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Carta del director

La fontanería del poder

Manuel Castillo

Domingo, 24 de abril 2016, 09:42

Vivimos malos tiempos para la fontanería del poder. Sea éste político o económico. Hubo una época en la que, incluso, esta tarea estaba bien vista, ... generando un halo de admiración y misterio: «Es el fontanero». ¡Ohhhh! Y con eso estaba todo dicho. Esta noble y sufrida profesión, elevada por la genealogía de la presidenta andaluza, tiene sin embargo esta versión chusca en las alcantarillas de los grandes centros de decisión. «Arregla esto», «soluciónalo», «encárgate tú»... Órdenes como estas aparecen en los momentos complicados en la penumbra del despacho hasta convertirse en carta blanca como una retahíla de encargos en la que uno lo da todo por sabido y el otro, el fontanero, lo da todo por entendido. Y así no pasa nada.

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