Villafranco del Guadalhorce, la pedanía de Alhaurín el Grande, cambia su nombre: así se llamará

Esta modificación fue respaldada por mayoría absoluta del equipo de Gobierno en la sesión ordinaria de pleno celebrada a las 9.30 horas en el Salón de Plenos municipal. Cabe recordar que el cambio de Villafranco del Guadalhorce, que adoptará oficialmente el nombre de Villa del Guadalhorce, responde al cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática, que persigue suprimir y eliminar referencias vinculadas al régimen franquista en la toponimia del municipio.

Durante el pleno municipal de marzo, el Consistorio ya había presentado un plan para iniciar el proceso de cambio de denominación. En aquella ocasión, la propuesta, impulsada por el Área de Memoria Democrática y coordinada por la concejala Ana Belén Ordóñez, salió adelante con los votos favorables del equipo de Gobierno y la oposición en contra.

Desde el propio Ayuntamiento destacan que esta medida se ajusta a lo establecido por la normativa estatal en materia de memoria, que obliga a las administraciones públicas a «retirar elementos o nombres que supongan exaltación de la dictadura». Además, la ley establece que la presencia de dichos elementos en espacios públicos debe corregirse mediante actuaciones como la revisión del callejero o el cambio de denominaciones, incluyendo nombres de núcleos urbanos o entidades locales, como ocurre en este caso.

Tras esta aprobación plenaria, se abre ahora el procedimiento administrativo para su validación definitiva por parte de las autoridades competentes. Una vez completados los trámites legales, la nueva denominación será incorporada al nomenclátor oficial del municipio, y se procederá a su actualización en la señalética, documentación y registros institucionales.

La decisión de modificar el nombre de esta pedanía situada al norte del municipio, separada del núcleo urbano principal por el río Fahala, ha generado discrepancias desde hace meses. Como ejemplo, el portavoz de VOX en el Ayuntamiento de Alhaurín el Grande, Antonio Jesús Fernández, rechazó con contundencia el cambio de nombre, al considerarlo una decisión política «caprichosa» y «carente de justificación real».

«Villafranco del Guadalhorce no lleva ese nombre por exaltación alguna al régimen anterior, sino porque allí existía desde tiempos remotos una casa conocida como 'la casa de los Franco', donde paraban comerciantes en su ruta hacia el municipio. Sus descendientes aún viven en la zona, y al menos 17 vecinos llevan hoy ese apellido», explicó Fernández, quien lamentó «el intento de borrar la historia local sin pruebas ni consenso vecinal».

El Partido Popular también ha expresado un rechazo frontal al cambio y ha cuestionado las prioridades del equipo de gobierno. Desde la formación critican que la modificación del nombre se haya tratado como un asunto prioritario mientras, a su juicio, siguen pendientes cuestiones como la falta de inversiones, el estado de las infraestructuras, la mejora del transporte público o la atención sanitaria en la pedanía. Además, denuncian la ausencia de consenso vecinal y alertan del coste económico que implicará la actualización de señalización y documentos oficiales. Para el PP, el gobierno local «ha preferido centrarse en un gesto simbólico en lugar de resolver problemas reales» y acusan al equipo municipal de «olvidar las verdaderas necesidades de los vecinos».