Alerta por el incremento de avispas, más agresivas debido a las altas temperaturas y la humedad

La excesiva presencia de avispas puede, además de resultar molesto, incrementar el riesgo de sufrir picaduras. Asimismo, el aumento de poblaciones y, por tanto, la necesidad de creación de más nidos, hace mayores las probabilidades de que estos terminen por alojarse en nuestras viviendas, árboles o plantas de nuestros jardines o del entorno de nuestros hogares. Desde ANECPLA, señalan que el emplazamiento de este tipo de nidos en zonas habitadas puede resultar peligroso. «Muestran mayor agresividad en los días en que la temperatura está por encima de los 28ºC, como suele ocurrir en nuestro país en la época estival, y hay alta humedad, aún más cuando se aproxima una tormenta», explican. Es por ello que estos nidos deben controlarse.

En general, la picadura de avispa produce una reacción en la piel que con enrojecimiento e hinchazón alrededor del sitio de la picadura, acompañada de dolor más o menos intenso atendiendo a factores como la zona del cuerpo donde se es picado. No obstante, las picaduras de avispa pueden suponer un riesgo cuando una persona es hipersensible a su veneno, un factor que la mayoría de las personas que lo padece desconoce, o cuando se producen picaduras masivas, por encima de las 25-30 picaduras, «pudiendo llegar a causar la muerte», sentencian desde ANECPLA.

Es por ello por lo que evitar la proliferación de estas poblaciones en viviendas y entornos residenciales es más que recomendable a través de la retirada de estos nidos. Una actividad que, desde la asociación, recomiendan que no sea llevada a cabo por personas inexpertas, que no cuenten con la formación necesaria o con los materiales y el equipamiento adecuado.

Si en su casa o jardín se observan un número elevado de avispas, es probable que haya algún avispero en las inmediaciones que, en épocas de reproducción como primavera o verano, puede llegar a contener miles de individuos. Así pues, ante los primeros indicios de presencia de avispas se debe eliminar el nido cuanto antes, evitando que esta población pueda reproducirse y ampliarse hasta ser de miles, y reduciendo así los riesgos de sufrir sus picaduras. Un avispero suele comenzar teniendo el tamaño de una pelota de golf, pero en apenas unos meses puede alcanzar el tamaño de un balón de fútbol.

Los nidos generalmente se construyen en lugares protegidos, con fácil acceso a zonas exteriores. Suelen ubicarse bajo tejas, aleros, cavidades, y cerca de zonas con agua, como fuentes o piscinas. Seguir la trayectoria del vuelo de las avispas al caer la tarde, cuando están de regreso a su nido, nos puede ayudar a localizarlo.

La erradicación de nidos se puede realizar mediante la aplicación de insecticidas líquidos o en polvo en las entradas al nido o, cuando es posible, directamente sobre el nido. Para evitar la repoblación de nidos vacíos al finalizar el tratamiento, hará falta retirar el nido o sellar los orificios de acceso, un trabajo que debe ser realizado por expertos. Para ello, se debe acudir a empresas de gestión de plagas inscritas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas (ROESB) de las distintas Comunidades Autónomas.