La OFM podrá construir su sede en los comedores universitarios dentro de dos años
La UMA prevé desalojar en ese plazo el edificio de El Ejido, que pasará a manos del Ayuntamiento para ser demolido y levantar uno nuevo para la orquesta
Después de casi tres décadas en una sala de ensayos provisional en Carranque, la solución para que la Orquesta Filarmónica salga de un espacio a ... todas luces insuficiente pasa por esperar dos años más. Es el plazo que la Universidad de Málaga estima para desalojar por completo los antiguos comedores universitarios y trasladar sus dependencias administrativas a un edificio de nueva planta en Teatinos. Cuando eso suceda, según han acordado la UMA y el Ayuntamiento a falta de la rúbrica definitiva, todos los metros que ahora ocupan los comedores en la zona alta de ElEjido quedarán a disposición de la Filarmónica de Málaga (en virtud del convenio por el que la Universidad entregaría a la ciudad los terrenos desocupados de El Ejido a cambio de la ampliación de Teatinos).
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La OFM podría hacer uso ya –previa reforma– del salón de actos del edificio, que por sí solo duplica la capacidad de la actual sala de ensayos de Carranque. No obstante, los expertos de la Gerencia de Urbanismo aconsejan esperar a tener todos los metros libres para demoler lo que hay y levantar un nuevo edificio que responda a las necesidades de la orquesta.
Los planes pasan por trabajar durante estos dos años en el diseño del proyecto y asegurar una previsión presupuestaria para acometer la obra en cuanto los antiguos comedores universitarios se vacíen. La Filarmónica confía en que la nueva sede sea una realidad en el plazo máximo de tres años. Allí se unificarían todas las dependencias de la OFM, la sala de ensayos de Carranque y las oficinas de calle Palestina. Además de dotar el espacio de camerinos, cabinas de grabación, despachos de oficinas y aparcamientos, la mayor amplitud permitirá ofrecer contenidos de carácter didáctico y concierto de cámara. Desde la gerencia creen que así se solucionarían muchos de los problemas de la orquesta mientras se despeja el camino del Auditorio.
Mientras tanto, los músicos continuarán preparando sus conciertos en la plaza Pío XII, donde –como han denunciado en numerosas ocasiones– sufren una «nefasta climatización» y «una carga de decibelios exagerada» por la mala acústica de un espacio excesivamente reducido. Para intentar paliar esta situación, la OFM ha contratado a partir de julio a una persona de mantenimiento encargada exclusivamente de la mejora de la acústica y de pequeñas reformas en el edificio para los próximos dos años.
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