Borrar
Juan José Soriano explica que en el confinamiento la gente empezó a beber en casa lo que antes bebía en la calle y saltaron las alarmas PEDRO QUERO

Juan José Soriano, coordinador terapéutico de MonteAlminara

Adictos invisibles: alcohol, hachís y cocaína
«Es difícil ser abstemio en esta sociedad: pides agua y tienes que dar explicaciones»

«Educamos a nuestros hijos normalizando el consumo de alcohol. Desde pequeños ven a sus padres beber, es algo que está en nuestra cultura»

Martes, 3 de octubre 2023

Los adictos de ahora no son esas personas enganchadas a la heroína con un deterioro físico evidente. La mayoría son lo que los expertos llaman 'adictos invisibles', con una vida familiar y laboral normalizada y fundamentalmente enganchados al alcohol, que forma parte de nuestra cultura. «Es difícil ser abstemio en esta sociedad: cuando pides agua o un refresco tienes que dar 20.000 explicaciones justificándote, reflexiona Juan José Soriano Valero, coordinador terapéutico de MonteAlminara.

-¿Qué son los 'adictos invisibles' y qué perfil tienen?

-En los 80 teníamos la adicción a la heroína, que era muy visual, y había que ser muy ciego para no darse cuenta. Luego se empezaron a consumir otro tipo de sustancias y ahora la adicción ya no es tan visible físicamente, con lo cual tardan más en darse cuenta de que tienen un problema.

-Son personas con trabajo y una vida aparentemente normal…

-Sí, siguen con sus responsabilidades laborales, familiares y sociales. En el fondo el problema, más que el consumo en sí es para qué consumen. Son personas a las que les cuesta reconocer lo que realmente está sucediendo. A veces lo detecta el entorno familiar, empiezan a tener dificultades laborales, cambian rutinas, se empiezan a aislar y otras áreas de su vida comienzan a verse afectadas. En MonteAlminara llevamos ya mucho tiempo trabajando con este perfil de personas que no requieren un internamiento, pero sí un tratamiento ambulatorio, porque esto es una enfermedad y si empezamos a tratarla pronto es mucho más fácil de solucionar.

-¿A qué sustancias se enganchan más estos 'adictos invisibles'?

-La sustancia por excelencia sigue siendo el alcohol, con un porcentaje altísimo, porque forma parte de nuestra cultura por varias razones: es muy barato, es accesible y está muy normalizado. No nos llama la atención el hecho de que una persona tome varias bebidas alcohólicas a lo largo del día y en las casas se consume en familia, con menores presentes. Luego iría el cannabis y después la cocaína. La mayoría de los adictos que hay ahora mismo en España están enganchados a una de esas tres sustancias.

-¿Existe un consumo responsable de alcohol?

-No, hay que acabar con ese mito. El único uso responsable es no consumir ni gota de alcohol. Aunque no te hagas adicto es perjudicial para la salud y hay muchos estudios que avalan esto. Acabemos con esa creencia, porque el único consumo responsable es cero. Esto va en contra de generaciones y generaciones, porque en este país no entendemos una fiesta en la que no esté presente el alcohol. Se puede hacer un uso del alcohol recreativo ,en el que se disfruta de tomar una copa, pero empieza a ser un problema cuando se utiliza el alcohol para ocultar el estrés o para enfrentarse a determinadas situaciones.

-El consumo de alcohol creció mucho durante el confinamiento ¿Qué ocurrió?

-Fue una etapa dura. Los que consumían se vieron encerrados y todas esas copas o todas esas cervezas que se tomaban en la calle y que nadie de su entorno veía las empezaron a consumir en casa y saltaron las alarmas.

- Casi tienes que justificar cuando en una celebración no bebes.

-Es difícil ser abstemio en esta sociedad, cuando pides agua o un refresco tienes que dar 20.000 explicaciones para justificar que no consumes. Educamos normalizando el consumo de alcohol. Nuestros hijos desde pequeños ven que sus padres y sus amigos beben alcohol con normalidad. Y cuando llega Navidad hay que brindar con alcohol y a los niños, en lugar de champán, les damos champín, pero entendemos que tienen que educarse así, porque está en nuestra cultura. Yo creo que eso lo tenemos que erradicar.

-¿Es más fácil engancharse al alcohol, al hachís o a la cocaína?

-En un porcentaje altísimo las drogas de inicio son tabaco, en primer lugar, cannabis y alcohol. Entre otras cosas porque si planteas a la gente joven cuál es la droga ilegal más fácil de conseguir te dicen que el cannabis. Es muy accesible y relativamente económica. Se inician en esas sustancias y luego van probando otras, normalmente pasan a la cocaína, pueden entrar en juego también las benzos, los sedantes, etcétera, etcétera. Y desengancharse es un proceso complejo. Hacer una desintoxicación, tener un periodo en el que no se consume, es relativamente fácil, pero nosotros planteamos un tratamiento holístico en el que vamos a abordar las distintas causas y factores que influyen en la adicción. Es importante no poner el acento en la sustancia, porque es relativamente sencillo hacer una desintoxicación y muchas personas que tienen problemas de adicción, efectivamente, hacen una desintoxicación varias veces. Pero esa persona tiene que hacer cambios profundos, ver cuáles son las causas que están influyendo en su consumo. Estamos hablando de un proceso de maduración, de crecimiento personal, de cambio de estilo de vida... no de dejar la sustancia simplemente, sino de ver cuáles son las causas que llevan al consumo y empezar a trabajar con ellas.

-¿Mantenerse es más difícil que hacer la desintoxicación?

-Sobre todo es difícil asumir que tienen una enfermedad crónica que les va a acompañar siempre, como el que es diabético. Y hay que aprender a relacionarse con esa enfermedad para poder hacer una vida normal a pesar de tenerla. No es simplemente someterse a una desintoxicación y creer que ya se ha superado el problema y, como muchos adictos piensan, que en el futuro van a poder hacer un uso responsable o que podrán consumir de vez en cuando. No, su vida tiene que cambiar. Tienen que enfrentarse a ese proceso de cambio interno en el que tienen que renunciar a algo que durante algún tiempo les ha servido y aprender a vivir de nuevo, siendo conscientes de que pueden tener una vida plena, siempre que asuman y entiendan su enfermedad.

-¿Qué consejo le daría a alguien que esté planteándose que tiene una adicción o que detecte que tiene a un familiar con ella?

-Mi consejo siempre es el mismo: Ser muy claro, quitarse esos miedos de considerar al adicto un bicho raro. Animar y acompañar a esa persona, porque su problema tiene solución. Y pedir ayuda profesional, porque esto no es cuestión de un ratito o una charlita, sino que hay que poner a esa persona en ese proceso de cambios que tiene que hacer tanto él como todo su entorno.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur «Es difícil ser abstemio en esta sociedad: pides agua y tienes que dar explicaciones»