Cada día se abandonan una decena de perros y gatos en la Gran Málaga

Los registros más abultados (también los que más crecen) son los de la ciudad de Málaga. En el Centro de Protección Animal municipal los propietarios particulares entregaron en 2023 un total de 560 perros, lo que supone casi 100 más que el año anterior. En la Protectora de Animales, en cambio, ha habido un leve descenso, que no quita para que todavía el año pasado se recogieran nada menos que 1.121 ejemplares. En Torremolinos empata de un año para otro, con unos 60 abandonos; y lo mismo en Rincón de la Victoria, con 117. Por último, en Cártama se anotan otros 150 perros recogidos en el último año.

Son cifras muy altas, que están en consonancia con las del resto de España pero muy lejos de los países más avanzados de la UE, y hacen pensar en la necesidad de una reflexión profunda sobre la tenencia responsable de animales. Precisamente, ese es el primer problema: que para muchos, un perro o un gato es todavía una especie de 'juguete', un divertimento temporal y no un miembro más de la familia.

A ello, se suman otros problemas añadidos, como la falta de esterilización (hay muchas camadas indeseadas); el encarecimiento de la vida por la subida de la inflación y los daños colaterales de la nueva Ley 7/2023 de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, que están entre las causas más citadas por los especialistas.

Sólo en la Protectora son más de tres animales los que se recogen cada día. Esta ONG, presidida por Carmen Manzano, es testigo directo de un problema crónico en la sociedad. Entre las causas, además de la todavía escasa concienciación sobre la tenencia responsable, cita el elevado coste de los tratamientos veterinarios. «Llegan animales muy enfermos, con fracturas, atropellos, gatos que se caen de un piso elevado... Son animales que tienen dueño pero las operaciones valen más de 1000 euros, y mucha gente no puede afrontar esos gastos y los entregan».

Su crítica no es contra los veterinarios, que tienen sus tarifas y sus costes profesionales, sino contra los elevados impuestos que cobra el Estado (el IVA sigue al 21%). También carga contra algunos cazadores, por ser, a su juicio, una fuente de abandono y de camadas indeseadas, y alega que el Refugio está lleno de perros de estas razas (como los podencos). Mientras que la nueva ley de protección animal le da a la gente «más excusas» para abandonar, por no poder hacer frente a los seguros (aunque todavía no son obligatorios).

José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza, con sede de Archidona, se defiende de las críticas de los animalistas, incluso niega la mayor. «Yo pongo en duda esas cifras de abandono, sólo tenemos datos de las protectoras, pero no nos los creemos: les interesa mucho que haya abandono porque es su razón de ser».

En cambio, afirma que los perros de caza están generalmente identificados con microchip. «Si alguien los maltrata, que caiga todo el peso de la ley; pero no existe un abandono ni un maltrato masivo en este mundo. Las rehalas están cada vez más profesionalizadas, perfectamente cuidadas y aseguradas, y la trazabilidad de las crías está controlada», sentencia.

Sí coincide con la Protectora en que la nueva ley está provocando que la gente deje animales ante el temor a las normas que se avecinan, pero recuerda que el mundo de la caza está fuera de la norma. «Los animalistas no quieren que haya perros de caza, eso es todo».

Juan Antonio de Luque, presidente del Colegio de Veterinarios, acude a la estadística. La provincia es una de las que tienen más perros y gatos censados de España, y sin duda la mayor de Andalucía, con casi 412.000 canes y 90.000 felinos. «En Málaga no se abandona más que en otras provincias, sino que está dentro de la media, pero España es un país donde desgraciadamente se abandonan muchos animales, por circunstancias socioeconómicas y de mala sensibilización con los animales».

Por eso, el Colegio de Veterinarios está implicado en la concienciación sobre tenencia responsable, y para ello lleva a cabo una campaña directamente en las aulas escolares de Primaria y Secundaria. «Queremos hacer ver que la compra o adopción de una mascota no es un juego ni un regalo, sino una responsabilidad y un compromiso para toda su vida».

Tampoco esconde De Luque su malestar por la situación del IVA veterinario, en línea con las quejas de la Protectora: «Es una barbaridad que se penalice la salud de las mascotas con un gravamen del 21%, cuando somos una profesión sanitaria y ejercemos una labor que redunda en la salud pública, de animales y de humanos (al evitar las zoonosis)».

«No se entiende que operar la fractura de la pata de un perro se penalice con un 21% cuando en la sanidad humana el IVA es 0; y lo mismo con ponerle una vacuna, que es salud para el animal pero redunda en la de todos». En este punto, apela a la nueva norma de bienestar animal: «Todos los partidos se llenan la boca con la bajada del IVA, pero cuando llegan al Gobierno ninguno lo aplica, cuando se supone que la ley los considera miembros de la familia».

En la Gran Málaga, los problemas van por zonas, y son diferentes en los municipios costeros y turísticos frente al interior. Jennifer Haro es la responsable de Animal Domus en Torremolinos, el centro al que el Ayuntamiento tiene encomendado este servicio. «En muchas ocasiones se debe a motivos económicos o a cuestiones como el nacimiento de un bebé en la familia. En mi opinión, en tres de cada cuatro abandonos habría otra alternativa», asegura.

José Antonio Villodres, director de Don Animal, la empresa con la que está conveniada la recogida en Rincón de la Victoria, destaca que este centro ya fue pionero en implantar la política de sacrificio cero hace cinco años, antes de que la nueva legislación lo contemplara. «Tenemos una experiencia en este sector de 35 años y al frente del servicio sociosanitario de este municipio desde 2003», apunta, lo que, a su juicio, los convierte en una referencia dentro y fuera del término rinconero.

«La clave para evitar hechos desagradables es, en gran medida, facilitar a las personas cómo resolver un problema ante escenarios como la imposibilidad de trasladarse con su perro fuera de España, a una nueva vivienda o cuándo una pareja tiene un hijo», reflexiona. «Esta gestión eficiente es la que permite que los abandonos reales sólo sean un 10% del total».

Por parte del Ayuntamiento de Rincón cuantifican que en torno al 40 % de los perros que llegan a estas instalaciones se han extraviado o se han escapado de sus hogares y son recuperados por sus propietarios. El resto son encontrados en la vía pública sin identificar o son entregados por sus dueños. Los principales motivos que alegan estos son los problemas económicos para atender sus necesidades; el cambio de domicilio y no poder encontrar un alquiler donde acepten mascotas; problemas de comportamiento del animal; camadas indeseadas; falta de tiempo o pérdida de interés; alergias de algún miembro de la familia; separación de las parejas y perros mayores o enfermos.

En Cártama trabaja la protectora La Sonrisa Peluda, cuyos responsables no perciben que haya un incremento exagerado, pero sí un cambio de tendencia, pues antes rescataban más perros de cazadores y ahora son sobre todo de particulares. «Están quienes los consideran miembros de la familia y no los abandonan, pero cuando aprieta el tema económico la gente echa al perro por ser un gasto». A ello, se suma la imposición del seguro que traerá la nueva ley y la subida de los gastos veterinarios, cuenta su fundador, Javier Laguna. En Cártama sí se produce el caso habitual de cazadores que los entregan a esta ONG para no sacrificarlos.

(En esta información han participado: Alba Tenza y José Rodríguez Cámara).