Carlos Haya ya no enviará enfermos de ictus de Málaga a Córdoba tras la ampliación de esa unidad
El hospital duplicará las camas para pacientes con un accidente cerebrovascular al pasar de cuatro a ocho y hará trombectomías por las tardes y en fin de semana
Los pacientes que sufran un ictus severo en Málaga y necesiten una trombectomía mecánica para extirpar el coágulo ya no serán enviados a Córdoba por las tardes y los fines de semana. La ampliación de la unidad de ictus del Hospital Regional Carlos Haya, que duplicará su capacidad al pasar de cuatro a ocho camas, permitirá no mandar al Hospital Reina Sofía de Córdoba a ningún enfermo para que se le practique una trombectomía, que es un procedimiento que consiste en la extracción mecánica, a través de un acceso arterial periférico, de un coágulo situado en una arteria cerebral en el plazo máximo de seis horas desde el inicio de los síntomas.
Carlos Haya ha contratado a dos neurorradiólogos intervencionistas, que se han unido a los dos ya existentes, para poder llevar a cabo las trombectomías. Hasta ahora, esas pruebas solo se han hecho, de lunes a viernes, en horario de mañana, ya que la falta de especialistas en esa materia obligaba a derivar a los pacientes a Córdoba por las tardes y en fin de semana. El año pasado se mandaron a 14 enfermos al Reina Sofía para que se les quitara el coágulo. La técnica consiste en la extracción o fragmentación mecánica del trombo mediante la utilización de dispositivos y catéteres endovasculares.
Las obras de ampliación de la unidad de ictus de Carlos Haya, que se están ejecutando en estos momentos, está previsto que finalicen en la segunda quincena de enero, indicaron fuentes sanitarias. Medio millar de pacientes se beneficiarán cada año de los tratamientos para hacer frente al ictus. La unidad se encuentra situada en la planta de hospitalización de neurología. El importe destinado a la mejora de las instalaciones es de 60.000 euros. Esas dependencias, con ocho camas para pacientes de ictus en fase aguda, se han concebido como una unidad de cuidados intermedios de alta tecnología específicamente diseñada. Los ocho puestos de atención estarán dotados de un sistema de monitorización multiparamétrica no invasiva que permitirá el control permanente de las funciones vitales de los enfermos, así como de videovigilancia, que facilitará el acceso visual desde el control de enfermería y desde el despacho médico. También habrá un sistema de holter ECG sin cables (dispositivo que permite grabar de forma permanente los latidos del corazón).
Está previsto que las obras de ampliación acaben en la segunda quincena de enero
La unidad dispondrá de un equipo sanitario compuesto por dos neurólogos, profesionales expertos en patología cerebrovascular, y un equipo de enfermería con formación específica en esa dolencia. La estimación del volumen de pacientes que anualmente pueden beneficiarse de este procedimiento en la provincia de Málaga se sitúa en torno a los 450-500.
Coordinación profesional
Para poder llevar a cabo la trombectomía mecánica y otros tratamientos complejos es necesaria una perfecta coordinación entre los profesionales de los diferentes dispositivos y especialidades que participan en el Plan Ictus, que incluye a los servicios de urgencias extrahospitalarios, atención primaria, emergencias sanitarias 061, urgencias hospitalarias, neurología, anestesiología, cuidados intensivos, neurocirugía y neurorradiología intervencionista, estos últimos son los expertos encargados de la extracción del trombo del paciente.
El jefe del servicio de neurología del Hospital Regional Carlos Haya, Pedro Serrano, afirmó que otros procedimientos susceptibles de aplicación en el marco del Plan Ictus son la fibrinolisis intravenosa o la craniectomía descompresiva. «Nuestro objetivo, como parte de la unidad de gestión clínica de neurociencias del hospital, es convertirnos a corto plazo en un centro de excelencia a nivel nacional en la atención emergente al ictus», manifestó el doctor Serrano.
Las obras que se llevan a cabo para la ampliación de la unidad de ictus han sido visitadas por la delegada provincial de Salud, Ana Isabel González, acompañada por el gerente del Hospital Regional Carlos Haya, Emiliano Nuevo Lara, y por Pedro Serrano.
El objetivo de las unidades de atención a los enfermos que han sufrido un accidente cerebrovascular agudo o ictus es reducir el impacto que se produce en la vida diaria de las personas afectadas por esa patología, así como contribuir a una mejor y más rápida recuperación.
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