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Luis Muñoz, ante Zapater en el choque de La Romareda. AGENCIA LOF

El Málaga suma un punto justo con todo en contra (1-1)

En un partido casi épico, se adelantó al Zaragoza con un jugador menos por la rigurosa expulsión de Javi Jiménez y recibió el tanto del empate en los últimos minutos

Sábado, 19 de noviembre 2022, 23:16

La tormenta perfecta sigue azotando al Málaga en busca de una reacción que no acaba de completarse por distintas circunstancias. En su primera 'finalísima' de ... las que disputará a partir de ahora alcanzó un valioso y justo punto en Zaragoza en un partido en el que rozó la épica tras jugar más de una hora con un futbolista menos por una rigurosa expulsión de Javi Jiménez. El cuadro blanquiazul (en esta ocasión de negro) aguantó bien y gracias al acierto de Rubén Yáñez consiguió sumar en un compromiso en el que lo tenía todo en contra.

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El empate es insuficiente para el Málaga en su lucha por reaccionar y salir de abajo, pero las circunstancias apuntaban a un marcador adverso por la roja directa que el colegiado le mostró al defensa de una forma poco justificada. A partir de ahí los diez jugadores se emplearon hasta la extenuación para mantener, al menos, el empate. Pero el milagro de un triunfo estuvo a punto de llegar cuando en la fase final del choque el recién salido Haitam marcó un espectacular tanto que ponía a su equipo delante en el marcador. El punto, pero a ser escaso, supone un pequeño cambio en las sensaciones del equipo, que deberá avanzar más para conseguir el deseado cambio de rumbo que no llega.

Pepe Mel conoce ya su plantilla y sabe que tampoco puede hacer variaciones espectaculares. De ahí que apostara en La Romareda por mantener el mismo sistema de juego que en la mayor parte de anteriores encuentros, un 4-1-4-1. Pero llamó la atención que no estuviera en el once inicial Rubén Castro, que no llegó a jugar. Era el segundo encuentro en el que no arrancaba entre los titulares. Y recuperó a Escassi como 'pivote' por la lesión de N'Diaye. Las novedades abrían nuevas expectativas, pero la fórmula de juego se mantuvo invariable para el preparador madrileño.

La responsabilidad por la importancia de los puntos atenazó a los dos equipos de entrada, aunque los locales tenían más presión ante su público y en plena convulsión del club (Fran Escrivá debutaba en el banquillo en la Liga). Pero sólo habría que esperar unos minutos para que ocurriera algo terrible para el Málaga: el árbitro, con una facilidad asombrosa, expulsó a Javi Jiménez. Busquets Ferrer, de una forma errónea y excesiva (no es la primera vez que ocurre esta temporada), dejó al cuadro de Martiricos, que se jugaba la vida, con un jugador menos. Lamentable. Pero también fue tremendo observar el conformismo con el que se retiró el lateral, sin quejarse y admitiendo de alguna forma que su acción era merecedora de la expulsión.

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Tocaba cambiarlo todo. Los planes y hasta las ilusiones se resquebrajaban cuando había que afrontar el partido casi al completo en inferioridad (más de una hora). El joven Cristian y Febas se vieron obligados a retrasar sus posiciones en busca de cierto equilibrio defensivo, intentando también no olvidarse del ataque, aunque era casi imposible. El cuadro aragonés se creció y comenzó a embotellar a un Málaga que no quería rendirse. De hecho, la primera oportunidad fue para los visitantes en un lanzamiento de Luis Muñoz que estuvo cerca de sorprender al meta contrario, mientras que antes del descanso Rubén Yáñez tuvo que salvar a su equipo en dos ocasiones, con sendas paradas: la primera fue a Bermejo y la segunda, a Giuliano Simeone, que se mostró muy activo. Era cuestión de aguantar y aprovechar alguna acción aislada, pero las dificultades del equipo malaguista irían en aumento a medida que llegara el cansancio. Aún así, el choque se mantenía igualado en la reanudación, con un Cristian que también funcionaba atrás, en el lateral. En el Zaragoza, mientras tanto, comenzaban a llegar las dudas, a la vez que los murmullos y los pitos en las gradas. El control del conjunto local estaba siendo estéril, sin buenas opciones. Mel quiso refrescar un poco más la delantera con Loren, mientras que los locales disponían de algunas opciones que siempre encontraban la respuesta de Yáñez. Y tampoco tardó demasiado en hacer tres cambios más con el mismo objetivo, mejorar físicamente. El técnico seguía 'leyendo' bien el choque, en busca de una misión especialmente compleja. Pero la suerte no siempre puede estar de espaldas, lo que permitió en esta ocasión que el recién entrado Haitam protagonizara la mejor acción de la noche: subió por la banda y disparó con efecto para marcar el primer tanto del encuentro. Inesperado y merecido por el trabajo de contención.

Parecía un milagro, un cambio de rumbo conseguido por el épica, pero todavía hubo tiempo para que Giuliano Simeone consiguiera el tanto del empate en un rechace que aprovechó para batir a un Yáñez excelente en La Romareda. En los últimos instantes lo seguía intentando el Zaragoza, pero ya sin grandes oportunidades. Al fin, un punto insuficiente, pero muy valioso después de observar lo sucedido.

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