El fratricida de Benalmádena es abogado en Madrid y vino a Málaga en busca de un «gato egipcio»

De lo extraño de la situación dio cuenta la propia víctima cuando su hermano se presentó en su casa, en la zona de la Sierrezuela de Benalmádena, la tarde del 3 de diciembre. Adela Ferrer (42 años) envió varios audios de WhatsApp a sus amigas en los que les comentaba que el ahora detenido había venido a Málaga -vivía en Madrid- a recoger un gato de esas características en un criadero, aunque no precisó cual.

Pese a lo raro que le resultó el viaje, la víctima le ofreció quedarse a dormir en su casa. Era tarde, no tenía dónde ir y a la mañana siguiente podía salir a buscar el gato egipcio, cuyo nombre real es 'gato sin pelo canadiense' (de donde es originario), gato esfinge o sphyinx, una mascota que se caracteriza por el tamaño de sus orejas y sus ojos, por la ausencia de pelo y bigotes, y por su extraordinaria energía. Al parecer, el hermano de Adela le atribuía algún tipo de poder ancestral, según mencionó.

Hasta donde se conoce de la investigación, no está claro qué desencadenó, de madrugada, una discusión que los vecinos creyeron de pareja. Los policías de la comisaría de Torremolinos-Benalmádena que acudieron a la vivienda pensaron que atendían un servicio de violencia de género. Un vecino les indicó la dirección en la que había huido el sospechoso, al que empezaron a perseguir sin saber muy bien qué había hecho. Del asesinato se enterarían después.

El hermano de Adela escapó a gran velocidad en un Mercedes tipo ranchera. Se salió de la autovía por la salida del Higuerón y tomó la carretera que une Benalmádena y Mijas pueblo. Acabó teniendo un accidente y abandonó el coche en la cuneta para huir campo a través. Decir que la policía lo encontró escondido entre la maleza es resumir en exceso. Los agentes tuvieron que adentrarse en una zona escarpada provistos únicamente de linternas en el silencio y la oscuridad de la noche. Tardaron dos horas en encontrarlo escondido entre unos arbustos junto al cauce de un arroyo.

Los investigadores han instruido un atestado con las evidencias del caso que ya ha sido entregado en el Juzgado de Instrucción número 4 de Torremolinos, en funciones de guardia. El juez lo envió a prisión por asesinato -Adela tiene la mayoría de las puñaladas en la espalda- y ordenó que lo ingresaran en un centro penitenciario con unidad de psiquiatría y/o salud mental. Incluso arrestado seguía hablando del gato egipcio.