Borrar
Imagen de una prueba PCR. Ñito Salas
Sanitarios denuncian la existencia de muestras sin procesar porque no hay test para analizarlas

Sanitarios denuncian la existencia de muestras sin procesar porque no hay test para analizarlas

La falta de reactivos provoca que las pruebas, en algunos casos de los propios trabajadores, se retrasen o continúen sin rastrear en el laboratorio

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Viernes, 1 de mayo 2020, 01:13

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La escasez de test mantiene en pie de guerra a los sanitarios, conscientes de que sin pruebas no puede trazarse un mapa real de contagios que evite nuevos brotes en la desescalada que comienza. Hasta ahora se están utilizando cuatro técnicas de diagnóstico y ninguna es definitiva, por lo que la comunidad científica recomienda su combinación. A la prueba molecular, la más fiable, denominada PCR, capaz de detectar la presencia del virus pero no su rastro en caso de haber superado la enfermedad, se han sumado en las últimas semanas los test serológicos. Consisten en extracciones de sangre, a diferencia de las PCR, obtenidas a través de bastoncillos que generalmente se introducen por la nariz. Las pruebas serológicas determinan si hay anticuerpos que podrían funcionar como escudo contra el Covid. La falta de test, sin embargo, está provocando que algunas muestras queden almacenadas sin resultado. En su lugar, en el historial, aparece: «Muestra no procesada debido a la no disponibilidad de test».

Sin reactivos para analizarlas, las muestras quedan congeladas o almacenadas hasta que sea posible procesarlas. Ha ocurrido en el Hospital Regional (Carlos Haya, Materno y Hospital Civil), según denuncian fuentes sanitarias a este periódico, y en menor medida en el Clínico. Algunos de estos test corresponden a profesionales que trabajan a diario con pacientes con coronavirus. Desde el Hospital Regional alegan que el laboratorio de microbiología congela muestras serológicas «de forma habitual» para practicar otras pruebas «que puedan requerirse» y recuerda que «tanto a los profesionales como a los pacientes que lo requieren se les hace la PCR en el centro y, en el caso de que sea necesario saber si tienen anticuerpos, se les hace su determinación a través de una analítica de sangre».

La técnica utilizada para practicar pruebas serológicas se denomina Elisa (por sus siglas en inglés: ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas) y requiere un análisis de sangre que debe ser procesado en el laboratorio y que determina la carga de anticuerpos existentes según su tipo: la inmunoglobulina M (que aparece cuando el contagio está activo, sobre el quinto día tras contraer la infección) y la inmuniglobulina G (que aparece después de la segunda semana de infección, aunque se desconoce cuánto tiempo permanece). Es una técnica mucho más sensible que los test rápidos, basados en un pinchazo de sangre en el dedo y que han dado numerosos falsos negativos.

Los reactivos suelen importarse de países europeos, aunque la demanda se ha disparado en las últimas semanas ante la decepción internacional por la escasa fiabilidad de los test rápidos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que aún no hay evidencias suficientes de la eficacia de la inmunidad por anticuerpos, abriendo la puerta a que quienes hayan pasado la enfermedad puedan volver a contagiarse. La mayoría de personas que han superado el coronavirus generan anticuerpos capaces de bloquear el virus, pero la comunidad científica desconoce por el momento cuánto tiempo permanecen estas proteínas en el organismo tras una primera infección. Algunos sujetos, además, generan una carga de anticuerpos más reducida de lo habitual. La reticencias de la OMS, compartidas por la Sociedad Española de Medicina Preventiva, tratan de evitar que quienes hayan pasado la enfermedad ignoren los consejos de salud pública.

La necesidad de controlar nuevos positivos y de saber qué porcentaje de la población ha superado la infección, con independencia de que su inmunidad sea definitiva o no, ha lanzado a los gobiernos a comprar test de forma masiva en un mercado cada vez más saturado. El inicio de la desescalada hace que en España, el tercer país del mundo con más muertos por Covid-19, sea urgente tener una radiografía lo más fiel posible del alcance del virus. Pero sin reactivos, advierten los sanitarios, las muestras no sirven de nada.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios