Ocho niños con necesidades especiales en una clase de 25

«Llevamos tres años peleando por el desdoblamiento y siempre la administración nos da la espalda. Es una clase con unas características muy especiales. Ahora mismo están matriculados 25 niños pero la matrícula siempre es viva y cada curso terminamos generalmente con 27 o 28 alumnos. De ellos, ocho están diagnosticados con necesidades especiales, dos de ellos muy dependientes, y otros dos por diagnosticar», ha explicado Pilar Jurado, una de las madres afectadas. «Además, por el entorno en el que se encuentra el colegio, contamos también con alumnos en riesgo de exclusión social o con características especiales en casa», ha continuado.

Esta madre ha dejado muy claro que «no pedimos la segregación. De hecho, las madres no conocemos quiénes son esos niños con necesidades especiales porque siempre hemos respetado la privacidad de esos menores pero la situación en el aula es cada vez más complicada».

Ya en primero de primaria, cuando la propia tutora los animó a pedir el desdoble de la clase. «Fue un año muy duro. Los niños venían del confinamiento de la pandemia, cada uno con sus circunstancias particulares en casa y la clase era una completa locura», ha recordado.

Loli Baena, la delegada de la clase ha explicado que «solicitamos el desdoble y una Profesional Técnico de Integración Social (PTIS) para los niños dependientes pero solo se nos concedió la PTIS. El problema se agrava cuando este curso se nos comunicó que teníamos que compartirla con el resto del centro». Así, cuando la PTIS sale del aula se queda una profesora sola y «si uno de los menores dependientes necesita salir a aseo, la profesora tiene que acompañarlo», ha explicado.

«Por eso estamos pidiendo la segunda línea», ha precisado Pilar. «Hemos enviado varios escritos a la Delegación de manera grupal y ahora vamos a hacerlo de manera individual y estamos dispuestas a repetirlo cada mes o cada semana porque estamos luchando por la educación de nuestros niños», ha aseverado.

A pesar de la situación, las madres reconocen el aprendizaje en valores y el crecimiento personal de sus hijos. «Nuestros niños están adaptados a sus compañeros, se comprenden entre ellos y ayudan a la profesora, lo que es muy positivo, pero también queremos que adquieran sus conocimientos porque si no, están abocados al fracaso escolar cuando lleguen al instituto», ha argumentado otra madre que prefiere no dar su nombre. «Estamos muy desatendidos en un colegio que se supone que es de inclusión y estamos totalmente excluidos del sistema», ha lamentado Pilar.

Desde la delegación de Desarrollo Educativo han trasladado a este periódico que «la solicitud que nos llega desde el centro educativo es que solicitan el desdoblamiento para el próximo curso 2023-2024». «A partir de aquí, la delegación territorial estudiará el caso para poder aliviarlo», han informado. En este sentido, han detallado que «los recursos se van repartiendo en función de las necesidades» y que «atenderemos la situación planteada por estas familias».

Por su parte, las madres han afirmado que su propuesta inicial era de cara al próximo curso pero en vista de las acuciantes necesidades, remitieron un nuevo escrito para que se adelantaran las soluciones, algo que también trasladaron en persona al inspector con el que se reunieron en colegio el pasado lunes.