Pedro Sánchez, en Las Palmas,en una imagen del pasado 21 de marzo.

Pedro Sánchez y Susana Díaz aplazan su duelo por el liderazgo del PSOE

Los socialistas posponen el congreso de mayo hasta que se despeje la incógnita de si habrá Gobierno o elecciones

ramón gorriarán

Martes, 29 de marzo 2016, 00:33

Pedro Sánchez y Susana Díaz deberán dejar para otro momento la batalla por la secretaría general del PSOE. La dirección del partido, previa consulta con ... las federaciones territoriales, considera que lo más conveniente es aplazar el congreso previsto para el 20 y 22 de mayo hasta que se despeje la incógnita de si habrá nuevo gobierno o habrá elecciones generales el 26 de junio. El Comité Federal socialista se reunirá este sábado para avalar la decisión y posponer sin fecha la celebración de la asamblea.

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La decisión tiene lógica política, pero también tiene detrás una turbulenta trastienda orgánica porque nada es pacífico en el PSOE desde que está en la oposición. Las espadas que se levantaron tras las elecciones del 20 de diciembre, en las que los socialistas sacaron su peor resultado desde la restauración democrática, no se han envainado, siguen ahí, afilándose hasta que llegue la hora de medir fuerzas.

Una prueba de lo tensos que están los ánimos es que no es la primera vez que los socialistas aplazan este congreso. Los secretarios generales del partido en Andalucía, Castilla-La Mancha y Asturias, entre otros, defendieron en un Comité Federal del 28 de diciembre pasado que debía cumplirse el plazo de cuatro años desde el anterior y, por tanto, debía convocarse en febrero a pesar de que en ese mes la investidura iba a estar, como así fue, en plena negociación. Dos días más tarde, se reunió de nuevo ese órgano de dirección y aprobó la agenda que ahora ha vuelto a saltar por los aires.

El líder socialista quería respetar el calendario del congreso que le impusieron el 30 de enero pasado los barones críticos, capitaneados por la presidenta de la Junta de Andalucía, en contra de su criterio y el de otros líderes territoriales con menor peso orgánico, que eran partidarios de convocar el cónclave tres semanas más tarde, cuando se pensaba que podía estar despejada la investidura. Sánchez defendía la agenda fijada porque sabe que nunca a va a estar más fuerte en términos de apoyo interno que ahora.

Desde aquel 2 de febrero en que el rey Felipe VI le ofreció ser el candidato a la investidura, ha ocupado el centro del tablero político y ha marcado la agenda de los últimos dos meses, en los que ha sellado un acuerdo de gobierno con Ciudadanos. Con estas credenciales, el líder socialista está convencido, según sostienen fuentes de su entorno, de que no tendría problemas para revalidar su liderazgo en unas primarias y en el congreso de mayo a pesar de los movimientos apenas disimulados de Susana Díaz para disputar la secretaría general.

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Pero en los últimos días se generó un movimiento entre los mismos barones críticos que confeccionaron el calendario para retrasar la fecha de la asamblea. El argumento de que no se podían anteponer los asuntos internos a los intereses generales del país tiene un peso indudable; tanto que ayer mismo la dirección del PSOE lo hizo suyo y los portavoces oficiales sostuvieron que «los tiempos de España tienen que ir por delante de los del partido».

Estética

El problema radica en que entre el 11 y 14 de abril se debían presentar las candidaturas a secretario general del PSOE, y después, entre el 15 y 25 del mismo mes, se abriría el plazo para recoger los avales de los candidatos. Todo ello en medio de las negociaciones de Sánchez con los líderes de otras fuerzas para formar gobierno. «Muy estético no es», resumía un veterano dirigente. Dados esos dos pasos, los 190.000 militantes estaban llamados a las urnas el 8 de mayo para elegir en primarias al secretario general. Para entonces ya se sabría si hay nuevo gobierno o elecciones el 26 de junio. Sea una u otra la opción, es de «sentido común», según las fuentes de la dirección del partido, que el líder del PSOE esté en ese momento dedicado bien a gobernar, bien a preparar los comicios.

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Con este calendario por delante y las presiones de los barones, Sánchez acabó por convencerse o le convencieron de que era mejor aplazar el congreso en el que buscaría su ratificación. Por ahora, no se manejan nuevas fechas hay quien habla de a partir de septiembre porque todo está supeditado a lo que pase en las negociaciones o en las elecciones, en las que parece indiscutible, si se convocan, que Sánchez será de nuevo el candidato socialista. Es muy improbable que Susana Díaz se presente a unas primarias para ser la aspirante a la Moncloa, dicen afines y detractores de la presidenta andaluza. Otra cosa es el liderazgo del PSOE, para el que sí parece estar dispuesta a quemar las naves.

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