Competición propone el cierre parcial del Pizjuán por los gritos contra el Málaga
Este organismo de la Federación entiende que los insultos hacia el equipo blaquiazul y Juande llegaron sólo desde una grada del estadio
Antonio Góngora
Jueves, 26 de enero 2017, 23:21
Los gritos contra el Málaga, Juande Ramos y el colegiado Clos Gómez fueron decisivos para que el Comité de Competición de la Federación haya propuesto el cierre parcial del Sánchez Pizjuán (puede ser recurrido). Todo ocurrió en el estadio de Nervión el mes pasado, con un claro triunfo del Sevilla. Este organismo apunta que se escucharon frases como estas: «Puta Málaga, puta Málaga», «Juande Ramos, hijo de puta» y «Árbitro cabrón, árbitro cabrón», lo que le puede costar al conjunto hispalense la clausura de la grada norte del campo, donde se concentran los ultras que suelen lanzar gritos insultantes y violentos contra sus rivales, los últimos de ellos, proferidos hacia Sergio Ramos.
«El instructor (del expediente abierto al Sevilla) fija la infracción como muy grave y considera, debido a que con las sucesivas sanciones económicas al Sevilla no se logra erradicar los cánticos, que ha quedado agotada la vía de la sanción económica. Por ello propone una sanción de clausura parcial del Ramón Sánchez Pizjuán de un partido», anunció ayer el Sevilla, que dispone de diez días de plazo para presentar alegaciones a la propuesta de cierre, antes de que Competición resuelva el expediente.
Cabe señalar, sin embargo, que hubo más gritos contra el Málaga en este encuentro y, sobre todo, muchos de ellos no se quedaron sólo en la zona que reflejó el director del partido y ahora Competición, sino que se extendieron por casi todo el campo en numerosas ocasiones. El cántico Puta Málaga fue pronunciado por gran parte del estadio, mientras ya estuvo más localizado otro de los clásicos en el Pizjuán y no incluido en este informe: «Queremos un tsunami en la Costa del Sol».
De esta forma, la entidad hispalense hizo el siguiente comentario: «El Sevilla recuerda a sus aficionados su firme voluntad por conseguir que el Sánchez Pizjuán sea un estadio libre de insultos, debido a que con la violencia verbal sólo se consigue manchar la imagen de la entidad, así como se perjudica gravemente al club, debido a las continuas sanciones y propuestas de sanciones que se reciben por la entonación de cánticos violentos».
Estos insultos y cánticos contra el Málaga, Juande Ramos y el colegiado, igual que ocurre en todos los estadios, fueron denunciados por la Liga ante Competición y la Comisión Antiviolencia.
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