Marbella cuelga el cartel de completo durante el puente del Pilar

En pleno centro, en el Hotel Lima solo hay disponibles tres habitaciones de las 61 que tiene este establecimiento recientemente remodelado. Jensine Martín, jefa de recepción dice que «realmente, lo que llevamos de octubre está siendo así. Llevamos completos desde antes del verano», afirma. El centro está lleno de gente, tanto locales como visitantes, y eso lo notan los negocios. La afluencia de turistas ha hecho que tiendas de suvenires como Gipsy Marbella, hayan recuperado la actividad. «Sigue estando súper lleno todo. Había bajado un poquito pero llegaron los holandeses y volvió a subir», cuenta Rosana Petersen. Y es que en esta ciudad costasoleña, el puente enlaza con los 4 Days Walking, un acontecimientos deportivo en el que se dan cita casi 2.000 senderistas (la mayoría de Holanda) para hacer recorridos de entre diez y 30 kilómetros diarios durante cuatro jornadas, que se ha celebrado desde el pasado jueves hasta ayer, domingo.

Rosana, atiende a sus clientes en inglés, español, italiano o francés. Sin embargo, comenta que «los británicos todavía no han llegado, hay algunos pero pocos todavía. Eso sí, ha habido escoceses, irlandeses, franceses, italianos y muchísimos daneses», detalla.

Restaurantes, bares y chiringuitos también están repletos, con sus terrazas llenas, pero también los interiores. Alberto Gallardo del Bar California, en la es esquina de la calle Málaga está preparando todo para comenzar a dar las cenas cuando todavía algunos comensales permanecen en la terraza pasadas las cinco de la tarde. «Hemos tenido un turno de comidas entre la una y las dos y media de la tarde y otro desde las dos y media hasta ahora», explica. Había comprado 100 bollitos de para el mediodía pero sus previsiones, igual que un puente cualquiera antes de la pandemia, se han visto superadas y ha tenido que recurrir a los típicos piquitos.

Hasta salas de exposiciones, como la del Hospital Real de la Misericordia, que acaba de inaugurar la muestra 'Sacais' de Isabel Morero, ha incrementado considerablemente su público con numerosos visitantes que se acercan a conocer la historia de los asentamientos gitanos en Marbella durante los años 80.