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Susana Zamora
Jueves, 17 de julio 2014, 13:40
El largo carril bus que recorre todo Héroe de Sostoa y Carretera de Cádiz encuentra a su paso numerosos cruces, en los que falta una señalización clara que indique quién tiene la prioridad de paso en el supuesto de que los vehículos que circulan en paralelo a esta vía decidieran girar a la derecha. ¿Frenan en seco y dejan pasar al autobús o al taxi, con el consiguiente riesgo de que el vehículo que circule detrás lo embista, o invaden el carril y se encomiendan al cielo para no ser multados en esa infracción? Para Abraham Merino, la cosa no está clara y relata que esta semana estuvo a punto de tener un accidente grave por respetar «meticulosamente» este carril bus. «He llamado a la policía para preguntar cuál es la forma en la que hay que actuar para evitar por un lado, violar la normativa del Ayuntamiento, pero a la vez no jugarme la vida cada día, ya que son dos cosas contradictorias», indica.
Este lector muestra su indignación al confesar que no han sabido darle una explicación «y encima practicamente se han reído de mí». Aunque el carril de autobuses y taxis es una vía preferente, en otras zonas de la ciudad, el Ayuntamiento sí deja claro con una señal explícita quién tiene que pararse en el cruce. Es el caso de calle Hilera, donde se indica a la altura de calle Esperanto que la preferencia la tienen los autobuses y taxis que circulan por el carril habilitado para ellos. En este caso, además, a los vehículos del resto de la calzada no les queda más remedio que frenar en seco para cederles el paso, ya que el carril está delimitado para impedir que el resto de vehículos no autorizados lo invadan. Como este no es el caso de Carretera de Cádiz, al final y según hemos podido observar, los vehículos optan por meterse en el carril bus. Se arriesgan así a una multa, «pero al menos saldremos vivos».
Calle Juan Valera. Imposibilidad de paso de vehículos
La falta de estacionamiento lleva a numerosos residentes a aparcar a lo largo y ancho de la calle Juan Valera pese a estar prohibido. Y, en este caso, no lo está por capricho. Alejandro Vázquez asegura que la pasada semana tuvo maniobrar ante la imposibilidad de que un autobús que bajaba y su vehículo pudieran pasar a la vez. «Casualmente, encontré un vado en el que poder echarme a un lado y dejar paso al autobús; de no haber sido así y dado que había una hilera continua de turismos, habría tenido que echar marcha atrás toda la calle abajo para dejar paso».
Portada Alta. Pintadas en fachadas de bloques
Las declaraciones de amor ya no se dejan para las cartas; ahora se utilizan, desgraciadamente, las fachadas de los edificios, como uno en Portada Alta, donde a todo lo ancho del edificio puede leerse una felicitación por el Día de San Valentín. Las columnas de expresión libre se han quedado pequeñas.
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