Un triunfo de oro en el debut de Pellicer para suavizar la crisis (1-0)
Un gol tempranero de Antoñín fue suficiente para que el Málaga sumara los tres puntos en un partido muy trabajado ante la Ponferradina
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La noche no se prestaba al lucimiento ni a las exhibiciones. Era el momento de optimizar los recursos, apretar los dientes y sumar una victoria de oro para evitar males mayores. Y así lo hizo el Málaga para suavizar la crisis tras una semana muy convulsa y polémica, en plena tormenta extradeportiva. La etapa de Sergio Pellicer en el banquillo blanquiazul, de de esta manera, arrancó con buen pie, con un éxito imprescindible y con un bloque sin apenas fisuras pese a las numerosas ausencias.
El Málaga completó un partido práctico, consciente de las circunstancias en las que se encuentra la entidad y el equipo, ante un rival que tampoco pudo apretar mucho más de que lo hizo. Era imprescindible olvidarse del ruido externo y de las bajas para ofrecer el mejor rendimiento posible en un momento tan adverso. Y el conjunto blanquiazul cumplió gracias a un trabajo serio y contundente en todas las líneas, renunciando en ocasiones a un juego vistoso y arriesgado. El nuevo entrenador utilizó las armas que tenía a su alcance para salir adelante. Y ahora se aleja un poco más de la zona de descenso, lo que se presenta como un bálsamo para un conjunto que necesita cierta estabilidad.
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Pellicer tuvo que apostar de entrada por un once de circunstancias, con el debutante Juande en el centro de la defensa. Para colmo, el nuevo técnico no pudo contar en su primer partido al frente del Málaga con Keidi, uno de los jugadores más determinantes del equipo durante esta campaña y gran parte de la anterior. El albanés, según comunicó el club, sufrió molestias el lunes y ayer quedó descartado. De ahí que el técnico tuviera que improvisar todavía más para confeccionar un equipo competitivo. Pero el arranque de la nueva etapa del equipo blanquiazul no pudo ser más exitoso, ya que Antoñín adelantó a cuadro de Martiricos en los primeros instantes del choque.
En una acción en la que intervinieron primero Sadiku y después un Juanpi muy mejorado, aunque fue a menos con el paso de los minutos, el Málaga encontró el camino del gol en un choque que comenzaba con las protestas de la Grada de Animación, cuyos componentes se quedaron en la calle (el estadio, salvo en momentos puntuales, estaba casi en silencio). Transcurría el segundo minuto y el nuevo Málaga sonreía después de una larga semana repleta de problemas y polémicas, con el despido al final del anterior entrenador, Víctor Sánchez del Amo, tras la publicación de un vídeo íntimo suyo.
Los pequeños detalles aportados por Pellicer estaban funcionando. El canterano Juande cumplía tanto por abajo como en el juego aéreo, igual que el resto de la defensa, mientras que el centro del campo superaba al de la Ponferradina gracias a una buena disposición y un mayor ritmo. Antoñín irrumpía con peligro por la izquierda y Sadiku ejercía al retrasarse como pasador o segundo delantero, ofreciendo nuevas opciones a sus compañeros.
El dominio local, sin embargo, no permitía que llegara un segundo tanto ante un rival que comenzaba ya a adelantar sus líneas para buscar el equilibrio en el juego y en el marcador. Pacheco y, sobre todo, Juan Carlos, que estrelló el balón en el larguero, pudieron aumentar la cuenta goleadora de los malaguistas, mientras que el único disparo sobre la meta de Munir fue de Saúl Crespo desde lejos en el primer periodo.
Con los aficionados del Fondo Sur ya en el campo, el Málaga defendía su gol y esperaba opciones en ataque en sus aproximaciones. El orden estaba siendo clave para impedir que la Ponferradina tuviera más alternativas en ataque, pese a que no renunciaba a buscar el gol. Pero Pellicer no quería sorpresas cara al final del choque y, en el ecuador del segundo periodo, reforzó el centro del campo con la presencia de Benkhemassa en el lugar de Juanpi.
En los momentos decisivos del encuentro, con los cánticos de los aficionados contra Abdullah Al-Thani y Richard Shaheen (y recordando de vez en cuando a Víctor Sánchez del Amo), el Málaga pretendía cerrar el encuentro con el clásico sistema con dos medios centro y un trabajo sin fisuras en las inmediaciones del área. Las ocasiones apenas existían ya, el juego se desarrollaba en el centro del campo, sin apenas alegrías ofensivas y con algún susto final. Sumar los tres puntos era vital para el equipo de Pellicer. Y lo consiguió el Málaga, donde tanbién debutó su único fichaje hasta ahora, el delantera Buenacasa.
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