LA OFM EN UN PROGRAMA BEETHOVEN

Todo Beethoven -Obertura, Sinfonía, Concierto- en el segundo de los programas de la XXX Temporada de abono de la Orquesta Filarmónica de Málaga en el Teatro Cervantes anteanoche, que estuvo dirigido por el maestro Manuel Hernández-Silva y tuvo como solista al piano a Josu de Solaun.

Los dieciséis números del ballet 'Las criaturas de Prometeo' de Beethoven van precedidos por una preciosa obertura, tal vez bastante académica, que originariamente se denominó 'Tempestad', donde se adivinan influencias de Gluck y de Haydn. Es la obra con la que arrancaba el programa de anteanoche. Un 'Adagio' precede al 'Allegro molto con brío' en verdad vibrante y arrebatador, que subrayó la traducción brindada por la OFM y el maestro Hernández-Silva y que recibió los primeros aplausos de la sala.

A continuación se pasó a la 'Sinfonía nº1' articulada en cuatro movimientos y con orquesta que recuerda al clasicismo haydniano pero con particularidades ya beethovenianas. De ella llegó a decir Weber: «Creación magnífica, todos los instrumentos están bien utilizados. Una riqueza poco común de bellas ideas que se desarrollan con gracia y amplitud. La cohesión, el orden y la luz reinan por doquier». Traemos esta cita a colación porque nada de ello faltó en la versión escuchada a nuestra Orquesta Filarmónica, cohesionada por el claro y el buen hacer del maestro Hernández-Silva. Categórico el primer movimiento, ordenado el segundo, luminoso el minuetto como brillante el final. Muy aplaudida la ejecución.

La segunda parte se dedicaba al 'Concierto nº3' para piano y orquesta. Tres movimientos impulsados por el papel del solista. Afirmativo el inicio, el 'Largo' -la joya de la pieza- muy refinado con un Solaun-Orquesta que nos llevó a un dinámico 'Rondó-Allegro' muy brillante. Espléndida la interpretación de Solaun, firmeza sonora, sutiles pianissimos, siempre expresivo, magnífica cadencia del primer movimiento y precisa la colaboración de la OFM y el maestro Hernández-Silva. A las prolongadas ovaciones del público correspondió con un bis, 'Quejas' o 'La maja y el ruiseñor' de Enrique Granados, Josu de Solaun dedicándolo a la memoria del pianista austriaco Paul Badura-Skoda (1927-2019), gran especialista del clasicismo vienés, fallecido el día anterior. Éxito total para todos los intérpretes de la sesión comentada.