La despensa de la hostelería hace acopio para la gran avalancha

La temporada alta supone prácticamente la mitad del negocio del año para este ramo. «Durante el periodo estival registramos un crecimiento aproximado del 40%», afirman fuentes del Grupo Miquel, que cuenta en Málaga con tres establecimientos de cash & carry de su marca GM Cash y una plataforma logística en Fuente de Piedra, además de cinco supermercados. La Costa del Sol es un mercado apetecible tanto para los grandes grupos nacionales, como para los distribuidores independientes.La mayoría se aferran a las buenas previsiones turísticas que manejan los distintos organismos para augurar una subida de la facturación.

En el caso de Grupo Miquel, esperan que un incremento del 8% y aseguran que han reforzado el personal en sus establecimientos de venta al público y en los almacenes centrales. El tirón de la hostelería hace pensar en un verano histórico para el empleo temporal. Desde Adecco, apuntan que los mozos de almacén, carretilleros y transportistas volverán a estar entre los puestos más demandados en la Costa.

En Mercamálaga los mayoristas también están que no dan abasto para atender todos los pedidos de sus clientes. «La actividad va creciendo, la cosa está en marcha y seguimos casi al cien por cien de ocupación», apunta Jaime Touchard, el director general de Mercamálaga, que asiste estos días a un mayor flujo de entrada y salida de vehículos. Algunos puestos intentan hacer acopio para tomarse algunos días de descanso en agosto, coincidiendo con la Feria, pero para la mayoría las vacaciones son impensables.

Fuera de los muros del mercado de mayoristas, en la provincia operan varias empresas suministradoras que reparten sus artículos por toda Andalucía y España. Narbona Solís, especializada en vinos, bebidas y productos gourmet; Abasthosur, con sede en Antequera; Bodegas Lara, otra de las firmas históricas de la Costa y que suministra licores y alimentación; o Alba Hostelería, que comercializa maquinaria, mobiliario y menaje, son algunos de los principales actores.

Otras compañías de ámbito nacional como la catalana Disbesa, fundada en los 50 y que cuenta con 33 centros de distribución por toda España, también mordieron en su día la manzana de la hostelería malagueña. Los cash & carry tipo Makro, Miquel y Comerco tienen su punto de mira fijo en la Costa del Sol. El negocio de este tipo de establecimientos alcanzó el año pasado los 3.800 millones de euros, un 1,3% más que en el ejercicio anterior. Las previsiones son crecer otro 4% más este año, para lo cual será fundamental el comportamiento de la temporada estival. DBK calcula que en dos años este ramo podrá superar los 4.000 millones en el conjunto del país.

El fresco pega fuerte

Málaga es además un referente en la distribución de fruta, verduras y frescos. «Todo el repunte económico que está habiendo está repercutiendo para bien. Hay un crecimiento, pero el año pasado ya fue bueno comparado con los anteriores. Esperamos rondar entre el 7% y el 8% de subida este año», señala José Manuel Gallego, gerente del grupo Hermanos Gallego, cuyo catálogo de frutas, verduras y productos de cuarta gama se venden en un 75% en la costa mediterránea andaluza.

El melón, la sandía y la fruta de hueso de temporada acaparan la mayor parte de la demanda de esta empresa, con sede en Alhaurín de la Torre y que en cuatro años ha pasado de una plantilla de unos 33 trabajadores a superar los 40. Su operativa se reparte en diferentes turnos para cubrir las 24 horas del día y todos tienen que ser reforzados durante estos meses. «Hemos llegado a un convenio para que las vacaciones no se tomen en verano, porque es cuando más trabajo hay», relata José Manuel Gallego, que paralelamente ha trazado una estrategia para incrementar poco a pocos sus exportaciones. Ya cuenta con un distribuidor asociado en Arabia Saudí y está en negociaciones para introducir su marca en Asia.

Otra firma que se ha hecho con un hueco en este campo es Frutas Eladio, que ofrece también un servicio de 24 horas para su clientela, fundamentalmente restaurantes de alta gastronomía de la Costa del Sol. «Comenzamos con un puñado de restaurantes de Marbella que se pueden contar con los dedos de la mano y ahora tenemos cientos», resalta su propietario, Eladio Rueda. Su catálogo suma más de 1.500 variedades de frutas y verdura de alta calidad, procedente de distintos países.

Otro negocio enfocado a los establecimientos de hostelería más selectos es Hortofrutícola Piedra. Desde su invernadero de Ronda, produce y abastece de hierbas aromáticas a los mejores chefs de la Costa. La albahaca, el cilantro o la rúcula son algunas de sus más de 40 variedades.

Los congelados son otro segmento que pega fuerte en Málaga. Es una de las especialidades de Román y Martos, donde opinan que la tendencia es positiva. Juan Román, de la segunda generación de esta empresa familiar fundada a principios de los 80, comenta que cerca del 50% de las ventas del año se obtienen coincidiendo con la temporada turística, sobre todo en lo que respecta al pescado. «Estamos enfocados ahora mucho en el atún rojo. Tenemos nuestro propio barco y queremos ampliar nuestra cuota de pesca», indican desde la firma, que comercializa también carnes, ibéricos y quesos.