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Málaga se solidariza con las víctimas del genocidio en Gaza
Sanitarios, periodistas, profesores, cooperantes, mujeres y niños malagueños recogen testimonios de sus homólogos gazatíes en un acto celebrado en la plaza de la Constitución que ha reunido a cientos de personas
Un día global por Gaza convocado por Global Alliance for Palestine y que en Málaga organizaron Voces Palestinas y Axarquía con Palestina. En la capital ... costasoleña tomó la forma de una concentración en la Plaza de la Constitución y un acto de homenaje enfocado a los colectivos palestinos más castigados en el genocidio. En su recuerdo, en su apoyo, colectivos homólogos de Málaga leyeron manifiestos reivindicativos, testimonios de las madres gazatíes, palabras de apoyo, siempre emocionadas, además de una carta infantil al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu: «Nos han enseñado que si alguien está siendo agredido tenemos que pedir y dar ayuda y nos preguntamos: ¿Por qué los gobiernos no actúan y lo detienen a usted?».
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«Éste es un homenaje de la sociedad civil de Málaga. Todas las víctimas son iguales, pero queríamos apoyar a los trabajadores de los servicios públicos. También a las mujeres y a la infancia, porque los ataques de Israel son ataques contra la vida, contra la reproducción de la vida palestina», explicó a SUR el artista Jorge Dragón, que forma parte de la organización de este acto. También Elena Guerra, que evalúa cómo ha evolucionado el apoyo popular a Palestina en Málaga: «Ha crecido porque la evidencia cae por su propio peso. La asociación internacional de académicos y científicos que estudia los genocidios ha determinado que lo que sucede en Gaza cumple con todos los requisitos para calificarlo de genocidio. Nadie puede discutir lo que la gente está viendo, aunque Israel pretenda todavía controlar la narrativa». Hatem Abdul, portavoz de Voces Palestina, palestino él mismo, mostró su agradecimiento por que se celebren estos actos y el movimiento social esté creciendo como mostró la masiva manifestación que tuvo lugar hace una semana: «La gente está ya cansada de la inacción de los Gobiernos. Cada día que pasa son cien muertos más. La gente ya no sólo está dispuesta a protestar. También a poner el cuerpo, como demuestra la flotilla que ha partido hacia Gaza». Dragón, Guerra y Abdul realizaron las primeras intervenciones ante una plaza de la Constitución llena de personas de toda condición y edad y en la que ondeaban banderas de Palestina. De vez en cuando, sonaba música de esa nación sin Estado.
Deportistas
Si en los últimos días se están viendo protestas por donde circula la Vuelta Ciclista a España por la participación del equipo Israel-Premier Tech, en Málaga también resonó: «No podemos seguir fingiendo que el deporte es un oasis de paz ajeno a la realidad. No podemos permitir que el fútbol, el baloncesto, la gimnasia, el ciclismo y cualquier otra disciplina sirva de escaparate para normalizar la barbarie», clamaron desde la tribuna, para añadir: «El boicot deportivo no es una opción, es un deber moral. Es una forma de alzar la voz cuando las palabras se quedan cortas. Es una manera de decirle al mundo que no toleramos el asesinato, la opresión y la injusticia», así que lanzaron: «Exigimos a las federaciones y a los deportistas que actúen con valentía y con dignidad. Exigimos que se nieguen a participar en eventos que normalizan la violencia». Y pusieron como ejemplo las actuaciones contra la Rusia invasora de Ucrania y la Sudáfrica del apartheid: «Señores dirigentes de las instituciones y federaciones deportivas, usen las leyes del deporte para imponer un boicot a la participación de Israel en cualquier evento deportivo internacional».
«Señores dirigentes de las instituciones y federaciones deportivas, usen las leyes del deporte para imponer un boicot a la participación de Israel en cualquier evento deportivo internacional»
Esta misma semana se han celebrado actos en todo el mundo en protesta por el asesinato de periodistas en Gaza, porque los informadores se han convertido en un objetivo de guerra para Israel. El colectivo de periodistas, desde la Plaza de la Constitución, reiteró su enérgica condena a «los ataques y el asesinato de periodistas y trabajadores de medios de comunicación en la Franja de Gaza». «Sus muertes no son sólo una tragedia personal, sino un ataque directo a la libertad de prensa, que constituye un derecho humano y un pilar fundamental de cualquier sociedad justa», lamentaron. «Los trabajadores de prensa palestinos no son sólo informadores, sino testigos de la historia. Silenciarlos, asesinándolos, es un intento de ocultar la verdad y de evitar que el mundo sea testigo del desastre humanitario que está llevando a cabo el Gobierno sionista presidido por Netanyahu», agregaron, para insistir en sus reivindicaciones: una investigación independiente de todos los ataques contra periodistas, protección para todos los informadores y acceso libre y seguro para la prensa internacional a la Franja de Gaza. También se leyó el nombre de todos y cada uno de los periodistas asesinados por Israel en Palestina en estos dos últimos años.
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Por parte de la RedUMAxPalestina se recordó que durante los 23 meses de genocidio en las Universidades palestinas se ha seguido trabajando: se han leído tesis, se han impartido clases… pero, eso sí, «bajo el zumbido constante de drones, entre un bombardeo y el siguiente»: «El esfuerzo inconmensurable de esta comunidad académica está preservando la educación como un salvavidas, como una forma de resistencia frente al sufrimiento y la destrucción que les rodea». La UMA se convirtió en portavoz del testimonio del profesor Ahmed Kamal Junina, de la Universidad de Al Aqsa: «Lo admito: escribo este texto mientras me muero de hambre, demasiado hambriento para pensar con claridad, demasiado débil para mantenerme erguido durante mucho tiempo». «Como profesores, estamos destinados a cultivar el pensamiento liberador entre nuestros estudiantes. Pero cuando nuestra realidad cotidiana es el hambre, el dolor y el desplazamiento, empezamos a cuestionarnos si podemos seguir cumpliendo este papel»… pero, sí, siguen formando a los jóvenes, aunque no hayan comido, les continúan diciendo que sus voces importan, les siguen insistiendo que «Gaza sigue pensando, sigue cuestionando, sigue creando». Ése es su acto de resistencia.
«La cifra oficial de 4.500 amputados me parece baja, porque he visto tantos pacientes con pérdida de extremidades... Especialmente niños»
Los sanitarios, la Marea Blanca, aportaron, por su parte, testimonios de sus compañeros que trabajan en Gaza sobre la impotencia para atender a la gente porque se han destruido hospitales y no tienen medios, sobre cómo es convivir con la muerte a diario, sobre la situación de las personas que llegan a los precarios centros sanitarios, que son hombres, mujeres y muchos niños. Un testimonio de un sanitario gazatí: «La cifra oficial de 4.500 amputados me parece baja, porque he visto tantos pacientes con pérdida de extremidades… Especialmente niños. He tratado muchos niños, algunos incluso de ocho meses de vida. Y la razón es que las armas que se utilizan de forma indiscriminada liberan masas de metralla que desgarran el tejido y destruyen el hueso, los vasos sanguíneos y los nervios, y depositan pólvora y otros materiales en el tejido impidiendo la cicatrización y causando infecciones secundarias».
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«El territorio palestino ocupado es el escenario más mortífero para las y los trabajadores humanitarios a nivel mundial»
Las ONG también alzaron la voz: «Por muchas organizaciones que se lo hayan exigido, las autoridades israelíes han alegado que ninguna de ellas está autorizada a entregar ayuda a Gaza, aunque la mayoría de ellas hayan trabajado desde décadas sobre el terreno». Denunciaron que Israel usa la ayuda como arma y que cada vez haya más impedimentos para que las organizaciones humanitarias puedan trabajar ahí: «Estas restricciones forman parte de una estrategia más amplia que incluye el llamado, de forma perversa, programa 'Fundación Humanitaria de Gaza', un mecanismo de distribución militarizado que se promociona como una solución humanitaria y que en realidad es una herramienta letal de control». «El territorio palestino ocupado es el escenario más mortífero para las y los trabajadores humanitarios a nivel mundial», clamaron, para denunciar también que ellos mismos también son víctimas del hambre.
Entre los políticos, se dejaron ver los del PSOE malagueño. Josele Aguilar, en declaraciones a la prensa explicó que su presencia se debía a que quería mostrar su solidaridad con Palestina y su rechazo a la «masacre». Se refirió también a los atentados de Hamas del 7 de octubre de 2023, condenándolos, pero acto seguido expresó que no justifican las actuaciones de Israel, del Gobierno israelí, de quien deslindó al pueblo de Israel y al pueblo hebreo en su conjunto.
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