¿Sería legal prohibir la venta de alcohol en el Centro durante la feria?

Desde el despacho de abogados Martínez-Echevarría de Málaga entienden que dicha actuación sería legal si se hace vía ordenanza. El abogado administrativista de la empresa, Iñaki Marrodán, considera que la prohibición sería válida si cuenta con un informe jurídico que lo avale y justifique su aplicación, los condicionantes y se delimite el plazo a aplicar.

El profesional considera que cualquier medida de este tipo debe estar amparada en una norma como puede ser una ordenanza, y que el Ayuntamiento es el que debe justificar, con los preceptivos informes previos de los servicios jurídicos, las causas que aconsejan establecer esas medidas y las razones de interés público que las ampararían.

Antes de esta supuesta aprobación definitiva, el equipo de gobierno debería publicar el texto provisional de la ordenanza en boletines administrativos para que puedan presentar alegaciones quienes consideren oportuno. En este momento podría debatirse si la norma o algunos de sus artículos vulneran o limitan de manera no justificada derechos empresariales como el de libre establecimiento o competencia.

Tras conocerse ayer que Málaga busca un resquicio legal para impedir la venta de alcohol en el Centro desde el horario de cierre de la feria, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha asegurado que se trata de una medida en estudio, «pero no quiere decir que se vaya a hacer». Cuestionado sobre este asunto ha valorado que todas las medidas que se puedan poner en práctica van encaminadas a lograr un turismo de máxima calidad. «No nos importa estabilizarnos en el número de turistas, pero sí queremos que sean de calidad en capacidad de compra y de gasto», ha valorado.

De la Torre, que no ha querido profundizar sobre el tema, ha tratado de desviar el enfoque hacia el aspecto turístico y la necesidad de atraer a visitantes de mayor calidad a la ciudad. «Todo lo sea ir en esa dirección, favorezca la convivencia en la ciudad y la calidad de vida, es lo que nos importa e interesa», ha apuntado. «Si las mantenemos (esas condiciones) para vivir, también las tendremos para atraer al turismo de calidad y lograr la excelencia».

La medida, de momento en estudio, ha salido a debate tras su reciente aplicación en la feria de abril en Sevilla, en donde se puso en marcha para tratar de evitar el botellón. En aquella ciudad, el Ayuntamiento decidió prohibir la venta de cualquier bebida susceptibles de ser consumidas en la vía pública, en cualquier tipo de envase, ni hielo durante la semana de feria en el barrio de Los Remedios, que es donde se ubica el recinto ferial, entre las 16 y las 8 horas. La ordenanza sólo exceptuó la venta de agua y refrescos en envases de plástico de medio litro.

Tras el precedente de Sevilla, los empresarios del sector han denunciado que dicha actuación atenta contra el libre comercio y la libre competencia. El presidente de la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería (CAEA), Álvaro González Zafra, ha asegurado que están en contra de cualquier prohibición y que no están dispuestos a que ocurra en ningún sitio más. «Lo que se hizo en Sevilla fue una aberración; estamos estudiando medidas legales porque vulnera los derechos de libre empresa y los derechos de los ciudadanos que no pudieron ir a comprar durante una semana», expone.

Desde el colectivo también se apoyan en un documento elaborado por la Agencia de la Competencia, órgano dependiente de la Consejería de Transformación Económica de la Junta de Andalucía, que considera que la medida aplicada en Sevilla «entraña una restricción de la libre competencia entre las empresas que operan en el mercado». En el documento, dirigido al Ayuntamiento de la localidad, se señala también que «la precitada prohibición de comercialización no superaría el test de necesidad y proporcionalidad».

Por si fuera poco, González Zafra recuerda que el botellón ya está prohibido en Andalucía y que su cumplimiento efectivo sólo depende de una cuestión policial y de orden público. Por ello, añade, no deberían establecerse limitaciones en la actividad comercial.