Construir otra rotonda en la zona del estadio de atletismo de Málaga, clave para subir el aforo

Esta medida permitiría que mejorara la movilidad en estos accesos tanto para este asunto como para el futuro de esta zona, ofreciendo de esta manera más opciones para incrementar el número de asientos que se puedan cubrir en este estadio y que utilizarán los abonados del Málaga durante, al menos, dos temporadas. Aún así, se desconoce cuál podría ser el alcance de esta medida, si bien el objetivo se centra en que casi todos los socios del equipo blanquiazul puedan acudir a los partidos de casa (la temporada pasada fueron nada menos que 26.550).

Esta construcción forma parte ya del proyecto general para el estadio de atletismo y también para conseguir ahora un aumento del aforo. Esta iniciativa, asimismo, se está tratando con la Dirección General de Carreteras, que dispone de las competencias. Este organismo del Estado sigue analizando todas estas propuestas, si bien todavía no se ha pronunciado de una forma concreta.

Desde el Ayuntamiento, como aseguró el propio Francisco de la Torre, están sondeando todas las opciones posibles para solucionar este problema y así no tendrían que plantearse buscar un nuevo destino para el Málaga, pues una capacidad máxima de 12.500 espectadores se considera inviable para todos los sectores, entre los que destacan el propio club, que sufriría unas pérdidas económicas muy elevadas, y la afición que acude a los partidos, que sería la gran perjudicada al quedarse sin el fútbol en directo en su mayor parte.

¿Cuál sería el objetivo de capacidad para el estadio de atletismo? Cuanto más, mejor para todos. Pero lo ideal podría estar en las cifras que se dieron desde el propio Ayuntamiento en distintas ocasiones, alrededor de los 27.000 asientos. En cualquier caso, el propio De la Torre está hablando ahora de llegar a los 25.000 después de todos los problemas que están apareciendo para que la movilidad de la zona, sobre todo en las principales vías de acceso, no se vea especialmente afectada.

Un estadio con un escaso aforo, como ahora se plantea, sería un golpe muy duro, al margen de la masa social, para la economía del conjunto blanquiazul. Las pérdidas de ingresos, según las estimaciones realizadas, pueden superar los siete millones, lo que deberá tenerse en cuenta por las instituciones para no añadir otra complicación, en este caso especialmente importante, a este proyecto.

De ahí que las decisiones y las negociaciones que se vayan cerrando en los próximos días serán determinantes para saber finalmente qué puede ocurrir con el estadio de atletismo, que, en principio, tienen previsto que sea el campo del Málaga durante el periodo de las obras de La Rosaleda, que seguramente comenzarán cuando acabe la próxima temporada.