La Navidad llena el Centro de Málaga

Un fenómeno inesperado añadió un toque peculiar a la jornada: un repentino taró cubrió el centro de la ciudad justo antes del primer pase del espectáculo de luces en la calle Larios. La densa niebla, que parecía surgir como un elemento escénico más, envolvió las calles, intensificando la expectación de los asistentes. Sin embargo, no logró empañar el ánimo de quienes acudieron a disfrutar de la magia navideña. «Es algo curioso, le da como un toque de misterio», comentaban algunos de los asistentes mientras esperaba junto a su familia el inicio del encendido.

Para algunos, como Antonio Mel, acudir al encendido de luces es una tradición que no puede faltar. Este vecino de Marbella regresa cada año a la calle Larios para disfrutar del ambiente, aunque siempre con una sonrisa en la cara. «La decoración es la misma que el año pasado», admitía, pero insiste en que lo que realmente lo atrae es la energía y el ambiente navideño que se respira en cada esquina. «Es una sensación única, sentir cómo la ciudad entera vibra con la Navidad. Eso no lo cambio por nada», agregó mientras observaba las luces junto a sus amigos.

El caso contrario le sucede a Ludovia Alibrando, una turista italiana. La experiencia es completamente nueva. Junto a dos amigas, se ha desplazado a Málaga para pasar unos días y quedó fascinada con el espectáculo de luces. «Esto, en Italia, no lo tenemos», comentó emocionada, mientras contempla los decorados de ángeles que sobrevolaban su cabeza y que adornan la calle Larios. «Es como si toda la ciudad se transformara en un cuento de Navidad, algo que nunca había visto antes», añadió mientras tomaba fotos de cada detalle.

Desde aún más lejos llegaba Nuria Nael, una joven suiza que, aunque actualmente se encuentra de Erasmus en Sevilla, no quiso perder la oportunidad de visitar Málaga. Con un viaje exprés junto a sus compañeros, llegó para ver las luces navideñas. «Son mejores que las de mi país porque aquí hay más ambiente, y la música les da ese toque especial de alegría», explicó mientras disfrutaba del momento. «Es algo que no esperaba, y definitivamente ha valido la pena el viaje. Seguro que lo recordaré siempre», agregó mientras sus amigos la esperaban para poder seguir viendo el resto de actividades que está ofreciendo la ciudad durante estos días y, mínimo, hasta el cuatro de enero.

El ambiente en el centro de Málaga durante el sábado era una auténtica estampa navideña que reflejaba el espíritu festivo de la ciudad. Por cada rincón se veían gorros de Papá Noel adornando cabezas, desde niños hasta adultos que se sumaban a la celebración. Grupos de amigos bailaban al ritmo de las canciones que llenaban el aire, mientras otros cantaban espontáneamente, formando coros improvisados que arrancaban aplausos y sonrisas. Los padres subían a sus hijos a hombros para que pudieran disfrutar mejor de las luces y no perderse ni un detalle del espectáculo, mientras parejas caminaban de la mano, absortas en la magia del decorado.

En medio de la multitud, un grupo de mujeres destacaban por encima del resto, debido a su alegría desbordante y por los bailes que provocaban la sonrisa en todas las personas que pasaban a su lado. Victoria González, liderando a su grupo de diez amigas, no dejaba de gritar «¡Feliz Navidad!» a quienes se cruzaban en su camino. Estas visitantes, que viajaron desde Guadix, en Granada, expresaban su entusiasmo por las luces de Málaga. «Siempre que podemos venimos porque son preciosas, y el ambiente es único», aseguraba González. «Es algo que une a las personas, venir aquí es como vivir un momento especial juntas», añadió, emocionada.

Javier Ríos, otro visitante granadino, decidió combinar su estancia en un camping de la ciudad con una visita al centro para disfrutar del espectáculo. «Todo lo que hace Málaga es precioso, y las luces no son una excepción», relataba, visiblemente impresionado y envuelto en la magia que produce este tipo de espectáculos en la gente que lo percibe.