
Secciones
Servicios
Destacamos
DAVID S. OLABARRI
Domingo, 30 de septiembre 2018, 12:43
Yaina salió de trabajar del Jantoki Berri poco antes de las doce de la noche. Ese día, además, habían celebrado el cumpleaños de su hija y se dirigía a casa con su pequeña Salomé, de 10 años. Caminaba por Alameda San Mamés y llevaba el móvil en la mano. Mandaba mensajes de audio a su hermano, que vive en Colombia. Le contaba cómo había sido todo, que estaba bastante cansada y que además tenía todavía que hacer varias cosas cuando llegase a casa. De pronto, un joven apareció por su espalda, le arrebató el móvil de un brusco manotazo, golpeándola «en la cara», y salió corriendo. Yaina empezó a gritar pidiendo auxilio. En el audio se escucha el momento en que Yaina va hablando con su hermano, sufre el robo y empieza a pedir ayuda. (Ver la noticia original en El CORREO).
En ese momento -el suceso se produjo hace unos días-, Edu estaba terminando la jornada en su hamburguesería, Hot Dog's House. Escuchó los gritos de Yaina pidiendo ayuda, mientras Salomé no paraba de llorar. Estaba justo en la acera de enfrente. No se lo pensó dos veces y salió del local. «Fue algo instintivo», explica. Vio al ladrón. Iba corriendo. De pronto, al toparse con la comisaría de la Policía Nacional, el individuo dio media vuelta y volvió sobre sus pasos. Llevaba una mochila, una especie de maleta y una riñonera. Edu fue a por él. «No pensaba que podía correr tan rápido», reconoce en una conversación con El CORREO.
Edu tardó unos 100 metros en ponerse a su altura. Ya lo tenía. En apenas dos minutos, el ladrón había tenido tiempo de apagar el dispositivo -algo que suelen hacer este tipo de delincuentes para dificultar la localización del material sustraído- y guardarlo en la mochila. Pero justo cuando sus manos se disponían a agarrar al individuo, éste dio un brusco cambio de dirección hacia la derecha. Edu hizo el mismo movimiento. Pero nada más girar escuchó un 'crack'. Y sintió un dolor muy agudo en la pierna. Su rodilla no soportó tanta presión.
Le dio tiempo a engancharle mientras caía. Consiguió arrebatarle la mochila y la maleta. El ladrón empezó a gritarle pidiéndole que le dejase marchar. «¡Ya vale! ¡Ya vale!», le decía. Lo que el tipo no sabía es que Edu tenía la rodilla tan lastimada que no era capaz ni de correr dos metros más. El ladrón salió pitando.
En el interior de las mochilas -explican- llevaba numerosos objetos «aparentemente robados». Sobre todo móviles, pero también había relojes, alguna cartera y otros objetos. El ladrón también perdió su documentación, lo que permitió identificarle y, posteriormente, imputarle.
Edu fue trasladado al hospital, donde le confirmaron los peores pronósticos: tiene roto el ligamento cruzado, aunque también sufre otra serie de lesiones en la rodilla. Los médicos le dicen que no le va a quedar otra opción que pasar por el quirófano si quiere recuperarse totalmente y seguir haciendo deporte con normalidad. Para él, autónomo que dirige un pequeño negocio, es un auténtico contratiempo, entre otras razones porque se va a ver en la necesidad de contratar a otra persona. Sin embargo, a pesar de todo, tiene claro que lo volvería a hacer. Básicamente, porque salir a ayudar a alguien en peligro es algo «instintivo».
Desde entonces, Yaina le visita con frecuencia interesándose por su estado. Esta joven de origen colombiano se siente muy agradecida. Y también un poco culpable por lo que le ha pasado. Lo que no consigue comprender es cómo el tipo que le robó, que acumula «un amplio historial delictivo» a sus espaldas, sigue rondando por la zona de Indautxu. «Me lo he encontrado varias veces. Esto es un sin vivir. El otro día estaba con mi hija y me lo encontré de frente en un paso de cebra. Me tuve que ir corriendo del pánico que me da», relata.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.