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Un hombre de 43 años ha sido detenido en Estepona por, presuntamente, atracar dos veces en apenas 48 horas en el mismo comercio de alimentación. En el primer asalto, según ha informado la Policía Nacional, el individuo acudió al local con el rostro cubierto por un pasamontañas y, supuestamente, amenazó a la dependienta utilizando un arma blanca para que le hiciera entrega de la recaudación.
Dos días después, siempre según la versión policial, el hombre volvió al establecimiento y, aprovechando un descuido de la víctima, se llevó el dinero de la caja.
Los agentes de la UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) de la Comisaría de Estepona se hicieron cargo de la investigación tras el primer incidente, cuando el sospechoso se acercó al establecimiento por la noche, poco antes de su hora de cierre, para evitar que hubiera testigos.
La cajera ofreció una descripción del sujeto, a pesar de que ocultaba buena parte de la cara, y también aportó las imágenes captadas por la cámara de seguridad. Con estas pistas, los efectivos se pusieron en marcha para empezar a esclarecer los hechos y la identidad del atracador.
Apenas 48 horas después del asalto inicial se produjo un nuevo robo en la misma tienda y presuntamente por la misma persona. De nuevo, habría aprovechado que era la hora del cierre para, sin emplear violencia ni intimidación, llevarse el dinero de la caja registradora en un descuido de la trabajadora. Esta vez también volvió a utilizar un pasamontañas.
Las averiguaciones de la UDEV ya se encontraban en una fase avanzada cuando se produjo el segundo atraco, saldándose con el arresto de un ciudadano de 43 años al que le constaban una quincena de arrestos, como supuesto autor de ambos asaltos. La mayoría de sus antecedentes, según ha precisado la Policía Nacional, estaban relacionados con delitos contra el patrimonio.
A las diligencias practicadas por los agentes se sumó el reconocimiento del presunto responsables de los robos por parte de la empleada del comercio. La imagen de los ojos, la nariz y las cejas del investigado, que era la única parte del rostro que quedaba al descubierto con el pasamontañas, no pasó desapercibida para la víctima, que pudo identificarlo sin ningún género de dudas.
El hombre, finalmente, fue detenido por su supuesta implicación en dos robos, ascendiendo el botín alcanzado a unos 500 euros. El sospechoso ya ha pasado a disposición judicial, que ha decretado su ingreso en prisión.
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