El origen del mojito cubano

El mojito cubano es un cóctel que no falta en ninguna carta de tragos que se precie como tal. Todos lo hemos probado y nos hemos deleitado con uno (o con unos cuantos) en los días de verano. Pero detrás del mojito hay mucho más que sus ingredientes.

Es un cóctel originario de Cuba, se hizo muy popular en La bodeguita del Medio, un bar ubicado en La Habana, en plena zona colonial y muy frecuentado por los turistas, especialmente de los Estados Unidos. Inicialmente, el mojito se preparaba con tafia; una especie de aguardiente barato obtenido de las melazas y subproductos del azúcar de caña. Los marineros solían mezclarla con limón, agua y especias para hacerla más amable al paladar.

El mojito de La Bodeguita del Medio se hizo especialmente popular porque era el favorito del gran escritor Ernest Hemingway, incluso conservan su firma como reliquia de uno de los tantos personajes ilustres que se han sentado en esa barra.

Volviendo a nuestros tiempos, me encuentro con un delicioso mojito bastante más cerca, en la panadería Oslé de Sarón (Cantabria) y a esta bebida clásica le han añadido un ingrediente que lo hace irresistible: café.

Para hacerlo debemos cortar media lima en 4 pedazos, 4 hojas de hierbabuena y un sobre de azúcar moreno que debemos majarlo suavemente con el mortero directamente en un vaso, le añadiremos una onza de sirope de ron y un espresso, llenamos el vaso con hielo picado, completamos con soda hasta enrasar y decoramos a gusto. Como veis, no lleva alcohol por lo que puede disfrutarse a cualquier hora del día.

Mientras vais a por el pan, que de eso, ellos saben bastante, aprovechad para refrescaros con una bebida que tiene tanto sabor como historia.

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