Rafael Ruiz-Rico dice que en las operaciones de amígdalas con plasma hay menos dolor y menos complicaciones Pedro J. Quero

Rafael Ruiz-Rico, jefe del servicio de Otorrinolaringología de Quirónsalud Málaga

Operaciones de amígdalas y vegetaciones con plasma
«Hay niños de tres años que no hablan bien porque no oyen a causa de las vegetaciones»

«A los bebés con sordera profunda hay que hacerles un implante coclear antes de que cumplan un año para que puedan tener un desarrollo normal», afirma este especialista

Miércoles, 4 de junio 2025, 00:14

Prestar atención al oído de los bebés y los niños en los primeros años de vida es especialmente importante porque hay problemas de audición que ... pueden resolverse con una intervención sencilla. «Hay niños que vienen con tres o cuatro años con un retraso de lenguaje y el problema es que no oyen bien porque tienen el oído lleno de moco. Se les quitan las vegetaciones y dan un cambio radical», explica Rafael Ruiz-Rico, jefe del servicio de Otorrinolaringología de Quirónsalud Málaga.

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–¿Cuándo hay que operar unas amígdalas?

–Con el tiempo ha ido evolucionando cuándo es necesario operar. Ahora hay fundamentalmente dos indicaciones: cuando el niño o el adulto tienen infecciones de repetición en las amígdalas, las anginas de toda la vida, las amigdalitis agudas, o bien cuando son grandes y producen síntomas obstructivos, ronquidos o apneas del sueño.

–La operación de anginas es bastante frecuente en niños ¿Hay también operaciones en adultos?

–Bueno, algunos empiezan con infecciones en su vida ya adulta, y otros son aquellos niños que tuvieron muchas infecciones en la infancia, que no se operaron entonces, que pasaron un periodo sin infección y se les ha reactivado de adultos. Pero, efectivamente, es una patología sobre todo de niños. De hecho, tenemos una unidad de cirugía infantil específicamente para estos cuadros en los que la accesibilidad es prácticamente de un día para otro.

–¿Cómo es la intervención tradicional de anginas y qué riesgos tiene?

–Es una operación sencilla, que casi nunca da problemas, pero tiene sus riesgos. El principal es el de sangrado: puede producirse una hemorragia hasta 10 días después. También provoca dolor postoperatorio, sobre todo en adultos, incluso operándola con las misma técnica les duele más que a los niños. Hacemos mucho hincapié en la alimentación. Al principio el niño no come, porque le duele, pero cuando pasan tres o cuatro días empieza a comer y ahí es cuando puede ocurrir que alguna heridita se abra y se produzca una hemorragia. .

–Antes recomendaban tomar helados…

–Sí, sí. Y lo seguimos diciendo.

–¿Cómo es la recuperación con la técnica tradicional?

-El principal elemento con el que tenemos que luchar es el dolor, porque se suele utilizar un electrobisturí y se quita la amígdala a una temperatura altísima. Eso realmente produce una quemadura y duele. Es verdad, que a los niños les duele menos que a los adultos. Entonces están unos días sin comer, sin hablar mucho porque les duele. Un niño pequeño de pocos kilos se puede deshidratar y hay que estar lidiando con eso. Pero, en general, lo toleran bastante bien.

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–Se está empleando una técnica con plasma ¿En qué consiste?

–Bueno, el plasma es una técnica que ya lleva unos años y que básicamente utiliza radiofrecuencias y permite una destrucción del tejido a mucha menos temperatura, con lo que el dolor es menor y el riesgo de complicaciones, también, porque a la vez que vamos destruyendo ese tejido, vamos coagulando. Entonces, el posoperatorio es mucho más llevadero que con las técnicas clásicas.

–¿También se emplea en operaciones de vegetaciones ?

–Sí. Las vegetaciones están detrás de la nariz. Habitualmente, las hemos operado por la boca, llegando a la nariz, y es un acceso complicado. Con esta técnica y con endoscopia conseguimos eliminar todo el tejido de las vegetaciones y dejar menos restos. Porque el problema, que todos los padres conocen, es que se les pueden reproducir las vegetaciones. Sin embargo, con el plasma, al apurar más, también es más difícil que se reproduzcan.

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–¿Cuándo es necesario operar las vegetaciones?

–Las vegetaciones producen ronquido, apneas del sueño, que ya es un problema más gordo, y, además, otro problema que es muy importante y que a veces pasa inadvertido. Los niños con vegetaciones pueden oír mal por la acumulación de moco en el oído y a lo mejor no se detecta hasta que tienen 3 ó 4 años y se ve que hay un retraso del lenguaje. Son niños que no oyen bien porque tienen el oído lleno de moco. Se les quitan las vegetaciones, desaparece el moco del oído y dan un cambio radical.

–¿Las amígdalas cumplen alguna función en personas sanas?

–En los primeros años de vida es un órgano de defensa muy importante, pero a los adultos ya prácticamente no nos sirven.

–¿Las operaciones con plasma son especialmente interesantes en niños?

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–Son más interesantes en niños que en adultos porque el plasma va eliminando el tejido y en los adultos, aunque también se usa, es más denso y más difícil de eliminar. Su indicación principal es en los niños porque el tejido de las amígdalas es más blando.

–Hay operaciones a niños con problemas de sordera con técnicas bastante nuevas...

-A todos los niños que nacen en el hospital se les hace una prueba para ver cómo está en el oído. Esto permite detectar qué recién nacidos tienen sordera. A los que padecen una sordera profunda hay que hacerles un implante coclear, preferentemente antes de que cumplan un año, para que pueda desarrollar su vida, su escolarización y su adquisición del lenguaje de manera normal.

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–¿Es más difícil conseguir buenos resultados con el implante coclear en niños mayores o adultos?

–Si estamos ante un paciente que ha nacido con una sordera, que ha estado 20 años sin oír y no tiene resto auditivo porque la vía auditiva no funciona bien, entonces esos pacientes van a obtener un mal resultado. Si se hace en un niño recién diagnosticado va a desarrollar un lenguaje prácticamente normal, por eso conviene hacerlo en el primer año de vida. El primer implante coclear que se hizo en España en un hospital público se hizo en Granada, que estaba yo de residente. Y se empezó haciendo solo en un oído. Ya en un niño diagnosticado hay una indicación para hacerle en los dos oídos el implante coclear. Ahora, si una persona adulta se queda sorda por la causa que sea, también se le puede poner un implante coclear. De hecho, hacemos muchos implantes en adultos. En el caso de los niños hay que hacerlo poco después del nacimiento, y en el caso de los adultos cuando dejan de oír bien. Si, por ejemplo, los audífonos ya no le sirven, cuanto antes se le ponga el implante mejores serán los resultados.

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