La excusa a la policía del presunto maltratador de la mujer que se escondió en un armario en Coín: «Sólo discutía con mis dos gatos»
El hombre logró engañar la primera vez a los agentes, que volvieron gracias a que la víctima pidió ayuda a una amiga a través de WhatsApp
«Vivo solo. Estaba discutiendo con mis dos gatos». Con esa excusa logró librarse de la policía un presunto maltratador cuya expareja se había escondido en un armario presa del miedo. Sólo le sirvió durante un tiempo, porque la mujer logró pedir ayuda a una amiga a través de WhatsApp y ella alertó de nuevo a los agentes.
Ocurrió la noche de este domingo 9 de octubre en la localidad de Coín. Varios ciudadanos telefonearon a los servicios de emergencias para alertar de que se estaba escuchando mucho ruido dentro de una vivienda, por lo que se avisó a la Policía Local del municipio.
Los agentes se presentaron en el domicilio minutos antes de las once de la noche. Llamaron a la puerta y les abrió un individuo que se identificó como el propietario de la vivienda. Los policías le preguntaron por el alboroto que se había producido en el piso y el hombre dio la excusa de los gatos.
Los funcionarios le creyeron y se marcharon. Sin embargo, al cabo de una hora, la Policía Local recibió una segunda llamada de una mujer que reside en otro municipio de la provincia y que informaba de que una amiga le estaba escribiendo por WhatsApp desde un armario en el que se había escondido porque tenía mucho miedo.
Cuando la mujer les proporcionó la dirección donde estaba su amiga, no tardaron ni un segundo en reconocerla: era la misma del hombre que decía haber discutido con sus dos gatos, según explicaron fuentes cercanas al caso.
Los policías locales volvieron al domicilio y llamaron de nuevo a la puerta. Les abrió el propietario, visiblemente nervioso. Los agentes le pidieron permiso para entrar e inspeccionar el inmueble, a lo que él accedió.
A simple vista, no había nadie más en la vivienda, pero al abrir uno de los armarios localizaron a la víctima. Estaba llorando. Los funcionarios le preguntaron por lo ocurrido y ella les contó que su expareja le había obligado a ir a su domicilio y, una vez allí, le había propinado golpes en la cabeza, además de someterla de distintas vejaciones. Por eso, dijo, se refugió en el armario.
La mujer fue trasladada al centro de salud de la localidad ya que mostraba un cuadro de ansiedad así como fuerte dolor en la cabeza.
Los policías locales comprobaron la documentación del sospechoso y, tras hacer una gestiones con la Guardia Civil de Coín, descubrieron que tenía una orden de alejamiento de su expareja vigente desde el pasado 28 de septiembre. Tras ello, fue detenido y puesto a disposición judicial.
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