertas están llegando gracias al premio, que en realidad es un reconocimiento de la industria a una propuesta completamente innovadora. es un reconocimiento por parte de la industria. «El Covid ha impedido que se pueda probar antes a nivel internacional, pero al fin ha llegado. »Estamos en el camino de poder convertir el mundo virtual en real«, sentencia su ideólogo.

Una palabra clave: háptica

Tal como ya explicara SUR hace unos meses, la palabra clave es 'háptica'. Así se denomina a la tecnología que quiere trascender la manera en la que el ser humano interactúa con la realidad virtual. Hasta ahora, su percepción ha sido auditiva y visual, ya que se manifiesta a través de altavoces y en la pantalla. «Nosotros añadimos el tacto al mundo virtual», destacó Fuertes en un reportaje publicado en noviembre. Así, la experiencia de jugar un videojuego con el chaleco de OWO representa algo realmente novedoso. Involucrar los sentimientos tienen una ventaja. Llegan de manera rápida al usuario y abren dimensiones que hasta ahora no se habían utilizado. Además, al contrario de lo que pasa con un estímulo visual, que se puede ignorar cerrando los ojos, no hay ninguna escapatoria.

OWO ha patentado su chaleco, que ya es un producto final a la espera de que uno de los gigantes tecnológicos lo haga suyo y catalice la gran expansión, un hecho que ya es una realidad tras la visita a Las Vegas. La principal atracción de este chaleco es su gran sensibilidad a la hora de trasladar al jugador lo que está pasando en la pantalla, y de momento ya ha convencido a los profesionales del sector.

La variedad de configuraciones que permite el software desarrollado por el equipo de OWO es amplio y va desde el impacto de una bala, pasando por una puñalada hasta el golpe en un pecho. La intensidad se puede configurar de manera individual a través del móvil, que está conectado al chaleco por bluetooth, sin que haya ningún cable de por medio.

La fantasía en la aplicación de esta tecnología no tiene límites. Quien dice videojuegos también dice una película. Sentir lo que siente el protagonista elegido es posible con el chaleco de OWO. Desde el balazo hasta el latido del corazón durante si se recibe un beso. El chaleco es una herramienta directa, que traslada lo que se ve en la pantalla. Si se piensa en la última fantasía tecnológica llamada metaverso, el chaleco parece encajar como un guante.

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