Turismófobos de pegatina
Un grupo de turismófobos ha colocado estos días en las puertas de bloques de apartamentos turísticos unas pegatinas alusivas a las molestias que ocasionan las ... personas que han decidido pasar unos días de vacaciones en la capital. Con un juego de palabras basado en las letras AT que están en las placas de los citados edificios han creado varios lemas como 'A Tomar por culo de aquí', 'AnTes 'to' esto era centro', 'A Tu puta casa', 'ApesTando a turistas' o 'Alcalde Tus muertos'. Desde luego, las 'delicias' que se les dedican a los turistas, que seguramente muchos no entenderán porque no están escritas en inglés, están muy alejadas de aquel eslogan que proclamaba que al turismo había que dedicarle una sonrisa. Lo más curioso es que el promotor de esta idea tiene un bar, al que algún día habrá entrado algún turista, salvo que el propietario, fiel a sus ideas turismofóbicas, le haya impedido el paso alegando el derecho de admisión. Más allá de esta campañita gamberra, empieza a ser preocupante que haya muchos malagueños que vean al turismo como la causa de todos los males, sobre todo el de la vivienda, que efectivamente tiene unos precios elevados. Para ello, más allá de intuiciones y para no caer en el cuñadismo, hay que ir a los datos. Pues bien, el parque de viviendas en la capital es de 256.000, aproximadamente. Y hay alrededor de 6.550 viviendas destinadas a los turistas. O sea, la friolera del ¡2,5%! Hombre, pensar que un 2,5% es determinante a la hora de fijar los precios en el conjunto de las viviendas de Málaga no parece muy lógico. Es verdad que la mayoría de estas viviendas se concentran en el centro de Málaga, pero también hay que tener memoria histórica y recordar en qué estado lamentable se encontraban los inmuebles, porque en el casco antiguo no quería vivir nadie. Las viviendas turísticas han ayudado a rehabilitar las calles del centro histórico, donde daba miedo pasear. La carestía de la viviendas es un hecho cierto, pero parece más lógico pensar que se ha encarecido por los efectos de la ley de la oferta y la demanda por la llegada de miles de personas que deciden vivir su retiro aquí o por los ingenieros que han decidido trasladarse a la Málaga tecnológica que tanto nos gusta destacar. El empleo en este sector se ha duplicado, alcanzando ya las 20.000 personas. Eso está bien, porque aquí todo el mundo es bienvenido. Son las administraciones las que tienen que facilitar viviendas de VPO, y no los propietarios, que no olvidemos que también son malagueños y que están en su derecho de hacer con sus viviendas lo que les reporte más beneficios (que después pagan a Hacienda). La capital es muy grande y tiene mucho suelo, sin obviar los municipios que conforman la Gran Málaga, donde el precio de las viviendas es algo menor que en el centro de la capital, donde parece que quieren vivir muchos a precio de extrarradio. El turismo es algo sagrado que hay que mimar. El año pasado tuvo un impacto económico de 20.000 millones de euros. ¿Qué haríamos sin él? ¿Ya nadie se acuerda de lo que ocurrió en la pandemia con las calles vacías? La mayoría de los malagueños lo tienen muy claro, pues en una reciente encuesta de la Universidad de Málaga ocho de cada diez valoran bien el modelo turístico de la capital. Lógico, nadie se dispara en sus propios pies. El turismo ha sido fundamental para el desarrollo de Málaga. Gracias al mismo la provincia tiene buenas comunicaciones por carretera y un aeropuerto internacional que está conectado nada menos que con 123 ciudades del mundo. ¿Alguien cree que sin el turismo Málaga tendría este aeropuerto, que resulta básico para la llegada, por ejemplo, de estos empleados tecnológicos? Este mismo aeropuerto es utilizado por estos turismófobos de pegatina cuando deciden pasar unos días de vacaciones en el extranjero. Y no hay duda de que se alojarán en viviendas turísticas céntricas de sus destinos. Según su teoría, y perdón por la grosería, a dar por culo allí. Lo que no se sabe es si llevarán a esas ciudades una pegatina para ponerla donde se quedan.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión