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El autorretrato más malaguita de El Kanka se canta en el Cervantes
El cantautor vive su primer concierto de los cuatro que celebrará hasta el martes presentando su nuevo disco con la esencia y el ADN de su tierra
Cristina Pinto
Domingo, 16 de abril 2023, 00:16
Él es el niño que creció, el hijo de su mamá que un día se hizo cantor. Ese mismo, El Kanka, se subió anoche a ... las tablas del Teatro Cervantes. Esa que será su casa hasta el martes y que ayer ya se llenó para la ocasión. Cuatro conciertos en su Málaga que se vendieron en apenas unas semanas y para los que quedan dos o tres entradas sueltas. Algo único en la ciudad que sólo habían hecho Pablo Alborán con tres noches seguidas y Raphael con cinco. Por eso el cantautor estaba esperando con ganas que arrancase el maratón de conciertos en la tierra que le vio nacer y crecer y a la que hizo un homenaje en cada detalle de su espectáculo: desde su camisa morada y pantalón verde en honor a la bandera hasta la Catedral de Málaga en el fondo del escenario. Incluso en los colores de los focos en varias ocasiones con destellos morados y verdes. Y, cómo no, en sus canciones y acento: ADN malaguita con El Kanka en estado puro en esta gira para presentar su nuevo disco 'Cosas de los vivientes'.
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Él era el que miraba al mar cuando el mundo iba al revés. Y lo seguirá haciendo cada vez que vuelva a su ciudad, a la que siempre regresa con entusiasmo y esta vez no iba a ser menos: «Estaba más deseoso que nervioso hasta diez minutos antes de salir al escenario. Está mi gentecilla hoy aquí y quiero gustar», confesó el artista en sus primeras palabras anoche en el Cervantes. Esa gentecilla estuvo totalmente entregada desde que se avisó que quedaba un minuto para el concierto, momento en el que aplaudieron y gritaron esperando con entusiasmo ver y escuchar la magia en directo de El Kanka. No es mago, pero su música tiene superpoderes. Empezó con 'Autoretrato' y terminó con 'No se dice suerte', pero en medio de esos dos temas el termómetro de emociones fue subiendo durante las dos horas de concierto.
Él es el malagueño que se fue de su planeta dejando personas, barrio, infancia y demás. Aunque en realidad nunca se fue porque su esencia es la tierra y la naturaleza de la ciudad, como esa que le acompañó en el escenario, decorado por hojas y árboles que brotaban desde cada rincón. Hasta el micrófono era una planta que crecía hasta llegar a la voz del cantautor. Una voz que estuvo acompañada por sus mejores aliados. Con la guitarra y coros, Álvaro Ruiz: «El señor que dice que le salen muy bien las torrijas pero nadie las ha probado nunca». Dando la nota con la batería, José Benítez: «Modelo de prenda deportiva y amante del jengibre». A las cuerdas del bajo «el que es más de huesitos», Pedro Campos. Con los metales, acordeón, teclas y coros, Carlos Manzanares: «Amante del buen vino aunque le siente regular». Y, por último y no menos importante, Juan Rubio 'El Manin', que lleva «a la vera» de El Kanka desde hace ya 18 años: «El auténtico de las hostias como panes». Así fue como el artista malaguita quiso definir con humor a cada uno de sus acompañantes de la banda, que sonó igual de bien que esa complicidad que se nota entre ellos. Sólo había que ver a Alvarito dando botes por el escenario o a Carlos Manzanares sin poder parar de reírse con lo que hacían sus amigos y compañeros.
Él es el que es medio sincero, que no quiere engañar. Con la verdad por delante, esa misma que había en los ojos de la pequeña Candela, que con cinco añitos estaba viviendo su primer concierto y esperaba con ilusión que llegase su canción favorita: 'Candela' en rama. Ese era su tema preferido, pero uno de los momentos más especiales de esta pequeña fue mientras su madre le cantó al oído 'Para vivir' y, aunque ella no lo supiese, le estaba dedicando esa letra: «Para vivir, encuentre un par de amigos de verdad... Despréndase de todo lo que pesa... Hay que aprender que el agua vuelve al mar y que sufrir también es parte de este caminar». Como una madre canta a su hija cantó El Kanka al Cervantes, que hizo una declaración de amor a la música que trató -como siempre- con delicadeza. Y con la intimidad con la que interpretó 'O algo', tema en el que dejó unos segundos al público para cantar con una conexión especial.
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Él es el del miedo a volar, el que sale en el cartel con cara de pan, el que hace de comer y el que nunca supo amar. Pero que es un romántico. Lo demostró cuando cantó 'Querría', tema en el que sus fans le acompañaron meciéndose de un lado a otro y soltando alguna que otra mirada cómplice entre ellos. De ritmos lentos al compás de la tierra, unos toques flamencos y algún que otro quejío acompañados por unos minutos en los que el escenario se transformó en un tablao. «Rollito C Tangana», bromeó el artista mientras tomaba chupitos con el resto de músicos.
Él es el que es lo mejor que puede. Y anoche fue lo mejor en el Cervantes con su primer concierto de cuatro. Los fieles y amantes de su música tienen todavía tres citas más en estos días: esta noche, mañana y pasado. Y si alguien se ha quedado sin entrada o con ganas de más, El Kanka inaugura el próximo 24 de mayo un nuevo formato organizado por este periódico y Fundación Unicaja, 'Suena SUR', en el que cantará en acústico y en distancias cortas en la Sala Unicaja de Conciertos María Cristina. Mientras, el Cervantes seguirá aplaudiendo con fuerza estos días a El Kanka y a su autorretrato más malaguita.
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