Sistema de puntales que protegen un viejo ficus dentro de una urbanización de Málaga. Migue Fernández

Ingeniería malagueña al servicio de los árboles centenarios

Una empresa de consultoría técnica y un botánico se alían para idear estructuras que permiten la supervivencia de ejemplares históricos en riesgo de desaparecer

Ignacio Lillo

Málaga

Lunes, 5 de junio 2023, 12:10

El tronco del viejo ficus está sujeto mediante puntales y andamios, pero nada está colocado al azar. Detrás de esa estructura, que permite consolidar el ... árbol en su sitio y permitir que siga creciendo sin riesgo de caída, hay muchas horas de estudios de aerodinámica de la copa, pesos, contrapesos y tirantes. La empresa consultora de ingeniería malagueña Esotion, junto a un botánico experto, han abierto una línea de trabajo orientada a la «sustentación artificial de arbolado», que ya ha permitido prolongar la vida de ejemplares centenarios y emblemáticos en diversos municipios de Málaga y Cádiz. También se han planificado las futuras necesidades de otras, entre las que destaca la pérgola de hierro forjado de las glicinias del jardín botánico de La Concepción, el enclave más famoso de este enclave.

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«Hay muchos árboles de grandes dimensiones en las ciudades con riesgo de desprendimiento, hace 15 ó 20 años se cortaban, pero hoy los ayuntamientos intentan salvarlos y evitar las talas», comenta Marcelo García, responsable de Esotion, y añade: «Los parques urbanos tienen que mantener los árboles centenarios para las próximas generaciones». Para ello, se apoyan en herramientas de planificación como son los planes directores de arbolado que han llevado a cabo los ayuntamientos de Málaga y Cádiz, entre otros.

Fruto de esta colaboración es uno de los trabajos más emblemáticos de la empresa hasta el momento, como es la sustentación del ficus de grandes dimensiones que ocupa buena parte del jardín de una nueva urbanización en el Paseo de Sancha, 56, en la zona este de la capital malagueña. Por imperativo municipal, los promotores les contrataron para darle la seguridad estructural necesaria.

«Hay muchos grandes árboles en las ciudades con riesgo de desprendimiento que antes se cortaban, pero hoy los ayuntamientos intentan salvarlos»

Marcelo García

Responsable de la consultora de ingeniería Esotion

En el caso del famoso ficus microcarpa del paseo de Sancha, se detectó un defecto por ramas en codominancia, que compiten, y en la unión (corteza incluida). Por ello, se diseñó un sistema de atirantamiento dinámico en la copa para minimizar las cargas, y se instaló un monoposte de 20 metros del que parten unos tirantes que sujetan las ramas desde arriba. Además, se llevó a cabo una poda aerodinámica para que el perfil de la copa tuviera menos resistencia al viento, pero con intervención mínima.

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Estructura de soporte

A ello, se añade toda una estructura metálica con zapatas para sustentar el tronco, así como un sistema de fusibles, de manera que, llegado el caso, permitiría romperse por esa parte y sólo caería una determinada rama. Ello ha supuesto un complejo cálculo de la dinámica de fluidos y de los cambios aerodinámicos que soporta.

En el caso de La Concepción, el objetivo fue determinar el riesgo del colapso de la pérgola, si bien se ha determinado que es difícil actuar sobre la estructura pues es un Bien de Interés Cultural (BIC), «y como tal se habría de aplicar el mismo acero, que data del siglo pasado y cuya aplicación en la actualidad es inexistente».

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En una línea similar, se está trabajando sobre otro ficus de gran porte con ramas horizontales, situado en un lugar muy céntrico, junto a la Facultad de Medicina de Cádiz. El llamado ficus de Mora (ficus macrophylla), es muy querido en la ciudad, por lo que se van a acometer una serie de apuntalamientos en ramas muy lateralizadas y de gran envergadura, para conservar la estructura íntegra del ejemplar. Del montaje se ha hecho cargo el Grupo Raga, especializado en jardinería y obras en zonas verdes.

El grupo de expertos también está trabajando para conservar un ejemplar histórico en la ciudad de Cádiz

El grupo de expertos también ha estudiado la situación de los plátanos del paseo de los Curas (estudios empíricos para determinar el colapso de rama tanto por la acción del viento como por la gravedad); de un algarrobo en Ciudad Jardín; en el paseo marítimo Pablo Ruíz Picasso. En la capital gaditana también se han analizado ejemplares en la avenida Duque de Nájera y el parque el Genovés, así como en la Alhambra de Granada.

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Ejemplares imprescindibles

El componente biológico lo pone Alberto Díaz, botánico, doctorando en Botánica y Biomecánica en la UMA y especialista en arbolado urbano. «Los árboles grandes son los que más beneficios ecosistémicos ofrecen: 70 veces más que 70 árboles pequeños, según los estudios internacionales», explica, y añade: «El volumen de copa de un gran ficus como el que hay en la Alameda de Cádiz es similar a 4.800 naranjos, por tanto en la ciudad lo más importante es tener árboles grandes».

«El volumen de copa de un gran ficus como el que hay en la Alameda de Cádiz es similar a 4.800 naranjos»

Alberto Díaz

Botánico e investigador de la UMA

Estos árboles, durante su crecimiento, pueden presentar ligeros defectos, que una vez detectados y con el pronóstico de qué puede ocurrir, se decide conservarlo, ya que conseguir otro de tal porte supondría muchos años. «Con el cambio climático necesitamos ciudades sombreadas, y qué mejor que invertir en árboles grandes». Además, son un nicho ecológico, que albergan muchos seres vivos, por ejemplo murciélagos que minimizan la presencia de mosquitos, unos insectos que ahora pueden llegar a ser mortales por las enfermedades que transmiten. «Tienen un valor histórico y social y un beneficio ecosistémico, de salud ambiental y de confort urbana».

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El botánico destaca la protección que se lleva a cabo en Málaga: «Está a la cabeza en la gestión de la arboricultura con el Plan Director de Arbolado del Ayuntamiento, que supone una protección frente a obras y un cambio de paradigma en cuanto a la poda, ya que estos árboles no se deben podar, salvo por interferencia de las ramas». Además, advierte de que los cortes producen heridas que pueden ser peligrosas.

En definitiva, una perspectiva nueva de la conservación arbórea, que sitúa a las joyas verdes de la corona en el centro de la protección ambiental de las ciudades.

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