La manzana verde en el Camino de San Rafael culmina su tramitación urbanística

Después de seis años de trámites, el proyecto de la Manzana Verde diseñado por el Ayuntamiento de Málaga para levantar en El Duende una especie de ciudad a escala bajo criterios de sostenibilidad ambiental, integración social y eficiencia energética ya ha superado todos los obstáculos urbanísticos para salir adelante, aunque para que esta singular actuación que busca la mezcla de usos residenciales, sociales y comerciales en el Camino de San Rafael aún falta lo fundamental: que haya interés privado en acometer esta iniciativa que, entre otras cuestiones, está ligada al desmantelamiento de las instalaciones de los Servicios Operativos municipales y de las cocheras de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT). La actuación supondría la completa transformación de este tramo del Camino de San Rafael, con la construcción de 963 viviendas (de las que 803 tendrían algún tipo de protección social) en el que ese uso residencial se combine con otros sociales y comerciales, todo ello en un espacio en el que primarán las zonas verdes y el uso de las energías renovables. Y con el peatón como verdadero protagonista. El planeamiento urbanístico establece que deberá haber un árbol por cada habitante, estimándose que serían unos 2.300.

Mientras, en el Ayuntamiento siguen dando pasos, de forma que una vez aprobado definitivamente el plan especial de reforma interior (PERI) promovido por los Servicios de Programas Europeos del Consistorio, el objetivo ahora es realizar un concurso de ideas para que los arquitectos participen en su creación. El siguiente hito sería encontrar a inversores dispuestos a acometer esta actuación, que está enmarcada en el programa europeo CAT-MED, que lidera Málaga y en el que también participan otras ciudades de la UE como Barcelona, Sevilla, Valencia, Roma, Turín, Génova, Marsella o Atenas.