Antoñito acude a la banda en éxtasis después de su recordado gol en el Nou Estadi de Tarragona. ÑITO SALAS

El ascenso más agónico del Málaga, un año después

Antoñito ya no es malaguista, el equipo se mantuvo en Segunda División, el proyecto de cantera avanza, el 'Nástic' juega la final de otros 'play-off' pero tiene difícil subir, y hubo una querella contra Eder Mallo sin mucho recorrido

Domingo, 22 de junio 2025, 00:12

Sucedió pasada las once de la noche de un 22 de junio, el de hace un año, una fecha que quedará siempre para la historia ... del malaguismo, esta vez de los acontecimientos celebrados, no de los recuerdos infaustos. El equipo sufría una agonía en el Nou Estadi: final de los 'play-off' de ascenso a Segunda en un terreno hostil. Ganó al 'Nàstic' por 2-1 en la ida, pero el factor clasificación no le favorecía (no bastaba con igualar en el global de goles al término de una hipotética prórroga). El 1-0 llevó el duelo a los treinta minutos suplementarios. Entonces, pese a jugar con uno más se llegó a ver con 2-0. Un tanto de Dioni, tras un tiro lejano de Ochoa, avivó las llamas de la ilusión.

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El choque se interrumpió unos minutos por el lanzamiento de balones al campo de forma constante para perder tiempo. En el añadido el Málaga, a la desesperada, con Alfonso Herrero (el mismo que marcó en San Fernando) como un atacante más, colgaba balones al área uno detrás de otro hasta que sucedió el milagro: el minuto 124 dejó tres dígitos para la historia. Centró Víctor García y Antoñito paró el tiempo. Aún menor de edad (17 años) tuvo una sangre fría pasmosa sin dejarse vencer por la intensidad del momento. El balón botó por primera vez casi a un metro de altura, y en el segundo bote, con Óscar Sanz tratando de despejar desde el suelo, se demoró unas décimas decisivas antes de definir.

Los jugadores salieron al campo en Tarragona a celebrar el ascenso después del partido. ÑITO SALAS

Seguramente sea el gol más recordado del Málaga Club de Fútbol en este siglo. Rondón metió al equipo en la Champions con otro ante el Sporting, en Dortmund se vivió una noche aciaga por los errores arbitrales en la era previa al VAR, pero nada como ese agónico tanto de un juvenil de la cantera reclutado a la desesperada en la quema de cartuchos. 'El gol de Antoñito' es ya un icono, un recuerdo especial, que salvó los muebles para evitar otro año en el pozo de Primera RFEF. Un año después así están todos los protagonistas.

Antoñito ya es jugador del Newcastle hasta 2030, tras una mala gestión en su salida de todos los protagonistas implicados

El Málaga, un año después

La situación institucional sigue bloqueada, aunque el juicio penal avanza, una vez conocidas las peticiones de condena. Quizás esto pudiera acercar la contingencia de que el jeque venda. Deportivamente, el equipo se plantó en Segunda con el bloque del ascenso, con sólo seis refuerzos, una apuesta arriesgada que pareció muy acertada a tenor de la primera vuelta, saldada con 30 puntos pese a los numerosos empates (doce) y con once puertas a cero, pero el equipo se desmoronó durante casi tres meses en el arranque de 2025 y llegó a verse a tres puntos de la zona de descenso a pocas jornadas del final, pendiente de jugar en el campo del rival más directo, el Eldense. Otro canterano, Chupete, fue clave en la resurrección, decisivo en tres triunfos vitales seguidos de local: 1-0 al Castellón (con su gol), 1-0 al Granada (penalti que provocó) y 2-1 al Sporting (dos tantos del cordobés). De esta forma, el equipo logró la permanencia dos jornadas antes del final y, visto con perspectiva, ante el temor en agosto sobre la medida que podía dar la plantilla, no fue un mal balance.

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El autobús del Málaga llega al Nou Estadi. ÑITO SALAS

El Gimnástic, un año después

El rival catalán del Málaga sufre una especia de 'déjà vu'. Ha vuelto a llegar a la final de los 'play-off' de ascenso un año después. En la misma fecha, 22 de junio, jugará hoy (20.00 horas) el duelo de vuelta, sólo que esta vez a domicilio, en San Sebastián y ante la Real Sociedad B, obligado a una remontada mayor. Cayó por 1-3 en el Nou Estadi, de nuevo encajando un gol en el añadido ante unas gradas llenas y, ahora tiene el factor clasificación en contra. Es decir, precisa una victoria por más de dos goles. El malaguismo no olvida todo lo sufrido en esa eliminatoria de hace un año y la hostilidad en el Nou Estadi. Parte de los aficionados ansían, morbo mediante, que el Gimnástic sea rival de nuevo el próximo curso, pero no va a estar nada sencillo. Pese a ser un claro aspirante cada año al ascenso, al Gimnástic se le puede frustrar otra vez el sueño.

Antoñito, un año después

El héroe del ascenso, héroe por accidente, porque su concurso había sido residual en la campaña de su debut, que llegó a hacer con sólo 16 años, ya no es jugador del Málaga. Este último curso ha resultado ser el de su confirmación. Hay un talento en ciernes indiscutible, pilar de la selección española sub-19 y fichado por el Newcastle hasta 2030. Pronto se conocerá a dónde se le cede en esta próxima campaña, para ir fogueándose más en un conjunto de algo menos de exigencia que el de la Premier League.

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Antoñito y otros jugadores en el vestuario eufóricos. ÑITO SALAS

Sus números en el Málaga en la 2024-25 corroboraron que lo de Tarragona no fue casual: seis goles y ocho asistencias, siendo el más decisivo en ataque del equipo y pese a jugar sólo 2.087 minutos, en torno a la mitad de los posibles. Asumió la responsabilidad de lanzar tres penaltis de mucha presión  dos en el tiempo añadido  y sólo malogró uno. Pero meses después de empezar la temporada, comprobado su ascendiente en el equipo, comenzó un culebrón, el de su renovación. Acababa contrato, el Málaga no le ofreció un acuerdo económico que le contentara, y su representante tampoco facilitó nada una posible entente. Se fue sin dejar dinero (escenario que podría haberse dado renovando y elevando su cláusula de rescisión) y en una despedida casi a la francesa. Un episodio mal gestionado por todos los protagonistas, hasta el punto de que el extremo jerezano recibió pitos de la grada en un partido de casa. El héroe malogrado.

Eder Mallo, en el partido entre el Gimnástic y el Málaga. ÑITO SALAS

Eder Mallo, un año después

El colegiado vasco del partido Gimnástic-Málaga también subió a Segunda, pero no sin polémica. Al menos para el club local, que presentó una querella a la justicia ordinaria contra el árbitro por falsedad documental y corrupción en el deporte. Episodio insólito en el fútbol español, porque fue admitida. Se cuestionó desde el club local que falseó el acta al denunciar amenazas tras el partido en el vestuario. Fue objeto de una investigación por parte de un detective y se le acusa de premeditación en su arbitraje para ayudar supuestamente al Málaga con testimonios recogidos de testigos antes del partido. Futbolísticamente se le acusa por una expulsión en el minuto 63, la de Nacho González, por doble amarilla, en dos acciones en las que poco hay que discutir, y del añadido a la prórroga, algo también difícil de cuestionar ante la maniobra de perder tiempo de la grada local arrojando balones una y otra vez. El caso, después de declarar por videoconferencia el trencilla hace unas semanas y reconocer que tuvo miedo en el estadio, parece tener poco recorrido. Eder Mallo, que ha demostrado ser un árbitro con gran personalidad y futuro (sólo tiene 31 años y puede apuntar a Primera a medio plazo), sólo dirigió una vez al Málaga esta campaña, y fuera de casa, en Santander. Caprichos del destino, el duelo de hoy del Gimnástic ante la Real Sociedad B lo dirigirá un malagueño, Abraham Cervantes.

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Martín Aguilar, Loren Juarros y Capote, en elpalco del Nou Estadi aquel 22 de junio de 2024. ÑITO SALAS

Pellicer y Loren Juarros, un año después

Un año después del 'gol de Antoñito', el tiempo avala el trabajo del entrenador del Málaga, Sergio Pellicer, y del director deportivo, Loren Juarros. El primero ha vuelto a demostrar que es un buen gestor de grupos y que extrae el máximo de plantillas limitadas en cuanto a calidad ofensiva. El Málaga se ha movido en cifras que lo denotan: ha sido el quinto menos goleador (42 dianas), pero el sexto menos batido (46). Seguirá al frente del equipo y su relación parece haber ido a mejor con el tiempo con Loren Juarros. No se puede decir que el director deportivo no sea fiel a unas ideas. Su proyecto de cantera en el Málaga es indiscutible y se sostiene en cuatro patas: ciudad deportiva, ya en uso esta temporada, convenio de colaboración con los clubes de la provincia (el denominado acuerdo marco, en el que no están aún muy pocos), ascenso del filial a Segunda RFEF, y un grueso de canteranos en el primer equipo, con un estudiado mapa de sucesión por posiciones en toda la estructura del club. El primer equipo, con apuros, ha ido cumpliendo objetivos: ascenso a Segunda y permanencia esta campaña. Y, mientras, se asienta el proyecto.

Los sufridos aficionados malaguistas en Tarragona. ÑITO SALAS

La afición, un año después

Y, por último, ¿cómo respira la afición malaguista un año después? La reacción tras el ascenso fue fulgurante, una explosión para celebrar el ascenso horas después y un récord en la campaña de abonos, con 26.550 y 13.000 en lista de espera. La Rosaleda empieza a quedarse pequeña, de ahí que sea crucial la remodelación, con motivo del Mundial de 2030, que va a ampliar el aforo a 45.000 cara a esa fecha. Pero antes el malaguismo, ha de prepararse con paciencia para un exilio al Ciudad de Málaga que durará al menos dos años y comenzará en agosto de 2026. Se estima que más de 20.000 abonados podrán estar en el estadio de Atletismo, no muchos más, porque el Ayuntamiento ha comunicado que por motivos de tráfico se va a rebajar la previsión inicial de albergar a 25.000 personas allí. El malaguismo vive un buen momento, pese a que se encara ya la octava campaña alejado de la élite. La masa social va a exigir este próximo curso más. Un Málaga que puede aspirar al menos a la pelea por acceder a los 'play-off' y fichajes (volverán a ser pocos) que realmente eleven el nivel.

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