El Torremolinos hace historia con su ascenso a Primera RFEF

Nacho Carmona

Domingo, 4 de mayo 2025, 14:36 | Actualizado 23:37h.

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La magia del fútbol está, precisamente, en lo que sucedió en El Pozuelo este domingo de mayo. Antonio Calderón y sus jugadores se dispusieron a comenzar su domingo sabedores de que podía suceder, con tranquilidad y centrados únicamente en lo que ellos podían controlar. En cumplir con su parte: ganar a la Deportiva Minera. El resto vendría solo. En el deporte, cuando parece que todo puede salir bien, suele salir bien. El Juventud de Torremolinos cumplió con su cometido y goleó en su casa (5-0), pero no bastaba con eso. Jugadores, técnicos y aficionados se reunieron en el banquillo para seguir los últimos minutos del Balompédica Linense-La Unión Atlético... con final feliz. Ganó la 'Balona' (2-1) y El Pozuelo se llenó de humo verde, abrazos, gritos de alegría, lágrimas y sonrisas. El Juventud de Torremolinos era, desde ese momento, equipo de bronce por primera vez en su historia. El pulso por el liderato lo ganó el equipo de la Costa del Sol en el último asalto.

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Así las cosas, cabe la posibilidad de que la Primera RFEF cuente con hasta cuatro equipos de la provincia la temporada que viene. Con la presencia asegurada del Torremolinos, está por ver qué ocurre con el Antequera (que todo apunta a que disputará los 'play-off' de ascenso a Segunda), con el Marbella, que ha de sellar la salvación; y con el Estepona, que jugará la fase de ascenso a Primera RFEF. Esta posibilidad habla de maravillas de la salud de la que goza el fútbol malagueño en la actualidad.

El estadio se engalanó como pocas veces esta temporada. Lleno hasta la bandera y rebosantes de camisetas verdiblancas, el pueblo entendió que era el día de estar junto al equipo de la tierra. Aficionados y trabajadores invadieron el césped cuando el árbitro pitó el final para seguir con incertidumbre los últimos minutos del encuentro que otorgaba la llave del ascenso, pasando de cero a cien. Del silencio al éxtasis más absoluto. Se sucedieron los cánticos por parte de aficionados y protagonistas, que festejaron junto a sus parejas y familiares. Además, con motivo del Día de la Madre, los titulares salieron acompañados de sus madres o de sus parejas para rendirles un homenaje en un día doblemente especial para todos.

Han envejecido muy bien las cosas en el cuadro verdiblanco, que hace tres campañas consumó su descenso a Tercera RFEF y hoy, después de dos ascensos consecutivos, pueden decir que son de bronce. El gran punto de inflexión llegó cuando el grupo de inversión asiático, ACA Football Partners, con sede en Singapur, desembarcó en la Costa del Sol para relanzar el club, atraído por la estratégica situación geográfica del Juventud de Torremolinos y el potencial que atesora la provincia de Málaga en estos tiempos contemporáneos.

El proyecto, no obstante, sigue una línea continuista y orgánica. Sin cambios drásticos y apostando más por la evolución que por la revolución. El entrenador, Antonio Calderón, uno de los grandes artífices de esta gesta, asumió el banquillo del equipo cuando la salvación se había convertido en una difícil tarea y la directiva ratificó su confianza en él aún después de ser relegados a la quinta categoría. Hoy vuelve a recoger los frutos de su buen trabajo.

En el césped se han mostrado como un equipo coral, aunque hay un nombre propio que destaca por encima del resto: el de Fran Castillo, que con sus 17 goles se ha convertido en el gran líder en la cancha de un equipo que aspiraba a la salvación en septiembre y que 'rompió' su techo cuando la temporada fue avanzando. Fran Gallego, Iban Ribeiro y Servetti también han sido fundamentales a lo largo de la campaña, incluido en el partido del ascenso, así como el capitán, Isma Heredia, que fue el encargado de levantar el trofeo de campeones del Grupo 4. Esta tarde toca festejar y este lunes, recepción institucional en el Ayuntamiento de la localidad, donde la alcaldesa recibirá a los héroes del pueblo. «¡Hasta el rabo todo es toro!», se gritaba en la celebración del ascenso.

El ascenso del Juventud de Torremolinos fue un premio al que no deja de creer. Al que trabaja y trabaja sin la certeza de que las cosas terminen sucediendo. Así lo explicó el técnico tras lograr la promoción: incentivó a sus jugadores a que siguieran ganando y haciendo su trabajo incluso cuando más lejos estaba La Unión Atlético. Por si acaso y por el escudo que llevaban en el pecho. Así fue. El Torremolinos siguió sumando de tres en tres y La Unión, el equipo del ex administrador concursal del Málaga, Daniel Pastor, se dejó puntos clave en el camino que acabaron propiciando este golpe a la clasificación. No se jugaba nada la Minera, pero sí la Balona, en plena lucha por la salvación. Eso sí, cruel final para ellos, que pese a ganar no han podido evitar el descenso a Tercera RFEF.

Como curiosidad, la última jornada del campeonato en el Grupo 4 de Segunda RFEF, con horario unificado, se retrasó por la tardanza del autobús de la Deportiva Minera, que afectó a los otros nueve encuentros que se disputaron este mediodía de domingo.