La banda local Glaciar, ganadora del Málaga Crea Rock 2014

Este año, el primer premio del Málaga Crea Rock (3.000 euros) se queda en casa. Los Glaciar (naturales de Almogía) se lo han llevado tras mostrar el miércoles por la noche su pop de corte indie con letras emocionales y en la onda de bandas como Supersubmarina y Vetusta Morla, líderes del género dentro del panorama nacional. Así, el segundo premio (1.400 euros) también es para una banda local: Glasswork, esta vez de duro rock progresivo. El tercero (1.000 euros) va para Frank Berjim, un cantautor sevillano y folky que, únicamente acompañado por su guitarra, se atrevió a salir a un escenario liderado por bandas. Sin duda, sorprendió a muchos. Por otro lado, los jovencísimos The Loud Residents se han hecho con el premio especial Oportunidades Suena Málaga, diseñado, concretamente, para aquellos grupos que vivan, estudien o residan en la ciudad. Este galardón les garantiza, según las bases del concurso, un concierto de presentación en un festival nacional, otro en una sala de Madrid (aún por especificar), difusión entre promotores musicales y cobertura e inserción publicitaria en un medio de comunicación nacional. Además, Docka Pussel se llevó la mención especial del jurado, mientras que Southwind resultó ganador del premio Nuevas tecnologías.

Antes de hacer públicos los nombres de los premiados, Stone Pillow volvió a la Caseta de la Juventud, escenario que, precisamente, le otorgó el Oportunidades Suena Málaga el año pasado. Y retornó más fuerte, no sólo en sonido sino también en actitud. La banda malagueña ya atesora actuaciones en festivales como Ojeando, Granapop, Alhambra Sound Festival y Monkey Week, además de haber sido seleccionada el año pasado por Radio 3 y Fundación Contempopránea como Mejor banda revelación nacional, entre veinte formaciones más. Tras dos EPs, Stone Pillow está ahora a punto de grabar su primer largo, del cual adelantó ayer alguna canción. Y suena en su línea: estribillos muy acentuados, estrofas marcadas por la voz del vocalista, Ñete, y por los golpes secos de la batería, ritmos rápidos, y quizás algo más ruidosa de lo normal. En definitiva, y como ellos mismos definen, buscan estirar el concepto pop a su extremo más violento, justo hasta el punto en el que se le empezaría a llamar de otra forma. Así, evitando artificios sonoros, tocaron temas como Caída libre, Nada más o La bola de China, además de Demasiado fácil, que es, hasta ahora, su verdadero hit.

Tras ellos llegaron Miss Caffeína, la señal de que este año la programación de la Caseta de la Juventud se ha inclinado por algo un poco más indie. La banda no innova demasiado en cuanto a sonido, pero sigue la línea de las grandes formaciones de pop independiente. Precisamente, los madrileños destacaron desde el primer momento por su filosofía do it yourself, pues no fue hasta su segundo y último largo (De polvo y flores) que una gran discográfica (Warner) fichó por ellos. Así, la banda madrileña hizo gala de poseer allá donde va un generoso ejército de seguidores. Al menos trescientas personas corearon canciones como Gigantes, Venimos, Hielo T o Capitán, dentro de un repertorio que no se salió de lo establecido por el grupo.

Jarrillo Lata fue el grupo elegido para cerrar los conciertos de la Caseta de la Juventud. Algo acertado, ciertamente, pues se trata de una formación ideal para una feria. Los malagueños (que, por cierto, fueron los triunfadores del Málaga Crea Rock en el 2010) realmente conectan con su público, que no disminuyó demasiado tras el concierto de Miss Caffeína, aunque sí que maduró de golpe. Los siete chicos de Jarrillo Lata, tradicionales ya de la escena local y andaluza, mezclan flamenco con reggae, funk, soul y ska, lo que da como resultado una mezcla bailable que anima a propios y a extraños. Tocaron canciones como Mandril de culo pelado, e incluso se atrevieron con una versión de la inmortal Mediterráneo, de Joan Manuel Serrat.