El calendario sopla a favor del Málaga hasta final de año
Tras un exigente inicio contra siete de los ocho primeros de la tabla, acabará la primera vuelta ante equipos con objetivos más humildes
Tras once jornadas de Liga, el Málaga sigue en números rojos (20.º, con 11 puntos), pero la sensación ha cambiado radicalmente después de acabar ... con la «mala racha» a la vez que dejaba en la lona a un rival directo. La victoria ante el Deportivo en Riazor supuso además el final a un inicio de competición muy exigente. El conjunto blanquiazul, aunque con un balance negativo, ya ha jugado a estas alturas contra siete de los ocho primeros de la clasificación: Cádiz, Almería, Rayo, Zaragoza, Huesca, Las Palmas y Albacete. Y sumando el Girona, que ahora es undécimo, los malaguistas también se han medido a los tres recién descendidos de Primera (Huesca, Rayo y Girona), que son los principales candidatos a las primeros puestos por su poder económico.
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Estos datos están siendo computados y filtrados por Víctor Sánchez del Amo y su cuerpo técnico para sacar un elixir motivador con el que alimentar aún más a su parroquia. En esto son punteros. Solo hay que ver al equipo, ajeno y curado de espantos con los movimientos extradeportivos del club. Y es que aunque a nivel de puntos el resultado del arranque liguero es duro de asumir (ha sumado sólo 11 puntos de 36 posibles), las conclusiones en el vestuario malaguista son que, a pesar de las adversidades, han estado a la altura de sus rivales, exceptuando solo el partido de Huesca (sobre todo la primera parte), que es la referencia más negativa de lo que va de temporada.
El Málaga ya ha jugado contra siete de los ocho primeros de la tabla y ante los tres descendidos de Primera
El vestuario desprende buenas vibraciones sobre su estado de forma y refleja implicación, elementos reconocibles en el juego del equipo. Precisamente, la solidaridad defensiva fue un ejemplo de esa tenacidad en tierras gallegas la pasada jornada. Para el recuerdo malaguista queda esa celebración extrema, que sale del alma, pura verdad, de Keidi tras conseguir repeler un tiro peligroso del Deportivo.
En esta curva favorable que transmite el Málaga, en el mejor punto de la temporada, arranca una nueva etapa clave para el futuro reciente. Tras enfrentarse a los principales favoritos a todo, se cruzará hasta final de año (que coincide con el final de primera vuelta) con equipos de la zona baja y con objetivos más humildes. El plan es acabar el año sin excesivas urgencias (siempre en lo deportivo) y lograr comerse el turrón en mitad de la tabla.
Un Oviedo enrachado
La primera prueba del algodón será en La Rosaleda –donde por cierto aún no ha logrado ganar el Málaga este curso– ante un Oviedo que llega con velocidad de crucero y henchido de confianza tras vencer al Girona (4-2) y completar un ciclo de cinco partidos sin perder con tres victorias y dos emapates. Unos registros que lo han sacado de la zona de descenso. Un equipo reciclado por su nuevo técnico, Javier Rozada, que ascendió del filial para sustituir a un sobrepasado Sergio Egea. Ha nutrido a sus jugadores de tensión y desparpajo, sacando lo mejor de su plantilla (sin grandes nombres), entre la que se encuentra el máximo goleador de la categoría: Ortuño, con nueve tantos. Un rematador nato renacido en Oviedo.
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Si el Málaga supera este cruce, que se va haciendo más complicado según se acerca la fecha, supondrá la consolidación de una mejoría suficiente para sobrepasar la línea de equipo competitivo a equipo ganador. Serían las mejores condiciones para luchar contra los bregados recién ascendidos Ponferradina (en el mítico El Toralín) y Fuenlabrada. El equipo madrileño, que se estrena en la categoría, está consiguiendo rentabilizar sus armas (defensa y orden) para instalarse entre los líderes de la categoría. Visitará La Rosaleda por primera vez. Luego quedarán las visitas al Alcorcón (donde se produjo la primera gran victoria de la 'era Víctor' en Málaga con un Ontiveros estelar), Numancia (con el frío habitual en Los Pajaritos) y Extremadura.
En este periodo hasta el final de año ejercerá como local ante el Elche (que cuenta con un gran balance como visitante), el Tenerife (justo por encima del Málaga en la tabla, con 12 puntos) y Lugo (precisamente el conjunto que actualmente marca la permanencia, con 13). Son equipos contra los que el Málaga no debe contemplar otra idea que la victoria, la base para protagonizar la remontada deseada.
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