El secreto de un barbero 3.0

El mejor peluquero de Andalucía es malagueño, de Carretera de Cádiz. Y para ser más concretos, del barrio de Las Delicias. Se trata de Alejandro Arana, que estos días ha recibido el Premio Picasso al Mejor Peluquero Andaluz por su trayectoria profesional. A punto de cumplir un cuarto de siglo tijera en mano, el estilista se siente orgulloso por este galardón, que pone en valor su creatividad y talento en un gremio en el que su abuelo lo introdujo con solo quince años. "Nuestro abuelo fue el fundador de la empresa en 1947 y mi hermano Carlos y yo fuimos aprendices de él. Es un trabajo vocacional que hacemos con pasión y requiere reciclaje constante", cuenta Alejandro.

Quienes le conocen bien saben que la innovación es la base de su éxito. Sin embargo, si de algo se sienten orgullosos los Arana es de mantener el corte de la barba con navaja a la antigua usanza. "Ahora es tendencia, pero hace unos años estaba prácticamente extinguido. Para nosotros -y así lo trasladamos a nuestros clientes- es todo un ritual que merece la pena ver, de ahí que siempre que podemos lo hacemos en directo", explica Alejandro.

El malagueño, de 40 años, es fundador y director de Barberos 3.0, la mayor plataforma profesional de peluquería masculina de Europa, que ya el año pasado celebró unas jornadas de peluquería en directo en la calle Alcazabilla. "Es una herramienta para mejorar la profesión y fomentar el aprendizaje entre estilistas. En España hay mucho nivel, pero se valora más todo lo que viene desde fuera", entiende el premiado. A lo largo de su carrera, Arana ha seguido la máxima de crear estilos propios muy personales, tanto en su salón como en el ámbito de la docencia. Su afán de superacion hace que su estilo sea cada vez más valorado por clientes y profesionales que acuden a sus masterclass, convirtiéndose en un referente de la peluquería masculina. Además, su negocio luce el primer distintivo de calidad de la peluquería The QHair y la estrella Global Salón, equivalente al galardón que otorga la Guía Michelín en cocina, siendo uno de los ocho españoles que la tienen.

"Durante unos años tuvimos salones unisex, pero las raíces de Arana vienen de la barbería y decidimos centrarnos solo en peluquería masculina, ofreciendo eso sí un servicio muy exclusivo para el hombre, desde el ritual de afeitado hasta los tratamientos más innovadores para el cuidado personal y asesoría de imagen completa. Entendemos que el hombre quiere cuidarse y requiere de un espacio exclusivo para él", recalca el estilista, que ya cuenta en Málaga con tres peluquerías. Los Arana apuestan por seguir extendiendo su marca y dar a conocer las habilidades del barbero en una ruta del afeitado que ya realizan en las grandes capitales europeas. Málaga tendrá pronto la suya.